Ansiedad por la comida vs. antojos: una experta en nutrición explica cuál es la diferencia
Adoptar ciertos hábitos y estrategias de autocuidado puede ayudar a reducir esta sensación sin recurrir a restricciones
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Mujer con ansiedad por la comida | Canva
La relación con la comida es un aspecto fundamental de nuestro bienestar físico y emocional. Sin embargo, muchas personas experimentan ansiedad por la comida sin entender realmente su origen y cómo difiere de un simple antojo.
Para aclarar esta diferencia y brindar estrategias efectivas, consultamos a May Morón, Coach personal y experta en nutrición emocional y hábitos saludables.
Ansiedad por la comida y ¿cómo se diferencia de los antojos?
Según May Morón, la ansiedad por la comida es una sensación de necesidad urgente de comer, incluso cuando no hay hambre física. Se manifiesta con nerviosismo, pensamientos obsesivos sobre la comida y, a menudo, culpa después de comer.
Por otro lado, los antojos son más relajados y específicos: «podría ser un trozo de chocolate o algo salado como unas patatas fritas. La clave está en que un antojo puede esperar, mientras que la ansiedad se siente incontrolable. Además, los antojos no suelen generar culpa» explica.
Por qué sentimos ansiedad por la comida
La ansiedad por la comida puede tener diversas causas, entre ellas la experta en nutrición destaca:
- Estrés y emociones negativas: el estrés, la tristeza o el aburrimiento pueden llevar a buscar consuelo en la comida.
- Restricción alimentaria: etiquetar alimentos como «prohibidos» o «permitidos» genera un ciclo de control y descontrol.
- Cansancio emocional: un agotamiento mental y emocional puede aumentar la necesidad de placer inmediato, como el que brinda la comida.
- Creencias sobre la comida: haber seguido muchas dietas puede predisponer a la ansiedad alimentaria.
A nivel emocional, esta ansiedad genera culpa, frustración, vergüenza y una mala relación con el cuerpo. Físicamente, puede afectar el peso, el sistema digestivo, alterar los niveles de azúcar en sangre y derivar en trastornos de la conducta alimentaria.
Cómo identificar este tipo de ansiedad, según May Morón
Señales de alerta:
- Comer sin hambre y no poder parar a pesar de sentirse llena.
- Sentimiento de culpa o vergüenza tras comer.
- Usar la comida como refugio emocional.
- Pensar constantemente en qué se puede o no comer.
- Dejar de hacer vida social.
- Comer a escondidas.
- Compensar con ayunos, diuréticos o ejercicio excesivo.
Morón advierte de que si la comida deja de ser un placer y se convierte en un campo de batalla, es importante revisar qué está ocurriendo.
Desencadenantes comunes de la ansiedad por la comida
Algunos factores que pueden propiciarla, según la experta en nutrición, son:
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- Dietas y restricción: cuanto más se prohíbe un alimento, más ganas se tienen de consumirlo.
- Estrés y emociones negativas: pueden llevar a usar la comida como vía de escape.
- Falta de descanso: dormir mal desajusta las hormonas del hambre.
- Hábitos aprendidos: si la comida se ha usado como premio o consuelo desde la infancia, es probable que continúe siendo un mecanismo de regulación emocional.
- Falta de placer en otras áreas: si la comida es la única fuente de disfrute, puede convertirse en un problema.
Estrategias efectivas para controlarla sin recurrir a la restricción
- No saltarse comidas: mantener una alimentación regular evita picos de hambre descontrolada.
- Comer suficiente y con placer: una alimentación variada y disfrutable reduce la sensación de carencia.
- Abandonar las dietas restrictivas: aprender a comer de forma saludable y consciente es clave.
- Gestionar emociones sin recurrir a la comida: identificar cómo nos sentimos y encontrar formas alternativas de autocuidado.
- Tener alternativas de autocuidado: descanso, poner límites y priorizarse ayudan a reducir la ansiedad.
- Escuchar al cuerpo: comer cuando hay hambre real y parar cuando se está satisfecha.
- Eliminar la culpa: la comida no es un enemigo; disfrutarla sin remordimientos es fundamental.
- Romper con el «todo o nada»: no se trata de dieta o descontrol, sino de encontrar equilibrio.
- Buscar apoyo profesional si es necesario: pedir ayuda es un acto de amor propio.