Los coches eléctricos e híbridos tendrán que hacer ruido obligatoriamente
Esta nueva norma tiene el objetivo de reducir los accidentes provocados por la falta de ruido de este tipo de vehículos
Uno de los atractivos de los vehículos eléctricos y que los diferenciaba de los tradicionales es la falta de ruido con el funcionamiento de sus motores. Sin embargo, esto dejará de ser una ventaja, pues, a partir de ahora, los coches eléctricos e híbridos en Europa deberán incluir de manera obligatoria un sistema de aviso acústico (AVAS, por sus siglas en inglés), según la nueva normativa fijada por la Unión Europea que entró en vigor el 1 de julio.
Esta nueva norma tiene el objetivo de reducir los accidentes provocados por la falta de ruido de este tipo de vehículos, cuyos motores apenas emiten sonidos cuando van a baja velocidad, lo que supone un potencial peligro para los peatones y ciclistas.
Los sistemas de aviso acústico deberán activarse de forma automática desde el arranque hasta una velocidad de 20 kilómetros por hora, además de cuando el coche circule marcha atrás. A partir de esa velocidad se calcula que el ruido será suficiente para detectar la presencia del vehículo, por lo que el sistema se desactivará. En ningún caso este podrá ser desactivado manualmente por el conductor.
El sonido que emita este sistema deberá superar los 56 decibelios pero no exceder los 75. Además, deberá ser continuo y similar al de un vehículo con un motor de combustión interna.
En esta primera fase, la ley afectará solo a los vehículos de nueva matriculación desde el 1 de julio de 2019, pero a partir de julio del año 2021 será obligatoria la instalación de un sistema de aviso para todos los vehículos de este tipo comercializados en Europa. De esta manera, la norma prevé un periodo de adaptación para los fabricantes, aunque ya hay algunas marcas que los están incluyendo en sus vehículos.
Esta normativa, aunque responde a una necesidad de mejorar la seguridad de los ciclistas y peatones, así como de las personas con discapacidad visual que necesitan el sonido para cruzar con seguridad, podría entrar en contradicción con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en lo que respecta a contaminación acústica.