THE OBJECTIVE
Fuera de micrófono

Fernando Salaverri: «En Madrid puedes ir con una ikurriña por la calle y ni te miran»

Su vida es la música desde que coleccionaba discos con tan solo 12 años. Al borde de los 80, sigue divulgándola

Ha hecho tantas cosas en el mundo de la música y de los medios de comunicación que te dan ganas de preguntarle –para abreviar- que cuente lo que no ha hecho. Fernando Salaverri pronto cumplirá 80 años y confiesa en esta entrevista en Fuera de Micrófono que lo piensa celebrar por todo lo alto con su gran amigo Miguel Ríos, también a punto de ser octogenario.

A este vasco, que se trasladó desde su Vitoria natal a Madrid con 17 años, le duele el desinterés de los políticos españoles por la música, mientras desfilan por la alfombra roja y buscan el voto y el aplauso del sector cinematográfico. Su conversación, distendida y salpicada de anécdotas, retrata la pasión que ha marcado su vida, desde que comenzó a coleccionar discos en los años cincuenta y se dejó atrapar por la música de Elvis Presley.

Luego, trabajó desde Hispavox en el lanzamiento de nuevos valores, como Karina, Miguel Ríos, Perales o Mari Trini, y en la difusión de los grandes éxitos de la música, a través de la Cadena Ser, TVE y Canal+. «He tenido mucha suerte en la vida –confiesa-, porque trabajar en lo que me gusta, compaginar mi amor por la música con el trabajo, es una bendición divina».

Actualmente, colabora en el programa de Carlos Herrera, Herrera en Cope, y se divierte con las bromas e imitaciones de El grupo risa. A Fernando Salaverri –Massiel le llamaba Fernando Salsaperry, o algo parecido– le tocó durante algún tiempo coordinar los programas musicales de RTVE, en la etapa de Pilar Miró, y presume de haber sido durante muchos años el segundo de Rafael Revert, su hermano del alma. Era su hombre de confianza, con el que llegó a presentar, mano a mano, un programa sobre rock en la FM de la Ser. «Se llamó Rock alrededor de la FM y lo anunciábamos diciendo: ‘La mejor música, con las peores voces de la radio’».

Su pasión por la música no admite discusión posible. Buena prueba de ello es esta reflexión que deja en el aire: «Me molesta mucho que alguien diga ‘Este disco es una mierda’, porque detrás hay mucho esfuerzo y mucho talento. Dime si te gusta o no te gusta». Y punto.

PREGUNTA.- Tu segundo apellido es Aranegui. ¿Tienes ocho apellidos vascos?

RESPUESTA.- No. Tengo siete. Hay un «Martínez» de mi padre, del que estoy también muy orgulloso. A mí eso de los apellidos me da igual. Estoy muy orgulloso de ser vasco y de ser español, por supuesto.

P.- Te viniste de Vitoria a Madrid a estudiar muy joven.

R.- Y soy un forofo de Madrid. Yo calculo que seremos ciento y pico mil vascos. Igual que hay otro montón de catalanes. Madrid es una ciudad muy acogedora. A nadie le preguntan de donde es. Es más, puedes ir con una ikurriña paseando por la calle y yo creo que ni te miran.

P.- A los 12 años ya coleccionabas discos y a los 15 los ponías en un programa de Radio Álava. Eras un chico precoz.

R.- Era defensa central y tuve una enfermedad pulmonar grave. Y, como en casa teníamos de todo –mis padres, mis abuelos y mis tíos eran aficionados a la música y a la lectura–, leía a Emilio Salgari y a Julio Verne. Yo quería ser diplomático, representar a mi país en el mundo. Era muy viajero. De ahí surgió luego el periodismo, la música y la radio. Con la radio y la música era feliz.

«La gente escuchaba las emisoras de las bases americanas»

P.- Has promocionado a cantantes españoles que marcaron una época. ¿Se acuerdan, cuando están arriba, de quién les ayudó en sus comienzos?

R.- Hay de todo, como en botica. En Hispavox éramos un equipo de gente muy reducido: Waldo de los Ríos, Rafael Trabuchelli (director artístico), una serie de arregladores muy buenos y Luis Calvo (director internacional). Luis Calvo era un chileno, forofo de Frank Sinatra. Yo no he visto a nadie escribir tantas cartas, grabadas en un dictáfono, que luego pasaba a su secretaria. Nosotros nos lo guisábamos y nos lo comíamos. También estaba Juan Claudio Cifuentes, que llevaba lo de jazz. Fue el embrión de lo que era la promoción musical en España.

P.- ¿Cómo conociste a Ángel Álvarez, presentador de Caravana musical y Vuelo 605?

