Las delirantes teorías conspirativas sobre la desaparición de Kate Middleton
«Ya sabemos que los rumores no son noticia, la noticia es que se haya permitido tanto misterio para alimentarlos»
Hace 66 días que no realiza una aparición pública, todo un récord en una de las personalidades más activas de la Familia Real británica, y nadie sabe nada de ella. Pero lo más inquietante y sospechoso es que ningún tabloide ha especulado sobre el paradero de Kate Middleton. Si fuera Meghan Markle, tendríamos una portada día sí, día también, sobre sus caprichosas extravagancias en su encierro, fuga, recuperación o lo que fuere que estuviera viviendo la duquesa de Essex. Jabón para una, látigo para la otra. La doble vara de medir, y de tratarlas, ha hecho que los internautas se tomen la justicia por su mano, convirtiendo a la princesa en Gales en TT mundial iniciando una delirante investigación para encontrarla o, al menos, para intentar explicar qué ha podido suceder para que no dé señales de vida en estos dos meses.
Pero, antes que nada, vayamos a los hechos: 25 de diciembre de 2023, paseo familia de la Familia Real a la iglesia en Sandringham. Kate lucía un abrigo azul marino con un tocado a juego. Fue su última aparición antes de su ingreso, el 28 de diciembre, para una cirugía abdominal. El comunicado del Palacio de Kensington advertía que la intervención la obligaría a permanecer de 10 a 14 días en el hospital. Curiosamente, aunque el comunicado habla de una operación planificada, reconoce que se retrasaban todos sus compromisos, que no se entiende que mantuviera cerrados si se sabía que la princesa iba a pasar por quirófano. También reconoce que no volvería a tener agenda oficial hasta pasada la Semana Santa, es decir, al menos hasta el 31 de marzo, unas diez semanas desde la cirugía. El 18 de enero, el día posterior a la operación, el príncipe Guillermo acompaña a su esposa en el hospital. El 29 de enero, Kensington Palace anuncia que la princesa ha regresado a Windsor para su recuperación en casa. No hay fotos. Tampoco diagnóstico. El 7 de febrero, Guillermo recupera su agenda oficial.
Mientras tanto, el rey Carlos III es ingresado por un agrandamiento de la próstata en la misma clínica en la que está su nuera, Camilla le visita hasta tres veces el mismo día, y el 29 de enero, como la propia Kate, recibe el alta. Pero sí hay foto. También hay diagnóstico. Luego todo fue peor: Buckingham Palace anunció el cáncer de Su Majestad ‘para evitar las especulaciones’. ¿Cómo es posible que se sepa todo sobre el Rey y haya tanto misterio sobre la princesa?
Entonces llegan las redes sociales y, con ellas, las conspiraciones. A cual más loca. La cosa llegó a ser tan viral, que la cantante Sheryl Crow, invitada del late night de Jimmy Fallon, llegó a grabar la promo del programa bromeando con la desaparición de Kate Middleton. Y es que hablamos de uno de los fenómenos más heavies de la temporada.
La teoría más popular está relacionada con el reciente escándalo de la estafa de la experiencia inmersiva de Willy Wonka en Glasgow, promocionada con IA para crear una imagen de poderío —con coloridas setas gigantes, enormes fuentes de chocolates y bastones de caramelo— cuando era un cutrez extrema —un castillo hinchable y unos pósters pegados en la pared— que acabó con los niños llorando y los padres llamando a la policía: que si Kate estaba atrapada en una de las atracciones, que si trabaja en uno de los puestos con una peluca y maquillada como una puerta… Hay memes para todos los gustos. Cientos. Miles.
Otra con muchos seguidores es la que asegura que Kate se ha hecho una BBL (brazilian butt lift), es decir, un procedimiento que combina la liposucción con la transferencia de grasa para lograr unos glúteos más duros y reducir abdomen, caderas y muslos. Son tres meses de posoperatorio, o sea, que está en tiempos.
Los hay que recuerdan que su desaparición coincide con los rumores de infidelidad de Guillermo con su amiga Rose Hanbury. Unos dicen que ella se quiere divorciar, otros dicen que es él quien quiere el divorcio. En esas estamos, como en España.
Hay quien apunta a que Kate teme que se descubra su verdadera identidad, que no es otra que la del artista Banksy, quien lleva años haciendo millonarios graffitis por las calles obrando el milagro de mantener su secreto, como Batman. No me imagino a la princesa con los botes de spray, pero cosas más raras hemos visto.
Un fallido corte de pelo, la donación de un riñón a su suegro, la enfermedad de Crohn, su dedicación a forjar una katana, una depresión, una caída y un golpe en la cara, incluso que está muerta: la lista de posibles explicaciones es interminable. Justo ayer, con estas locas teorías circulando de manera viral en todo el mundo, los tabloides empezaron a reaccionar. El Daily Mail se marcó un Windsors Special, titulando «¿Qué pasa con los royals?» Ya sabemos que los rumores no son noticia, la noticia es que se haya permitido tanto misterio para alimentar los rumores.