Escritura expresiva para profesionales: cómo puede ayudarle en su trabajo diario
«La escritura expresiva proporciona una información valiosísima sobre cómo funciona el proceso de toma de decisiones»
Si todo sale bien, cuando usted me lea estaré camino de Barcelona, y allí estaré presentando mi último libro la escritura que cura (a partir de las siete de la tarde en la Casa del Libro del Paseo de Gracia). Lo haré acompañada por dos personas: un psicólogo clínico, Alfred Martínez (1), y una abogada y mediadora, Eva Cornudella(2). El primero tiene un currículum impresionante y ha trabajado en todo tipo de campos dentro de la disciplina de la psicología. La segunda es abogada inmediadora, y para colmo es novelista, y buena. Pero no los elegí por eso. Los elegí porque ambos utilizan la escritura expresiva en su trabajo.
Creo que cualquiera puede entender por qué elegí aun psicólogo clínico para estar en mi presentación pero quizá no entiendan por qué escogí a una abogada.
Lucía, ¿qué narices pinta una abogada en la presentación de un libro sobre escritura y psicología?
Los abogados suelen escribir «como abogados». O debo corregir y decir que la gran mayoría de los abogados escriben «como abogados». Lo que quiere decir que escriben en un idioma farragoso y a veces excesivamente rimbombante.
Pero, como la profesión jurídica sabe muy bien, hay muchos abogados novelistas. Cuando alguien ha trabajado un caso interesante la tentación de hacer una novela parte de lo que ha vivido es muy grande. Y por caso interesante no me refiero solo a un caso penal, con un asesinato de por medio. Hay casos fascinantes que se refieren al reparto de una herencia o a una corrupción millonaria. Por eso a tantos abogados les tienta escribir.
En Estados Unidos, ese país en el que todo ya está inventado, ya se ofrecen cursos de escritura expresiva para abogados. Anne Bradford, ex socia del bufete de Morgan, Lewis y Bockius, es la fundadora de Aspire, una firma de educación y consultoría para la profesión jurídica, que incluye cursos de escritura expresiva en sus seminarios. Las investigaciones de Anne Bradford se centran en el bienestar y éxito de los abogados e incluye temas como liderazgo positivo, resiliencia, compromiso laboral, trabajo significativo, motivación, e inclusión.
Una de las razones por las que Bradford incluye cursos de escritura expresiva (es decir, con un enfoque picológico), y no de escritura creativa, (es decir, con un enfoque literario), se refiere a que los abogados tienen que trabajar la empatía, porque tienen que imaginar lo que la otra parte tiene que decir y lo que la otra parte va a ofrecer y a aportar. Tienen que hacer un esfuerzo por sintonizar su imaginación con las probables respuestas emocionales tanto del otro abogado como del cliente. En otras palabras, un buen abogado se ve obligado a hacer un ejercicio de empatía en la redacción jurídica, y tiene que trabajar la cualidad de comprender y compartir los sentimientos del otro.
La empatía es otra forma de recordar que deben conocer el otro lado del argumento si quieren ganarle. La empatía les ayuda a comprender qué motiva e impulsa a las otras partes en cualquier transacción o conflicto legal. Sólo a través de esa comprensión se puede esperar resolver un conflicto o una transacción en términos emocionalmente satisfactorios, además de los legales, fácticos o financieros. Y es la dimensión emocional de la empatía la que más a menudo sustenta la posibilidad de reparación en las relaciones humanas.
A medida que un abogado aplica esta mentalidad a sus escritos legales, sus posibilidades de resolver adecuadamente un conflicto aumentan. Por supuesto, cada abogado debe seguir defendiendo, argumentando y debatiendo, pero desde una perspectiva que invite a todas las partes a entenderse… incluso aunque no estén de acuerdo.
Es decir, un abogado, como cualquier otro profesional, debe seguir las mismas electrices que debe seguir cualquier otra persona que se inicia en la escritura expresiva:
– Entender el verdadero propósito de lo que está escribiendo.
