Indignación en los accionistas de Prisa por la «inédita» acumulación de poder de Oughourlian
En el caso del grupo Vivendi también hay descontento por la guerra política en la que se están viendo envueltos
El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, durante la celebración de la Junta General de Accionistas de 2022. | Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, ha lanzado un nuevo órdago en su lucha contra el Gobierno y accionistas afines a Moncloa para mantener el control de la compañía. El sábado, el diario francés Le Point publicó detalles de una reunión del ministro de Transformación Digital, Óscar López, con Vivendi para pedirles que se marcharan del grupo; el domingo se le designó como primer ejecutivo de El País y del diario AS; y este lunes publicó un artículo de opinión en El País, el más destacado del periódico, defendiendo su independencia editorial y advirtiendo de una conjura del Ejecutivo de Pedro Sánchez para derribarlo.
Una serie de acontecimientos y movimientos que no han sentado bien, ni en Vivendi ni el resto de los accionistas del grupo Prisa. Oughourlian se ha convertido en el directivo que más poder ha acumulado en la compañía desde Juan Luis Cebrián y lo ha hecho además sin tener un consejero delegado como contrapeso. Una designación como presidente de El País que, por lo demás, se produjo sin avisar ni debatir con ninguno de los accionistas.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, en el caso de los franceses no gusta que se les vincule a una guerra política y a una lucha con un gobierno, el español, con el que no quieren tener ningún tipo de problemas y con el que aspiran a mantener relaciones normales, como en todos los países donde tienen negocios. Las fuentes consultadas hablan de que se ha puesto a la empresa fundada por Vincent Bolloré en una situación incómoda en la que no se sienten representados.
Acumulación de poder
En la información del semanario francés se indicaba que en una reunión sostenida en el marco de la cumbre europea de Inteligencia Artificial (IA), Óscar López y el presidente de Telefónica, Marc Murtra, se reunieron con Arnaud de Puyfontaine, presidente del consejo de administración de Vivendi, para pedirle que vendiera su paquete del 12% a los accionistas cercanos al Gobierno y se marcharan de Prisa. Se habría apelado al contrato de 80 millones de Havas con la operadora de telecomunicaciones al que este diario se ha referido en numerosas informaciones.
Horas después de la publicación, el propio ministro desmintió que el encuentro se produjese en estos términos, dijo que no hablaron de Prisa y lo calificó como una reunión normal con otros representantes de medios europeos. En cualquier caso, desde el grupo francés indican que el contenido de la reunión no se filtró en ningún momento desde su entorno, ya que creen que claramente perjudica sus intereses comerciales.
Una situación que se suma a las críticas de otros accionistas de la compañía por la «inédita» acumulación de poder de Oughourlian, tras suceder a Carlos Núñez, CEO de Prisa Media. De esta manera, el empresario franco-armenio es actualmente presidente no ejecutivo de Prisa, presidente de El País y presidente del diario AS; y su mano derecha, Pilar Gil, es consejera delegada -oficial y de facto– de todas estas empresas.
Accionistas de Prisa
Unas críticas que no solo comparten los accionistas rebeldes afines a Moncloa (Global Alconaba, Adolfo Utor y Diego Prieto), sino que una buena parte de todo el resto del capital, incluyendo al Banco Santander, los Polanco, Roberto Alcántara, Carlos Fernández e incluso el jeque Al Thani. Es, por tanto, un descontento generalizado entre representantes de al menos el 40% del capital del grupo Prisa. El resto de las acciones está representada por Amber, el fondo que lidera Oughourlian, con un 29%; Vivendi, con otro 12%; y Carlos Slim, con otro 7%.
Y las críticas son comunes. En primer lugar, advierten que a ningún accionista se le informó que Oughourlian sería nombrado presidente de El País, y que, por tanto, su designación nunca pasó por el consejo de la compañía. Lo que sí se hizo, fue aprobarlo por los consejos de administración de Prisa Media y de El País. En el grupo se indica que una designación de estas características solo tiene que pasar por las empresas que realmente se verán afectadas.
Estos accionistas también creen que estamos ante la mayor acumulación de poder de un presidente de Prisa desde Juan Luis Cebrián, una situación que consideran paradójica, ya que fue el propio Oughourlian quien utilizó este argumento para apartar al fundador de El País de la presidencia de la compañía en 2017, con apoyo del Banco Santander y de los Polanco.
Columna en ‘El País’
Es verdad que Cebrián también tuvo los dos cargos (presidente de Prisa y de El País), pero siempre tuvo un consejero delegado por debajo que llevase la gestión del día a día. En el caso de Oughourlian, desde hace tres años no tiene CEO y dividió la gestión entre los responsables de Prisa Media y Santillana. En el primero de los casos, el puesto está vacante desde la renuncia de Carlos Núñez hace dos semanas, aunque Pilar Gil, directora financiera, ha asumido las funciones operativas.
Desde los rebeldes apuntan además que estos últimos movimientos de Oughourlian no serían necesarios si tuviese asegurada una mayoría en el capital que garantizase su continuidad. Este diario ya ha informado de que Global Alconaba, Prieto y Utor buscan conseguir el 51% para apartarle de la presidencia y que para ello llevan semanas manteniendo contactos con todos los accionistas. En este sentido, creen que su designación en la presidencia de El País -y lo que califican como una deriva personalista- puede ser un aliciente para terminar de convencer a algunos indecisos.
Vivendi, Slim y Prisa
Respecto al artículo en El País de este lunes, otros accionistas advierten que Oughourlian se equivoca intentando convertir esta disputa en una guerra contra el Gobierno. Reconocen que es evidente que Moncloa quiere apartarle y que para ello utiliza todos sus resortes, pero también recuerdan que el empresario franco-armenio lleva cuatro años conviviendo con el Ejecutivo, tolerando que tuviera el control editorial de El País y la Cadena Ser, y que nunca le ha preocupado la libertad e independencia que hoy dice defender. Todo, hasta que han querido apartarle de la gestión económica, según señala a este diario un accionista que reconoce que apoya a los rebeldes, pero que también advierte que no está de acuerdo con las presiones de Sánchez.
Por otro lado, desde los rebeldes se indica que ni Vivendi ni Carlos Slim han dado su apoyo formal al presidente no ejecutivo, pese a que Oughourlian repite en todas las reuniones de las últimas dos semanas que son soportes fieles para mantenerse con el control de Prisa. Y menos después de los últimos movimientos del empresario franco-armenio al asumir la presidencia de El País sin avisar a los accionistas y lanzar una advertencia a Sánchez a través de sus páginas. De ser cierto, esto supone que la lucha está más abierta que nunca.