R.- Mi primer contacto con la radio fue con Discomanía y Pepe Palau, en Radio Madrid (Cadena Ser). A mí, desde pequeño, me ha emocionado la música americana, tanto las grandes orquestas –Green Miller-, como los cantantes. Desde Bing Crosby hasta Sinatra, Tony Bennett… Y también era un enamorado de la canción francesa e italiana. Al llegar a Madrid, conocí a Tomás Martín Blanco, que hacía programas en Radio Madrid, a Rafael Revert y a Ángel Álvarez. Ahí nos fuimos juntando. La Voz de Madrid tenía un auditorio estupendo, donde hacíamos los programas. Era una reunión de gentes impresionante, todos amantes de la música americana. La gente escuchaba las emisoras de las bases americanas. Muchos grupos de rock and roll empezaron escuchando la música de esas emisoras.

P.- Luego fuiste realizador de programas en la FM de la Ser.

R.- Yo he tenido mucha suerte en la vida. Trabajar en lo que te gusta creo que es una bendición divina. Compaginar mi amor por la música con mi trabajo y, encima, tener éxitos tan grandes como los que tuvimos en Hispavox, es una bendición. Yo era un crío y ganaba ya mucho dinero. Toda la vida he tenido mucha suerte. Cobrábamos en función de los resultados, y a final de año nos daban unos buenos sobres. 

«Miguel Ríos acababa de llegar de Granada, en 1962, y le hice una entrevista para Discóbolo»

P.- Llegaste a ser redactor jefe de la revista musical Discóbolo en los años 60.

R.- Pertenecía al grupo editorial de Eugenio Suárez, que tenía también El Caso, Sábado Gráfico, Siete días, Velocidad… Tenían un montón de revistas. La primera vez que vi a Miguel Ríos, que acababa de llegar de Granada, fue en el año 1962, y le hice una entrevista para Discóbolo. Al final, yo hacía la revista entera, firmando con diferentes seudónimos.

P.- Hoy los artistas no necesitan los lanzamientos que hacían entonces las casas discográficas.

R.- No hemos tenido más remedio que adaptarnos. Yo cumpliré pronto 80 años, como Miguel Ríos. Todo ha cambiado muy rápido. A mí me encanta escribir cartas y ahora escribo emails que parecen cartas. Con Rafael Revert, que es mi hermano del alma, hice un programa que se llamaba Rock alrededor de la FM. Lo hacíamos porque nos daba la gana, con perdón, pero a ninguno de los dos nos gustaba el micrófono. El programa era: ‘La mejor música, con las peores voces de la radio’. Siempre hemos estado fuera de los micrófonos y las cámaras. Un día, una sobrina mía de Vitoria fue a recogerme con su coche al aeropuerto de Bilbao. Había un control de la Guardia Civil, nos paran, nos piden el DNI y uno de los guardias dice: «¿Fernando Salaverri? ¿Eres el de Rock alrededor de la FM? En la escuela os escuchamos y lo pasamos bomba con vosotros». Acabamos tomando unos chiquitos con la guardia civil. Así es la radio.

«Carlos Herrera es el número uno, con perdón de los demás»

P.- Actualmente, colaboras con Carlos Herrera y con El grupo Risa en la Cope.

R.- A Carlos Herrera le tengo mucho cariño. Nos conocimos en la Ser. Siempre nos hemos querido muchísimo y me parece el comunicador número uno de España, con perdón de los demás. Es fantástico. Aunque yo hice mi carrera, desde que nos conocimos en la Ser, con Joaquín Prat. Siempre he estado detrás de Joaquín Prat, pero Carlos tiene mucha intuición. Sabe escuchar y callar. No interrumpe. Da gusto escucharlo. Perdón, porque se me nota lo mucho que quiero a Carlos Herrera. Y tiene un equipo de fieles y leales, que es estupendo.

P.- Los componentes de El grupo Risa también son unos fenómenos.

R.- Mi colaboración con El grupo Risa tiene que ver con Luis Cobos. Les gusta tanto la música; son otros forofos de la música. El programa se emite de madrugada, pero da igual porque son líderes de audiencia en ese horario. Es una felicidad trabajar con ellos.

Fernando Salaverrri. | Carmen Suárez

P.- En 1987 Pilar Miró te fichó como coordinador de programas musicales en RTVE. ¿Cómo recuerdas esa etapa?

