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Loterías y sorteos

Joaquín Monroy, lotero del año: «Mi objetivo no es pasar a Doña Manolita, es ser el número uno»

Hablamos con el propietario de La Chulapa de Moncloa, una de las administraciones que más premios ha repartido

Joaquín Monroy, lotero del año: «Mi objetivo no es pasar a Doña Manolita, es ser el número uno»

Joaquín Monroy (izda.) el día de la lotería de Navidad. | Cedida

En el intercambiador de Moncloa, en Madrid, hay una cola que se ve ya desde los tornos para entrar al metro y gira en la siguiente esquina. Quienes esperan han venido a comprar un décimo de lotería del Niño en la administración de La Chulapa de Moncloa. 

Y es que en los últimos años, esta administración de lotería se ha convertido en una de las que más premios reparte, incluso en el último sorteo de Navidad, en el que vendió décimos premiados con el Gordo, como ya ocurrió en 2022, y con cuatro de los quintos premios. 

Una situación que cada vez atrae a más clientes a esta administración de lotería que Joaquín Monroy comenzó a dirigir en 2016, después de que su padre la abriera en 2012 con otro socio.

 Acudimos a charlar con él al intercambiador de Moncloa mientras la cola sigue creciendo frente a nosotros y, mientras nos cuenta su historia, tenemos que interrumpir la conversación varias veces. Y es que son muchos los clientes que lo reconocen y se acercan a felicitarle o incluso a pedirle suerte para los próximos sorteos. 

«Me llega cariño de toda España, me llegan regalos y no de gente que ha ganado premios, es gente que me ha visto por la tele o en prensa, que sabe de mi existencia», cuenta a THE OBJECTIVE Monroy, de 33 años, que asegura que también ha recibido el reconocimiento de otros loteros. 

«Hay muchas cosas aparte de la suerte, hay trabajo detrás»

Monroy reconoce que su negocio está unido a la suerte, pero también afirma que su éxito no depende solo de ella. «Hay muchas cosas aparte de la suerte, no puedo negar que es un factor, pero la suerte se busca, no te llega de repente», defiende. «Hay un trabajo detrás, muchas estrategias, muchas matemáticas, muchas estadísticas, el trabajo de mucha gente y una serie de cosas que no desvelo, pero que el equipo hace para que esto sea posible», explica. 

«Parece que es magia, pero en realidad dar con la suerte al final son muchas cosas. Pero bueno, un punto de magia también, sumada a la suerte y el trabajo», concluye. 

Joaquín Monroy con el equipo de La Chulapa de Moncloa celebrando uno de los premios.

Cuando se hizo cargo del negocio, decidió darle un giro e invertir en estrategias de publicidad y marketing para intentar llegar a lo más alto dentro del mundo de la lotería. «Le he metido mucha caña al tema de las redes sociales y soy de las pocas administraciones de lotería que invierte en agencia de publicidad», cuenta. 

Además, es consciente de que la localización del negocio, que se encuentra en un lugar por donde pasan decenas de miles de personas a diario para coger metro o autobuses a localidades madrileñas e incluso otras ciudades de España, supone un punto clave. «Yo estudié Administración y Dirección de Empresas y uno de los puntos que te dicen que es clave para la un negocio es la localización», dice Monroy, que insiste en que «es clave, pero no lo es todo».

Y la prueba está en el cambio que ha vivido esta administración de lotería desde hace unos años. En un año, sus ventas han crecido un 120%, una cifra que, sumada a la cantidad de premios que han salido de La Chulapa de Moncloa, le ha llevado a ser reconocido como el mejor lotero de 2023, un galardón que entrega cada año Hedilla Abogados. 

Monroy admite que siente admiración por los propietarios de otras administraciones de lotería que han logrado ser conocidas en toda España, como la Bruja de Oro, pero no por Doña Manolita, la más antigua de España y quizá la más conocida. «Aunque está en decadencia, tengo más admiración por la Bruja de Oro, el propietario, que falleció este año, lo hizo muy bien y hoy en día sigue coleando el nombre por toda España», dice Monroy. 

Sin embargo, considera que no es el mismo caso con Doña Manolita, por quien dice sentir respeto, pero no admiración: «¿Cuál es tu mérito? Existes desde hace 200 años». «Respeto la historia, porque la historia es parte de nuestro pasado, pero no admiración, también por cómo me han hablado de ella», añade. 

Sobre si se ve llegando al nivel de Doña Manolita, asegura que su objetivo es «ser el número uno». «Torres más altas han caído, Manolita no es el universo y la gente se empieza a dar cuenta», afirma y añade que «hay compañeros muy buenos en España». «Mi objetivo no es adelantar a Manolita ni Manolito, es ser el número uno de este país y que me recuerden el día de mañana». 

Joaquín Monroy celebra los premios de la lotería de Navidad.

En cuanto al futuro más próximo, en el que tienen puesta la vista la mayoría de sus clientes, la lotería del Niño, no se muestra tan convencido como lo hizo con el sorteo de Navidad, cuando aseguró que iba a dar un premio seguro. «Está claro que es una estrategia de marketing, pero puedes quedar mal si no lo das, pero yo lo decía convencido, no era solo una estrategia, yo lo sabía», argumenta. 

Con el último sorteo de estas fiestas no se atreve a afirmar con seguridad que dará algún premio, pero dice que sigue habiendo «mucha ilusión».

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