No, Scott Fitzgerald no escribió la carta que circula en redes sobre una cuarentena

Circula estos días en las redes sociales, como forma de dar ánimo a todas las personas que se encuentran en cuarentena por la pandemia del coronavirus[contexto id=»460724″], una carta atribuida al escritor estadounidense Francis Scott Fitzgerald durante una cuarentena que supuestamente él mismo vivió durante el brote de la llamada gripe española. Sin embargo, la misiva es falsa.

«Querida Rosemary:

Ha sido un día límpido y triste, como colgado en una cesta desde una estrella aburrida. Te agradezco tu carta. Fuera, percibo lo que puede ser una colección de hojas caídas peleando contra una papelera. Suena como jazz para mis oídos. Así de vacías están las calles. Parece que el bullicio de la ciudad se ha arrinconado, y con razón. En estos momentos, resulta muy conmovedor evitar todos los espacios públicos. Incluso los bares, como le conté a Hemingway, pero él me dio un puñetazo en el estómago, ante lo cual yo le pregunté si se había lavado las manos. No lo había hecho. Ese es un negacionista. Cree que el virus solo es una gripe. Me pregunto cuáles serán sus fuentes.

Los agentes nos han alertado de que nos aseguremos de que tenemos lo que necesitamos para un mes. Zelda y yo nos hemos surtido de vino tinto, whiskey, ron, vermut, absenta, vino blanco, jerez, ginebra y, señor, si lo necesitamos, brandy. Por favor, reza por nosotros.

Deberías ver la plaza, ay, es terrible. Lloro por las malditas posibilidades que trae este futuro. Las largas tardes se enroscan lentamente en el siempre resbaladizo cóctel sin fondo. Z dice que no es excusa para beber, pero me veo incapaz de mantener la mano quieta. En la distancia, desde mi melancólica posición, la costa está cubierta por una aburrida neblina en la que puedo discernir una penitencia incesante que ha estado viniendo en esta dirección durante mucho, mucho tiempo. Y aún así, entre las agrietadas nubes de la noche, me centro en una única veta de luz que me llama a creer en un mañana mejor.

Con mucho cariño,

F. Scott Fitzgerald».

El texto es, en realidad, un pastiche escritoo por Nick Farriella en la página de humor mcsweeneys.net. «Creo que habla sobre la extrañeza de los tiempos, en los que mucha gente no puede salir de su casa, no hay deportes ni apenas ninguna distracción», ha contado Farriella a la revista estadounidense Esquire. «Que este pastiche haya recibido atención muestra el anhelo de la gente de alguna respuesta por parte de alguien del pasado, alguien que haya superado algo así antes».