R.- Yo conocí a Pilar Miró bastantes años antes. La revista Mundo Joven tenía muchos colaboradores, entre otros, Jesús Picatoste. Gente que después ha ocupado puestos importantes. Muchos de ellos eran amigos de Pilar Miró. Aparte, yo le llevaba discos de promoción a Pilar Miró, igual que le llevaba a Fernando Navarrete o a Fernando García de la Vega, para que luego invitaran a mis artistas. Son vasos comunicantes y al final somos unos cuantos. Yo soy trasversal. He estado en discos, en televisión, he sido editor musical, periodista, he montado conciertos. He tocado todos los palos de la industria musical.

P.- ¿Qué ha pasado con los programas musicales en las televisiones?

R.- Cuando yo entré en TVE, por un acuerdo amistoso entre Juan Luis Cebrián (Prisa) y Pilar Miró, todavía no existían las televisiones privadas. Fui, en comisión de servicio, a aprender televisión. En aquel momento, era director de Producciones en la Ser y subdirector de Los 40 Principales. El segundo de Revert, para ser más exactos. Llegué a TVE y empecé a mover todo lo que era la música, teniendo en cuenta a mucha gente. Hicimos Rockopop, Viaje con nosotros, de Javier Gurruchaga, De Jazz, especiales de Fin de Año… En uno de ellos se le salió un seno a la cantante Sabrina, que fue algo apoteósico. Hacíamos retransmisiones de conciertos de grandes figuras: Sting en Tokio; Prince en Holanda. Y sacábamos muchísimo dinero porque, entonces, había un director comercial en TVE fantástico. Pero teníamos en contra a personas que no querían sponsor y publicidad en la música. Hasta que llegó un señor, Valerio Lazarov, que dijo en varias entrevistas, y muchas veces, que la música quitaba audiencia. Dijo eso y la gente se lo creyó. Una televisión pública tiene que tener, como la BBC o la televisión francesa, un programa con los éxitos más vendidos. Los superventas, que llamábamos nosotros. En España no hemos tenido políticos ni gobernantes a los que realmente les haya gustado la música.

«A los políticos les gusta más el cine y la alfombra roja que la música»

P.- Por otro lado, existen etiquetas ideológicas que condicionan qué cantantes y artistas pueden o no aparecer.

R.- Sí. Es terrible, pero la música no tiene nada que ver con ideologías ni con creencias. Yo he hablado hasta con Pablo Iglesias de este tema. He hablado con todo el mundo. Los políticos son políticos y buscan el aplauso y el voto. He dicho primero el aplauso, pero debía haber dicho primero el voto. A los políticos lo que más les gusta es el cine, por la alfombra roja, que van y hablan y dicen, los Oscar… La música en España es como algo menor. ¿Qué ayudas tiene el ministerio de Cultura para la música? Las que menos tenemos. Por fin, se consiguió que se bajara el IVA de los conciertos al 10%, pero los discos siguen teniendo el 21%, cuando los libros tienen un 5%. Es increíble. Dicen: «La música está en manos de las multinacionales». Pero si hay cientos de productoras independientes que son españolas. Luego, que si los idiomas. Que cada uno cante en el idioma que le dé la gana. En los años 50 y 60 había discos en catalán y en euskera. Se ha creado una historia… La música está por encima de las ideologías y de las creencias. La música es nuestra banda sonora. ¿Qué es lo primero que recuerdas de un momento de tu vida? ¿El traje que llevaba fulanita? No. Recuerdas el bolero de Los Panchos o un rock and roll. Tengo que defender la industria de la música porque está siendo muy maltratada.

P.- ¿Elvis Presley sigue siendo para ti el más grande?

R.- En los años 50, Elvis fue una revolución social. Toda mi generación nos enganchamos a Elvis, igual que otra generación se enganchó a Los Beatles. Somos una generación rockambolera, pero que admitimos todas las músicas. La música no es buena o mala. Es que te llegue o no te llegue. A mí, cuando alguien dice «Este disco es una mierda», me molesta mucho. Hay detrás mucho esfuerzo, mucho talento, para que eso haya salido adelante. Dime si te gusta o no te gusta.

Fernando Salaverri en los años 80. | Foto: Gabinete de Prensa Cadena Ser .

P.- La lista de éxitos ya no es cosa de los expertos, sino de las encuestas.

R.- Ahora ya no se hacen reuniones como las que hacíamos nosotros en Los 40 Principales. Todo lo hace una máquina. Pero la música es algo tan visceral, que te llega tanto al corazón… Yo soy muy apasionado, perdóname.

«Marta Sánchez tiene una voz impresionante y Serrat me pone los pelos de punta»

P.- ¿Quién es el artista español más grande de la historia?

