Se busca talento formado en eficiencia para construir los edificios del futuro
El talento joven cada vez se aleja más de los sectores relacionados con la edificación y rehabilitaciones
Llevamos muchos años asistiendo a la debacle de la profesionalización del sector de la construcción. Un sector que, pese a las oportunidades de crecimiento y aun en periodos de contexto favorable, debe lidiar con una realidad incómoda: la escasez de mano de obra y de profesionales cualificados. A pesar de la demanda y de la proliferación de proyectos de edificación, las vacantes y ofertas de empleo se cubren con dificultad.
El talento joven cada vez se aleja más de los sectores relacionados con la edificación y rehabilitaciones, a lo que se suma el envejecimiento de la población, la falta de relevo generacional y la pérdida o relegación de los oficios. El Informe sobre el Sector de la Construcción 2022 elaborado por el Observatorio Industrial de la Construcción pone de manifiesto el envejecimiento de la plantilla del sector. El peso de la población joven menor de 30 años ocupada en la construcción era del 9,2%, una proporción sutilmente mayor que en 2021, pero igualmente baja y que sigue experimentado un drástico descenso en comparación con otros grupos de edad. De hecho, en 2022, dos de cada diez personas trabajadoras en el sector de la construcción eran mayores de 55 años. El informe también indica que la mitad de los profesionales en este sector posee un nivel de formación que se corresponde con la primera etapa de educación secundaria o inferior (EGB, ESO y equivalentes). Una situación que se mantiene estable desde 2008 y que “deja entrever la polaridad en cuanto al nivel de formación de la población ocupada en la construcción”.
Una situación similar la encontramos en el sector del cerramiento. La preocupante escasez de profesionales especializados hace que desde el sector demos la voz de alarma con la firme determinación de llegar a tiempo para hacer frente a este desafío.
En el pasado Congreso de la Internacional de la Ventana, la Fachada y la Protección Solar contamos con la participación de numerosos expertos y voces autorizadas que reiteraron la importancia de la formación y de la atracción de talento, tanto para el futuro del sector, como para la preservación de los más altos estándares de calidad de productos e instalaciones y para el impulso de la elogiada innovación. Expertos que, además, llamaron la atención sobre la disparidad entre la formación actual y las necesidades reales de las empresas para el desarrollo de sus proyectos. En resumen: pocos profesionales y formación desactualizada.
El sector del cerramiento, en el que incluimos ventanas, fachadas ligeras, envolventes o protecciones solares, entre otros, está estrechamente vinculado con la eficiencia de nuestros edificios y viviendas ─que está dejando de ser una elección para ser una necesidad imperiosa─, sin embargo, la mayoría de los profesionales que fabrican e instalan cerramientos no tienen formación en eficiencia energética, como recordaron en el Congreso desde PH Consultores.
Nuestra actividad demanda innovación, constantes actualizaciones y un conocimiento profundo de las necesidades y las soluciones, para lo que necesitamos una mano de obra técnica cada vez más especializada, formada y capacitada para hacer frente a estos retos.
Pronto surgirán nuevos puestos y se requerirán nuevos perfiles. Desde Arup, otra de las empresas participantes en el mencionado Congreso, destacan seis áreas de desarrollo profesional para las envolventes serán una realidad hacia 2030, especialmente en las áreas de automatización y realidad virtual o aumentada en envolventes. Si ya estamos sufriendo los estragos de la escasez de profesionales, ¿podremos atraer el talento necesario para aprovechar al máximo la vanguardia tecnológica?
Las medidas necesarias deben provenir de distintas fuentes y con distintos alcances. Las empresas deberán seguir apostando por la formación y la promoción del talento, al tiempo que se necesitará un mayor impulso y promoción de los estudios relacionados con los sectores que nos atañen y la inversión en capacitación para asegurar el correcto desempeño y seguridad de la plantilla. Pero, ante todo, se deberá promover la colaboración entre el sector privado y las administraciones públicas. Los mecanismos públicos de ayuda e impulso para activar el sector de la construcción, la rehabilitación y la eficiencia energética caerán en saco roto si no se cuenta con los profesionales necesarios para el correcto desarrollo de los proyectos.
La inacción puede traer consigo consecuencias desastrosas y prevenibles. Consecuencias que tendrán un impacto directo en el empleo, la economía e incluso el medioambiente. Pero estamos a tiempo para diseñar e implementar soluciones que impulsen el talento, ofrezcan mejores salidas a los profesionales y refuercen las capacidades de las empresas del sector, quienes, a fin de cuentas, mantienen viva esta actividad económica.