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Opinión

Toda Europa tiembla ante los agricultores victimistas

«Adulan a los productores agrarios porque no se atreven a enfrentarse a ellos. El victimismo es su seña de identidad»

Ilustración de Alejandra Svriz.

Una de las debilidades más aparatosas de la Unión Europea es, sin duda, la gestión agraria y su tan pregonada Política Agraria Común (PAC) que ya no es ni agraria ni común. Solo política. El viejo propósito de garantizar la despensa de los ciudadanos europeos ha devenido en un terrible aparato intervencionista que ampara un proteccionismo a ultranza de la producción europea. ¿O debo decir de los productores agrarios europeos?

El intervencionismo es hijo predilecto de la planificación convertida en dogma. Su secuela natural, el proteccionismo, ha desvirtuado los mercados internos y la competencia y ha creado una muralla casi insalvable para las producciones de otros países y áreas que necesitan desarrollarse al tiempo que complementan nuestras carencias naturales. No han faltado voces estos días de movilizaciones en protesta por las facilidades a Ucrania. Así estamos.  

La llamada Política Agraria Común desde sus principios fundacionales de garantizar el autoabastecimiento tras los desastres de la guerra justificaba  con ello su creciente intervencionismo y, sobre todo, el derroche de recursos que desbordó la producción, generando excedentes inasumibles y provocando distorsiones en el mercado alimentario.

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Las sucesivas ‘reformas’ de que ha sido objeto la PAC han acabado en un artefacto ingobernable. La reforma de 1992 añadió el mayor error de todos, ya que cambió el sistema de ayudas a la producción por las ayudas a los productores. Desde entonces, cada nueva reforma ha empeorado las cosas, exacerbando el intervencionismo, impidiendo cualquier consideración que no sea pagar, muchas veces a ciegas, supuestas mejoras medioambientales que, en el caso de España, vienen demostrando su impertinencia (véase como ejemplo la explotación masiva e ilegal de acuíferos en prácticamente todas las regiones).

La última de las reformas de la PAC parecía dar un giro inteligente, proponiendo objetivos concretos. Pero no. Los objetivos generales son los rituales, el fomento de un sector agrario innovador y competitivo, el respeto al medioambiente y el sostenimiento del medio rural. El meollo está en los nueve objetivos específicos. ¿Adivinan cuál es el primero? Asegurar los ingresos justos al productor. Así la reforma convierte en una prioridad lo que debería ser la consecuencia del cumplimiento de los otros ocho objetivos. Esta es la clave de las tractoradas en España y en Europa.

Lo otros objetivos específicos como la preservación de la salud de los consumidores, la productividad del campo, la transparencia de la cadena alimentaria, el sostenimiento medioambiental, la preservación de la biodiversidad, la mejora de la vida en las zonas rurales son cosas que están bien, que hay que tener en cuenta, pero lo primero es lo primero: garantizar los ingresos. Ni siquiera la retribución adecuada. Simplemente los ingresos.

La PAC actualmente en vigor se aplicará hasta 2027. Esta fecha es una de las claves de lo que está ocurriendo. Los productores se movilizan ya pensando en la negociación que debe tener lugar para cuando concluya este periodo. Qué mejor momento que unas inmediatas elecciones al Parlamento Europeo y el relevo en la Comisión para conseguir sus propósitos. De momento han cobrado una pieza muy fácil, con la retirada de la ley europea para la reducción a la mitad del uso de pesticidas químicos. Macron, por su parte, ya ha puesto una millonada sobre la mesa… Otros le seguirán y todos adularán a los productores agrarios porque nadie se atreve a enfrentarse a ellos. El victimismo eterno es su seña de identidad más acusada.

El viejo patrón de los proteccionistas agrarios franceses, José Bové sigue ganando batallas hasta la derrota final de la Europa de todas las libertades.

7 comentarios
  1. Maqui

    Claramente desinformado el supuesto informador.
    Una de las reclamaciones más evidentes de los “protegidos” (según él) agricultores europeos es terminar con la competencia desleal de terceros países que exportan sus productos sin cumplir con.los requisitos medioambientales, de seguridad alimentaria y demás, que la PAC impone a la producción europea. Proteccionismo no hay

  2. Teodosio

    Aquí el Sr. Calleja se delata él solito: «El intervencionismo es hijo predilecto de la planificación convertida en dogma». Supongo que lo dice bajo el dogma del liberalismo, la no intervención y el libre comercio, pero debe quedar claro que lo suyo no es DOGMA.
    En lugar de analizar los motivos reales que subyacen a la protesta de los agricultores se limita a llamarles victimistas. En lugar de reconocer que tienen derecho a protestar contra la espiral de subidas de los costes de producción que ponen en peligro la viabilidad de sus explotaciones los ridiculiza.
    Si queremos tener seguridad alimentaria en la UE, y proteger los ecosistemas de su territorio, necesitamos que exista agricultua y agricultores en la UE. No todo se reduce al cálculo económico.
    No creo que los ciudadanos de la UE estén a favor de que su comida dependa de terceros países como sucedió con el material sanitario de China (durante la pandemia).

  3. MiguelAe

    El campo no puede ser la contraprestación para que los países del norte de europa exporten maquinaria manufacturada.
    Otro punto es la seguridad alimentaria. Se debe exigir standares de calidad en los alimentos que comen los europeos, ya sean producidos en la UE o fuera. Se debe vencer y convencer fuera de que los alimentos no deben causar enfermedades.
    Por último, el campo debe modernizarse y mejorar la productividad y eso se consigue liberalizando los productos. Las ayudas a la producción permiten que quien más innova, mayor beneficio obtiene manteniendo standares de calidad. Subvencionando al individuo en lugar de la producción, se desincentiva la modernización, la mejora de la productividad, y se actúa en detrimento de la mejora de calidad de alimentos fuera de la UE.
    Si mediante la modernización, la UE se posiciona como productor de alimentos sanos y a buen precio, podrá convertirse en exportador, pero para ello antes debe haber una modernización.

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