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Mercedes presenta la nueva generación del CLA con un eléctrico que hace 800 kilómetros

El modelo apunta a la recuperación del liderazgo tecnológico perdido

Mercedes presenta la nueva generación del CLA con un eléctrico que hace 800 kilómetros

La nueva serie CLA de Mercedes.

Le han dado la vuelta a la tortilla. Los alemanes de Mercedes demuestran que tienen la cabeza de cualquier forma menos cuadrada. Se estrellaron con sus eléctricos, aprendieron la lección, y pegan un manotazo en la mesa con un vehículo extraordinario: el nuevo CLA.

En realidad, no es del todo nuevo, sino la tercera generación de unos de sus modelos más exitosos desde que nació. Con más de 800.000 unidades colocadas desde su lanzamiento en el Salón de Detroit de 2013, supone aproximadamente el 25 % de las ventas de la marca en Estados Unidos, y un 30 % en Europa, sus dos principales mercados.

Una de las claves del éxito recabado fue que cautivó a una audiencia joven que ayudó a rebajar la edad media de la marca. Si en 1997 era de 56 años, ahora se encuentra ligeramente por encima de los 40, pero ha subido tras la pandemia. Antes del Covid estuvo por debajo de esa cifra.

El CLA fue un éxito instantáneo con su tamaño medio, formas muy aerodinámicas, las características propias que representan a la marca y un precio relativamente contenido. Pero necesitaba un lavado de cara, una renovación tras unos cuantos ejercicios de suave y lógica caída en las ventas, ante el desgaste del modelo y el avance de su competencia.

Der neue Mercedes-Benz CLA mit EQ Technologie: Displayinhalt kann optisch vom Serienstand abweichen; AMG Line Plus, Interieur: Schwarz/Clean White Pearl The all-new Mercedes-Benz CLA with EQ Technology: Display content may differ visually from the production model; AMG Line Plus, interior: black/clean white pearl

Mercedes ha logrado lo más difícil: crear dos coches dentro de uno, que satisfaga a dos mercados contrapuestos, el chino, y el de occidente. El nuevo CLA es un híbrido suave, capaz de dejar contentas a autoridades, de ofrecer un excelente rendimiento a los que aún no quieren un eléctrico, pero necesitan avanzar en lo relativo a la sostenibilidad.

Pero también es un potente eléctrico, supereficiente, capaz de alcanzar cifras de autonomía nunca vistas antes en coches europeos con un consumo muy contenido, a base de aplicar lo más esotérico de la tecnología disponible para dislocar a sus clientes asiáticos. Y no era fácil.

De entrada, Mercedes se alinea con algunas marcas chinas y la ecuación habitual en Stellantis: una plataforma que sirva para todo. Los germanos unen mecánicas que partieron de dos líneas separadas, y lanzan la nueva base modular MMA que puede albergar coches con motor térmico y eléctrico; mismo coche, varias opciones. De acuerdo con esa decisión, vemos desaparecer —al menos en este modelo— la denominación EQ, para ser CLA de nombre, al que se le adhiere la EQ como apellido cuando el coche va solo a batería. Es de esperar que lleguen más productos con esta misma planta.

Lo segundo es que al estilo de firmas como BYD o Tesla, cortan lazos con muchos proveedores y se hacen todos los elementos posibles en casa. Hay un mayor control del producto, una relación más sólida entre las partes de un complejo mecano, o mayor velocidad al pedido de los diseñadores, entre otras ventajas. Asuntos en manos de terceros, como la transmisión, la batería, o el software, ya no se solicitan a nadie, sino que se desarrolla bajo el mismo techo.

Der neue Mercedes-Benz CLA mit EQ Technologie: Exterieur: AMG Line Plus, MANUFAKTUR patagonienrot metallic The all-new Mercedes-Benz CLA with EQ Technology: exterior: AMG Line Plus, MANUFAKTUR patagonia red metallic

La marca de la estrella fue durante décadas una fuente de inspiración para otros, debido a su capacidad de innovación. Llegaron Tesla o marcas chinas, con un software sorprendente, luces por todas partes, o velocidades récord de carga eléctrica y dejaron atrás a unos que se quedaron algo anclados en lo ya conocido. Pero el CLA apunta a ser la palanca que cambie esta visión, y con este patrón, recuperar el liderazgo tecnológico perdido.