R.- Más que español, te diría en español. Porque ya hay una simbiosis total. Los españoles invadieron América musicalmente y luego los americanos nos invadieron a nosotros. Es fantástico. Luis Miguel está aquí y allá. En todas partes. Y Raphael sigue funcionando y siendo una gran artista. Cuando uno trabaja en este negocio, los gustos personales te los tienes que dejar –como decía un amigo mío– encima del piano. Yo lo he hecho así con frecuencia. Pero eso no quiere decir que haya habido gente, como Enrique Guzmán, que creó un poco la fórmula de cantar en español, con estilo americano. Miguel Ríos es el que más me llega. Pero un Joan Manuel Serrat también me pone los pelos de punta. He pasado momentos maravillosos siguiéndole. Como con José Luis Perales, o Alejandro Sanz. Pablo, de La Konga, está muy bien. En mujeres, trabajé mucho con Karina, a la que llamaba la princesa del pop. Y Marta Sánchez me parece que es la que mejor canta en España. Tiene una voz impresionante, de verdad. No me gusta dar nombres. Tengo tanto cariño a tantos y me llevo tan bien con tantos… Hay gente muy buena en ambos lados del Atlántico. También me encantaban Vicente Fernández y Jorge Negrete. ¿Por qué no? Me gusta toda la música que me llena.

P.- ¿Cuántos discos tienes en casa?

R.- He tenido casas que parecían almacenes, por culpa de mi amor al cine y a la música. He pasado por los vinilos, por los CDs, y ahora lo que tengo son grandes cantidades de discos duros, donde guardo las películas y la música. He ido digitalizándolo todo y ahora es mucho más fácil.

Fernando Salaverri en un momento de la entrevista. | Carmen Suárez

P.- Eres presidente de la asociación Salvamúsica. ¿Hay mucho que salvar?

R.- Tenía una empresa discográfica y en un momento dado tuve que decir: me vuelvo a mis orígenes. La piratería me arruinó. Sacamos un disco de Paloma San Basilio, grabado con la Orquesta Sinfónica de Los Ángeles, y un mes antes de que estuviese en El Corte Inglés ya estaba en todos los top manta.  Y me pasó lo mismo con una antología de sevillanas de María del Monte. Hubo un momento en que la piratería era el 80% del mercado en algunas zonas de España. El 80% del mercado era pirata. Tú hacías toda la promoción, con campañas en televisión, y te devolvían los discos de las tiendas. Los discos son un producto que te devuelven si los comercios no los venden.

P.- ¿Sigues publicando libros recopilatorios en Sólo éxito?

R.- Empezamos en 1959, año en que apareció de verdad el rock y el pop en España. Fue el año que nació el Festival de Benidorm, el año en que se grabaron los primeros discos del Dúo Dinámico, Augusto Algueró. Hubo un movimiento. Ahí empezó la historia. Fue una revolución. Llegamos hasta el año 2012. Y ahí están todos los datos: los autores, las compañías discográficas, qué puesto alcanzaron en las listas de éxitos, etc. Es una especie de vademécum. Ahora estamos viendo la posibilidad de hacer desde 2012 a 2022. Yo estoy muy orgulloso de este trabajo. De hecho, los libros anteriores están agotados y se pagan hasta 150 y 200 euros por los de segunda mano.

P.- ¿Qué proyectos te quedan por llevar a cabo?

R.- Estoy pensando, con Rafael Revert, en hacer unas memorias. Tenemos miles de fotos, como tú sabes. ¿Proyectos? Yo soy la locomotora, pero luego que detrás empujen otros. Nosotros ponemos proyectos en marcha en la Asociación Salvamúsica. Es la revolución de los seniors. Hay que recuperar desde 1894 las grabaciones y digitalizarlas. No podemos dejar que todo ese patrimonio se vaya al garete.

«La España del ‘y tú más’ me pone de los nervios»

P.- ¿Qué música le pondrías a la época en la que vivimos?

R.- Se me ocurren muchas cosas. Hay que buscar una música que incluya solidaridad y empatía. Todos queremos que España funcione y que podamos caminar juntos. A mí el «y tú más» me pone de los nervios. Tenemos tantas cosas en común –con las diversidades, por supuesto– que hay que sacar esto adelante. Le pondría música que invite a soñar, a ser feliz, a estar juntos. Y cantar todos al unísono «Si a tu ventana llega una paloma, trátala con cariño que es mi persona».

P.- En la Transición fue casi un himno la canción «Libertad sin ira».

R.- Yo entonces era director de Producciones en la Cadena Ser y un día llegó una agencia de publicidad, cuyo director creativo era Rafael Baladés, proponiendo una letra para el lanzamiento de un nuevo periódico (Diario 16). Fuimos a Discos Zafiro, que era donde estaban Pablo Herrero y José Luis Armenteros, y le pusieron la música. A través de esa canción, se hizo el lanzamiento de Diario 16.

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