El nuevo Smart #3 agita el ADN de una marca que se reinventa
El modelo alberga personalidad, ninguno de sus detalles choca visualmente y resulta agradable en todos sus ángulos
Cuenta la leyenda —infundada— que los primeros Smart eran tan pequeños, raros, y estaban tan desprotegidos en el plano electrónico, que cuando pasaban por calle Génova de Madrid, justo por delante de la sede del Partido Popular, sus inhibidores de seguridad interferían en sus circuitos hasta el punto de detenerse.
Incomprendidos por la mayoría en 1998, fecha de su lanzamiento, adelantaron a su tiempo. Pero a nadie escapaba que aquella primera generación de microcoches urbanos tenía que mejorar mucho para ser competitiva. Poco a poco fueron calando en el mercado, hasta que Mercedes se hizo con las riendas. Los germanos sometieron a profundas mejoras de diseño y calidad a los coches más pequeños que jamás hayan fabricado, y se convirtieron en otros muy distintos, aunque parecieran los mismos.
Después llegó la compra por parte de la china Geely, la electrificación, y más tarde la desaparición de un modelo que hoy tiene más sentido que nunca. Pero los orientales, asociados a Mercedes, tenían otros planes para su marca. Se están olvidando de los microcoches urbanos y acometieron la misión de crear coches-chinos-de-los-que-se-venden-en-Europa, que son o los de gasolina muy baratos, o los eléctricos de hasta un nivel medio. Y en esas segundas están. Comenzaron en 2022 con el Smart #1, un SUV eléctrico de tamaño pequeño, y es ahora con el #3, cuando dan un ambicioso salto hasta el concurrido y emergente espacio de los SUVs de tamaño medio y altas prestaciones.
Cambio de ADN, con alma deportiva
El cambio de producto en Smart es de tal calibre que si alineamos dos ForTwo, el modelo primigenio de la marca, obtenemos casi un #3. Si el primero medía 2,5 metros, el novedoso SUV se va a los 4,40 metros de largo, 1,84 de ancho, 1,56 de alto. Su maletero, con asientos traseros abatidos, dispone de 1.160 litros, donde casi cabría uno de aquellos primeros Smart. Si los asientos de atrás mantienen su postura normal, el espacio disponible se queda en una capacidad de 370 litros, a los que habría que sumar los 15 del baúl existente bajo el capó delantero. Esta zona frontal, siempre útil aunque limitada, es donde se suelen guardar los cables y accesorios de carga del vehículo.
El Smart #3 se comercializará en cinco versiones distintas: Pro, Pro+, Premium, 25th Anniversary Edition y Brabus. Sus diferencias estriban en el equipamiento, batería y motorización. Con propulsión exclusivamente eléctrica y el peso extra que añaden las baterías de 66 kWh, su tonelaje bascula entre los 1.780 kilos de las versiones básicas, y 1.910 de las mejor dotadas en cuanto a prestaciones y capacidades. Como es bastante frecuente en eléctricos que atienden a esta tipología, el Smart #3 dispone de tres opciones en cuanto a su motorización.
La de acceso, denominada Pro, está equipada con una batería de litio-ferrofosfato de 49 kWh y que proporciona una autonomía de 325 kilómetros. El resto de la gama, aunque no toda, equipa un motor que desarrolla 200 kW (272 CV) y entrega un par máximo de 343 Nm. El escalón más alto del catálogo lo ocupa la versión superior, denominada Brabus, y viene avalada por el preparador germano cercano a la marca Mercedes. En esta tercera opción, la potencia se eleva a unos contundentes 315 kW (422 CV) y un par máximo de 543 Nm aplicado a sus cuatro ruedas. Con semejante caballería, el #3 se convierte en uno de los SUV con mayor capacidad de aceleración de su segmento, con unos notables 3,7 segundos en el 0 a 100 km/h; serán 5,8 para la motorización básica. En el caso del más poderoso y tracción total, la autonomía sufre un poco y según ciclo WLTP es capaz de recorrer 415 kilómetros. Algo más el más pequeño, que con solo tracción al eje trasero, que debería hacer entres 435 y 455 kilómetros según versiones en condiciones normales. Su velocidad, en todos los acabados, está limitada a 180 km/h.
Líneas, formas, interior
El #3 presenta unas líneas modernas pero sin estridencias. Definible como crossover, o SUV coupé, es elegante y discreto, con una carrocería que destila deportividad. Alberga personalidad, ninguno de sus detalles choca visualmente, y resulta agradable en todos sus ángulos. Tanto delante como detrás tiene una parrilla y un spoiler que borran del mapa esas masividades propias de otros eléctricos. Su morro es cortito y bajo, con luces LED que viajan de lado a lado uniendo unos faros minimalistas.
Una vez dentro, presenta un habitáculo amplio y con tecnologías de última hornada, algo propio de coches de cierto nivel y calidades propias de marcas alemanas. Cuenta con asientos deportivos, a juego con detalles acabados en piel y alcántara por todo su interior. En una tendencia muy actual, apenas hay más botones que los disponibles en el volante… y pocos más. Casi todas las funciones, opciones y variables se controlan desde la pantalla principal de 12,3 pulgadas. Hay otra sin más funciones que la de ofrecer información, tras el volante, de 9,2 pulgadas. A esas dos, hay que añadir en algunas versiones el Head-Up Display de 10 pulgadas visible en la luna delantera. Sus tecnologías ADAS incluyen control de crucero adaptativo con función Stop & Go, mantenimiento de carril, alarma de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, asistente para conducción en autopistas/autovías con asistente de cambio de carril y asistente de tráfico, sensores de aparcamiento, o cámara de 360 grados entre otros.
Un mercado concurrido
Basado en la plataforma SEA del conglomerado chino Geely, comparte muchos elementos estructurales con Polestar o Volvo, que tienen productos muy similares. Peleará en el mercado con los BMW iX1, el Volkswagen ID.4, el Volvo C40 y, oh sorpresa, los Mercedes EQA, su propio hermano alemán. La marca de la estrella parece querer deshacerse de los modelos más pequeños de su gama, y una manera de avanzar en este sentido bien podría ser encargárselos a su filial china, de la que posee el 50% del accionariado.
El Smart #3 aún no tiene precio, pero se habla de que podría viajar entre los 45.000 y 55.000 euros si se sube catálogo arriba. El mercado de los SUV del tipo C, los medianos, son los coches más populares en Europa en esta tercera década del siglo, y este Smart quiere su trozo de la tarta. Está bien acabado, tiene ciertos tintes de calidad con detalles de coche prémium, y estará en los concesionarios en los primeros meses del año. Nadie duda de que cuando pasen por la calle Génova de Madrid, lo harán con mucho más estilo y caché que sus antepasados.