Volvo EX30: el SUV eléctrico de calidad 'premium' y precio de un gasolina
Coches así, con el eje del precio por bandera, son los llamados a provocar el cambio hacia la electromovilidad por la que los gobiernos europeos suspiran
Ha sido una de las mayores sorpresas del mercado en fechas recientes. No lo ha sido por su calidad, por ser inesperado, o por llegar a un espacio en el que se esperaban modelos así. La verdadera sorpresa ha sido su precio. El Volvo EX30 aterriza en el momento justo y a un precio imbatible a cambio de lo que ofrece. Los 36.770 euros que piden a cambio de la versión de acceso, que con ayudas se sitúa por debajo de los 30.000, serán el impulsor de un modelo que se supone debería costar más… se podría decirse ‘se han marcado un Tesla’ a la hora de ponerle precio.
Calidad ‘premium’, precio chino
Cuando la china Geely se hizo con las riendas de la compañía sueca de manos de Ford en 2010, muchos se echaron las manos a la cabeza. Temieron que una compañía señera, de muy remarcada calidad y fuerte personalidad, perdiera su buena imagen labrada desde 1927. Geely empezó fabricando neveras y motos, y desde que se metieron en la industria del automóvil con la marca escandinava no han hecho más que acertar con sus modelos, que ni han perdido calidad, ni tampoco su halo de vehículos muy confiables. Con un crecimiento sin precedentes, y con firmas en su portfolio como Lynk & Co, Lotus, Zeekr, Smart o Polestar, encontrar soluciones a problemas comunes es mucho más fácil. De hecho, se podría decir que parte de su contenido precio se deben a que el EX30 comparte la plataforma SEA con otros modelos del grupo.
Si se le compara con otros SUV eléctricos del segmento B como el Smart #1, o el DS 3 E-Tense, se puede observar que se van a unos 5.000 euros por encima antes de ayudas ofreciendo un vehículo equiparable. Con una longitud de 4,23 de largo, 1,83 de ancho y 1.833 kilos de peso, queda ligeramente por debajo de opciones algo más grandes como BMW iX1, Q4 e-tron de Audi, o el EQA de Mercedes. Con unos veinticinco centímetros más, la diferencia se dispara a un mínimo de 20.000 euros con un producto vecino. Un poco por debajo del sueco venido de oriente está el muy atractivo Jeep Avenger. Puesto en la calle y con ayudas tienen un precio casi calcado, y aunque siendo una excelente opción, es algo más pequeño en todo; tamaño, prestaciones, potencia, autonomía, y equipamiento.
El secreto está en la ma… batería
Si en los aviones dos tercios de su precio son los motores, podría decirse que en entre un tercio y la mitad del precio de un coche eléctrico se debe a su batería. Esto varía según su tamaño, fabricante, cantidad de unidades adquiridas por la marca, y sobre todo sus componentes. El EX30 en versión de acceso, llamada Core, ha apostado por una tecnología poco habitual en vehículos de cierta prestancia, como es la de usar una batería LFP (fosfato de hierro y litio). El rendimiento no es el mismo que el de otras más eficientes desde el punto de vista energético, pero rebaja mucho su precio aportando unas prestaciones razonables. La batería del EX30 Core es de 51 kWh y otorga su energía a un propulsor de 272 CV instalado en el tren trasero.
Con esta motorización consigue una excelente aceleración de 5,7 segundos en la prueba del 0 a 100 km/h, y alcanza una velocidad máxima —autolimitada— de 180 km/h. Su autonomía es de unos algo justos 344 kilómetros según el ciclo WLTP. Por poco más de 5.000 euros se puede acceder a una versión superior del modelo, la denominada Single, que equipa una batería tipo NCM (litio, níquel, manganeso) capaz de alojar una carga de 69 kWh, y que arroja una autonomía de 480 kms. Algo menos, 460 logra alejarse la versión más potente, llamada Twin, con dos motores. Este es el más musculoso de la familia, y dispone de 428 CV que aplica al suelo a las cuatro ruedas gracias a dos motores, uno delante y otro detrás. Gracias a ellos alcanza los 100 km/h en nada menos que 3,6 segundos.
Plataforma compartida
Hay más ingredientes a la hora de ofrecer un precio tan contenido. Uno es la ya citada plataforma SEA que usan otros modelos del grupo. Otro es la que liquidar muchos accesorios, como el de los altavoces en las puertas, y los traseros (que se pueden instalar aparte), para poner una especie de barra de sonido similar a las de las televisiones. Se ha confiado a la prestigiosa Harman-Kardon de su puesta a punto. Otra cosa que ha desaparecido de la vista es una retahíla de botones físicos, que han pasado a la pantalla táctil. O los de las ventanillas, que se pueden encontrar en la consola central, para ahorrar cableado e instalaciones. El salpicadero del EX30 está dominado por un gran sistema de infoentretenimiento, basado en Google con Apple CarPlay, y pantalla de 12,3 pulgadas, que se sitúa sobre una guantera central de fácil acceso.
Su línea es la muy habitual de Volvo, muy angulosa y monolítica, de voladizos muy cortos y un trasero casi vertical, que aporta a su figura una presencia robusta. En 2024 llegará un EX30 Cross Country, más campestre y mayor altura.
Volvo quiere que la mitad de sus coches sean puramente eléctricos en los próximos 18 meses, y una parte importante de ellos serán unidades de este SUV de pequeño tamaño. Con esta finalidad en mente se podría decir que Volvo ha reventado el mercado con un producto de una calidad superior a lo que cobra, o que ofrece un coche premium a cambio de un precio de eléctrico de firma generalista. Coches así, con el eje del precio por bandera, son los llamados a provocar el previsible cambio hacia la electromovilidad por la que los gobiernos europeos suspiran. La desgracia es que las soluciones a sus desvelos tengan que venir de lejos… pero siempre será mejor que lleguen de lejos a que no lleguen, o nos cuesten más.