Moncloa presiona al presidente de Prisa para que monte una televisión de alcance nacional
El coste de tener una TDT ronda los 10 millones de euros al año, una inversión inalcanzable para las cuentas del grupo
El Gobierno ha empezado a mover todos sus resortes para forzar a que el presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, acepte la propuesta de su director de contenidos, José Miguel Contreras, de montar una televisión en abierto con alcance nacional y que se pueda ver a través de la Televisión Digital Terrestre (TDT). Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, el proyecto ha sido definido por Moncloa como clave para apoyar mediáticamente al Ejecutivo y a Pedro Sánchez.
Contreras, director de contenidos de Prisa Media, número dos de la compañía y asesor mediático de referencia de Pedro Sánchez, presentó hace unas semanas el plan a los directivos de la compañía —y al propio Oughourlian— generando grandes dudas por la viabilidad de un proyecto que supone volver a la televisión en abierto 15 años después de que Prisa vendiera por 1.000 millones la cadena Cuatro a Telecinco.
Sin embargo, la actual situación del mercado televisivo es radicalmente distinta a la época dorada de la televisión. La atomización de las cadenas es mucho mayor y el elevado coste de poner en marcha una señal en abierto hace irrecuperable la inversión en el mediano plazo. Si a esto le sumamos la compleja situación financiera de Prisa, no es muy difícil inferir que el negocio puede ser altamente peligroso. En este sentido, la opinión inicial de la cúpula de Prisa y de su presidente es negarse a aprobar el proyecto.
Moncloa y Prisa
No obstante, Contreras ha trasladado su preocupación a Moncloa y ha pedido apoyo para que el canal salga finalmente adelante explicándole al equipo de Pedro Sánchez las bondades de que Prisa, el grupo más fiel al Ejecutivo, tenga su propia televisión. Con ella se podría apoyar sus políticas, ser un altavoz inmejorable para llegar a todos los rincones y el complemento perfecto para TVE y a Telecinco con el que hacer la pinza informativa a Antena 3, cadena que se ha convertido en el azote del Gobierno.
Desde Moncloa ya han trasladado a Oughourlian y a los miembros del consejo de administración la conveniencia del proyecto y de la buena sintonía que ha encontrado en el presidente de Gobierno. De esta manera, la directriz inicial es que se pueda votar cuanto antes en el consejo de administración de Prisa, algo que podría producirse antes de que empiece el verano.
Una vez con la votación aprobada, lo normal es que Andrés Varela Entrecanales (dueño del 7% de Prisa y de la productora The Pool) vote a favor del plan, pero la solidez de los apoyos de Oughourlian tras las últimas reestructuraciones del consejo de administración de Prisa hace que la postura final del presidente (sea la que sea) termine decantando la operación.
Plan de Contreras
El plan de Contreras —adelantado por El Independiente— se basa en un canal que tendría un carácter eminentemente informativo y que tendría muchas sinergias con las redacciones de El País y de Cadena Ser, al que se sumarían programas de entretenimiento proporcionados por el propio Contreras a través de LaCoproductora y de otras productoras afines a su órbita.
Contreras también tendría cerrada la posibilidad de alquilar la frecuencia a Unidad Editorial, que desde el año 2016 alquila una de sus frecuencias de Veo TV a Mediapro para que emita Gol. El contrato está cerca de expirar tras ocho años de emisión ininterrumpida por un coste que en su momento se cerró por entre tres y cuatro millones de euros al año.
Pero la situación financiera de Prisa da la espalda a Contreras. Montar una televisión en abierto puede tener un coste mínimo anual de entre diez y 12 millones de euros. Al coste de la licencia, que probablemente debe pagarse a un precio mayor que en el que paga Mediapro actualmente, se debe sumar el pago del transporte de la señal y que está cercano a los cuatro a cinco millones de euros.
Costes de la TDT
Esto tiene que incluir además los costes fijos, plantilla y parrilla de programas que no baja de los dos millones al año, incluso si es que se hace una programación sumamente modesta. Del mismo modo, se tendría que poner en marcha un agresivo plan de marketing y de difusión para que la población conozca la nueva cadena, con un coste que no sería inferior al millón de euros
Desde el lado de los ingresos, tampoco hay buenas noticias. El total de las televisiones en abierto ingresó 1.480 millones de euros en publicidad en 2023, según Infoadex. Una caída del 2,6% anual y con la salvedad de que el 85% de este montante se lo lleva el grupo Atresmedia y Mediaset con todas sus cadenas temáticas.
Esto deja al resto de televisiones en abierto 110,5 millones de euros a repartir entre Trece, DKISS, Ten, Gol TV, Real Madrid Televisión, Disney Channel, Paramount Network y DMAX. Una distribución de la publicidad que se hace proporcional a su audiencia, por lo que una cadena recién llegada está condenada a recibir la menor inversión de estas ocho televisiones.
Deuda de Prisa
Esto sin contar con que la capacidad inversora del grupo Prisa es limitada. La compañía tiene una deuda de 832,3 millones de euros, por la que pagó 86,6 millones de intereses en 2023; con una valoración en bolsa de apenas 407 millones; y que por segundo año consecutivo ha tenido que recurrir a la emisión de un bono convertible para salvar sus estrecheces económicas.
La compañía ha sufrido la subida de tipos porque gran parte de su pasivo estaba unido a un interés variable, por lo que lleva dos años reestructurando su pasivo, lo que hace totalmente inviable afrontar una nueva inversión de decenas de millones de euros como la que requiere una televisión en abierto de alcance nacional.