Aran Aznar, su dura vida tras 'Supervivientes': un desahucio y más alejada que nunca de su tío

La televisión puede ser una gran forma de catapultarte a la fama. Es por eso que muchas personas lo utilizan para que su nombre comience a retumbar en todas las partes del mundo. A otros, para hacerse conocidos, les basta con nacer en alguna familia de renombre. Este es el caso de Aran Aznar, sobrina del que un día fuera presidente del Gobierno, José María Aznar. La mujer se hizo famosa hace diez años por participar en Supervivientes, una gran aventura que se le ofreció por su vinculo familiar con el político del Partido Popular. En su momento, Aran consiguió cierto éxito participando en el reality de más exigencia de la televisión y apareciendo de forma continua en la pequeña pantalla. Aunque eso sí, este tipo de fama tiene otra consecuencia; la efimeridad.

Han pasado muchos años desde que ya no vemos a Aran Aznar, pero esto no quiere decir que en su vida no hayan pasado cosas. Fue en el mes de diciembre de 2022 cuando se supo el delicado momento que estaba pasando; confesó que había sufrido violencia de género por parte de su expareja y, además, también, había sido desahuciada junto a su hija. Una etapa muy complicada en la que, como ella misma ha confesado, no está disfrutando del apoyo de su tíos, José María y Ana Botella. Lo cierto es que, cuando se presentó al reality show, también habló de su relación era totalmente nula.

Su participación en ‘Supervivientes’

Aran es hija de Elvira, hermana del político del Partido Popular. Participó en Supervivientes en el año 2014, en donde permaneció durante 22 días. Antes de eso, apareció sin ropa en la portada de la revista Interviu. Unos años más tarde dio una desgarradora entrevista contando cómo había sido su vida. Sí que es cierto que el programa de Mediaset ya mostró que era una auténtica luchadora, una actitud que ha llevado siempre por bandera. Fue en la revista Lecturas en la que desveló que, durante su infancia, había vivido diversos episodios que le habían marcado de por vida. «Mi padre biológico me violó con tres años. Mis padres se habían separado, tenían régimen de visitas y no me devolvió», contó por primera vez.

También, a ese mismo medio contó que estaba pasando por una delicada situación económica, lo que había hecho que hasta pasara días sin comer. Y, además, no había tenido un techo donde refugiarse. «He dormido en cajeros automáticos, en coches abandonados», confesó a la mencionada publicación. Tampoco sus relaciones personales han favorecido esta situación. Una vez salió del reality, Aran decidió dejar a su novio, con quien llevaba diez años. Por eso cayó en una fuerte depresión. A partir de ahí, comenzó a codearse con el mundo de las drogas y empezó una nueva relación que, con el paso del tiempo, calificó como tóxica.

Su duro momento económico

Fue ella misma quien contó que le «maltrataba física y psíquicamente». «He recibido muchas palizas», llegó a relatar. A pesar de todo, Aran Aznar pudo reconocer el infierno en el que estaba sumida y decidió acudir a una clínica de rehabilitación. Pero en el verano de 2022, la mujer sufrió otro revés. La sobrina Aznar anunció que, debido a que no tenía dinero para pagar su casa, en la que estaba de alquiler, había recibido una orden de desahucio. Esto se llevó a cabo a los pocos días en la vivienda en la que vivía junto a su hija y ambas acabaron en la calle.

«Soy una persona vulnerable por los servicios sociales y todo está certificado. Además, soy víctima de violencia de género. Cobro una pensión por ello que ya hace tres meses que se me terminó, con lo cual no tengo ningún ingreso. He estado cuidando sin contrato a gente hospitalizada, pasando allí la noche para pagar mis facturas, pero es puntual», contó a la revista Semana. Debido a esta situación, Aran tuvo que volver a vivir a casa de su madre, mientras que su hija se trasladó a residir al garaje de una amiga.

La relación de Aran con su tío, José María Aznar

«Gracias a que me ha dejado quedarme en una habitación, pero ella tampoco tiene muchos medios económicos. Tienes más de 70 años. La que más me preocupa ahora es mi hija porque está en un garaje. El día que pasó era su cumpleaños. Está al límite, decía que para ella la vida había terminado. La fuerza de la familia soy yo. Yo le digo que todo esto nos va a hacer más fuertes», explicó la sobrina de José María Aznar. Además, resaltó que no esperaba recibir la ayuda de nadie: «Mis tíos no tienen la obligación de hacerse cargo de mí. Yo soy yo. El apellido de mi tío también es el mío, pero yo empecé a trabajar con 16 años, a mi hija la tuve sola».

Fue Europa Press el medio que, hace un año, pudo hablar con ella sobre cómo se encontraba. La televisiva contó que seguía viviendo con su madre: «En febrero del año pasado fue cuando tuve las operaciones de la paliza que me dio mi expareja y ya me vine para acá después del quirófano. Y llevo aquí un año. Aquí estoy con los niños y el peque». También, el medio de comunicación quiso preguntarle sobre cómo se encontraba después de esos años de maltrato. «He engordado bastante porque lógicamente ha habido mucho reposo y tal y luego la depresión, que eso sabes. Lo que más cuesta es volver a confiar o el fiarte de la gente». Sobre si ha vuelto o no a encontrar trabajo y cómo se encuentra su economía, Aran se mostró muy clara: «En la ruina no, algo queda. Yo la esperanza no la pierdo, seguiré buscando, luchando y a mis contactos pasándole mi currículum».