800 kilómetros de autonomía

Esto se traduce en un coche que en su conjunto es mejor que todos los de su segmento. Derrota —o cuando menos iguala— a todos y en todo en el cara a cara, tanto en diseño, en software, en acabados, y la guinda del pastel: en la autonomía. Puede que los 792 kilómetros que promete su homologación WLTP no se cumplan en el mundo real, pero va a pasar ampliamente de los 500, puede que 600 en condiciones favorables, y es una cifra que casi nadie puede ofrecer.

Semejante capacidad sale de una batería, aunque también de la gestión de la energía y sus motores, y ahí las innovaciones más interesantes. El CLA 3.0 tendrá dos versiones, la híbrida suave y la eléctrica, y aunque cada cual encontrará a su cliente, es el segundo el que aglutina el mayor número de soluciones y las más sorprendentes.

Si la excelente aerodinámica es compartida y la estética es casi la misma, lo que encierra el sistema de propulsión en buena lógica es muy distinto. Incluso hay dos opciones en las versiones electrificadas con dos baterías distintas, una LFP de 58 kWh más pequeña y otra NMC con 85 kWh de carga útil. Con tecnología de 800 voltios, la potencia que admite la más ambiciosa es de hasta 320 kW, lo que le brinda la posibilidad de lograr 300 kms de autonomía en diez minutos.

Bajo consumo con mucho ingenio

Lo siguiente que aplica para lograr estas cifras es su bajo consumo. Homologa entre 12 kWh y 14,8 kWh en carretera para entregar potencias de 272 CV en la opción del tracción trasera, y de 350 en el que monta dos motores y tracción total. Uno de los trucos para ahorrar reside en la desactivación del motor delantero cuando la demanda de potencia no sea necesaria.

Pero hay más, y es que tiene cambio de marchas, con dos velocidades. De manera automática, y cuando pasa de 110 km/h, pasa a la relación más larga como hace el Porsche Taycan. Si en su vecino de Stuttgart lo hace en la persecución de prestaciones, el Mercedes lo usa en la búsqueda de la eficiencia. Al rebajar las RPM en sus motores de imanes síncronos, el consumo baja.

Der neue Mercedes-Benz CLA mit EQ Technologie: Exterieur: AMG Line Plus, MANUFAKTUR patagonienrot metallic The all-new Mercedes-Benz CLA with EQ Technology: exterior: AMG Line Plus, MANUFAKTUR patagonia red metallic

Una vez dentro de un coche de 4,72 metros, la pantalla pasa a denominarse Hyperscreen, porque no hay ni una, ni dos, sino tres en opción; una de 10 pulgadas para el conductor y dos alineadas de 14. Y con esto se refleja la enorme diferencia entre los gustos y necesidades del mercado chino, que equivale ya a la suma del europeo y norteamericano combinados.

Los occidentales quieren viajar y realizar desplazamientos largos. Los chinos, por contra, aún tienen que descubrir los placeres del turismo, y pasan encerrados en sus coches horas perdidas en enormes atascos. Si los primeros buscan autonomía, los orientales prefieren pantallas en las que hacer cosas y entretenerse. Y a todos ellos les cubre sus necesidades el CLA, algo que no es fácil y que indica la senda a la propia marca y a todos los que quieran triunfar en todos los mercados.

Y también motores híbridos

Si en China lo que funciona es lo eléctrico, en el viejo occidente aún se piden motores térmicos, o al menos híbridos. Y para eso, Mercedes ofrece una motorización de hibridación suave basada en un propulsor de cuatro cilindros y litro y medio, con 140, 170 o 190 caballos, en opciones de tracción trasera o total. A pesar de parecer un motor pequeño, promete consumos muy contenidos, la posibilidad de avanzar en modo eléctrico hasta cierta velocidad y la batería lo permita. Permite registros de 6,7 segundos en el 0 a 100 cuando se usa solo la tracción trasera, o 4,9 el que aplica la potencia a sus cuatro ruedas.

Y luego está el cambio de parrilla, las 142 estrellitas iluminadas en el morro de las versiones eléctricas, los faros LED matriciales en forma de estrella, los faros delanteros conectados por una tira luminosa. También las llantas desde 17 a 19 pulgadas en opción, los espectaculares —y costosos— acabados AMG, o el nuevo sistema operativo con una capa hecha a medida en casa sobre elementos de Microsoft, Google o ChatGPT.

Pero la clave de este coche no son sus elementos por separado, sino el enorme conjunto que han sacado los alemanes. Han reiniciado su introducción en el mercado eléctrico, muy sorprendente, muy innovador, con un producto excelente, cargado de todo aquello de lo que carecía, y con lo que puede imponerse a todos aquellos que les adelantaron. El Mercedes CLA puede ser el coche del año, no solo porque lo que es, sino por lo que significa.

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