– Entender el marco mertal de la persona a la que escribe.
– Utilizar una estructura clara y concisa para que ese mensaje llegue.
– Y, sobre todo, entenderse a sí mismo y entender por qué está escribiendo lo que escribe.
Pero es que además los buenos abogados deberían ser buenos psicólogos. Para trabajar eficazmente con clientes, testigos, jueces, peritos, jurados y otros abogados, los abogados deben tener una buena comprensión de cómo otras personas piensan y toman decisiones, y deben poseer buenas habilidades interpersonales.
Sin embargo, las facultades de derecho han tendido a enseñar muy poco, directamente, sobre el comportamiento humano. En general las facultades de derecho no han aprovechado plenamente los grandes avances que se han logrado en el campo de la psicología científica en las últimas décadas. De manera similar, los psicólogos no están haciendo todo lo que deberían para aplicar su disciplina a todos los aspectos del derecho.
Los textos y cursos de derecho y psicología a menudo se centran principalmente en el derecho y la práctica penal más que en el civil, y no ponen ningún énfasis en la psicología de los jurados, los testimonios de los testigos presenciales, los interrogatorios y los juicios. Los textos clasicos de Elizabeth Loftus, sobre juicios e interrogatorios no se estudian en las facultades de derecho, por ejemplo.
Los estudiantes de derecho casi siempre salen de la facultad de derecho con un título pero con poco o nada de conocimiento sobre percepción, memoria, comunicación, heurística cognitiva o toma de decisiones. Si bien los buenos abogados finalmente adquieren parte de esta información a través de la experiencia, no hay razón para dejar que los nuevos abogados fracasen por una falta de comprensión de estos principios psicológicos. Además, incluso los abogados experimentados pueden beneficiarse de un estudio más explícito de la psicología.
Por eso en Estados Unidos, en algunas facultades de derecho, se estudia una asignatura de psicología para abogados. Una asignatura que ofrece a los estudiantes de derecho algunas de las ideas clave que ofrece el campo de la psicologia. Temas como la percepción, la memoria, el juicio, la toma de decisiones, las emociones, la influencia, la comunicación y la psicología de la justicia. La psicología para abogados aplica los conocimientos de la investigación a las tareas que los abogados enfrentan de forma regular, incluidas entrevistas, negociaciones, asesoramiento y realización de pruebas.
Existen infinidad de razones por la que los abogados deberían iniciarse en la escritura expresiva. Pero esas razones son las mismas por las que usted debería iniciarse en la escritura expresiva si quiere aprender un mejor manejo de los conflictos con los que inevitablemente se va a tener que topar a lo largo de su vida.
-Una, por ejemplo, es la mejor comprensión y comunicación con los clientes.
Y esto le sirve a usted tanto si es abogado como si no. El trabajo de un abogado es defender a su cliente, y comprender los fundamentos psicológicos de un problema legal puede ayudar a los abogados a comprender mejor las necesidades y objetivos de sus clientes. Sobre todo si tenemos en cuenta que se trate del caso que se trate, sea una estafa, o un divorcio, un problema con el vecino que le ha inundado la casa o cualquier otra cosa, el cliente llegará en un estado de extremo estrés. Y hace falta saber entenderle y saber manejarse para no contagiarse de ese estrés.
-Otra es la comunicación.
Haber practicado la escritura expresiva capacita para una comunicación más eficaz. Y esto le sirve a usted,repito, tanto si es abogado si se dedica a cualquier otro trabajo. Reconocer el estado emocional de los testigos, jurados y otras partes involucradas en procedimientos legales también puede resultar beneficioso a la hora ds presentar un caso convincente. Y le puede ayudar a cualquier otro profesional a llevar con éxito una negociación.
– La tercera es la necesidad que tiene todo profesional de entender el proceso de toma de decisiones.
La escritura expresiva proporciona una información valiosísima sobre cómo funciona el proceso de toma de decisiones.
Comprender la psicología de la motivación, por ejemplo, puede proporcionar a los abogados información sobre cómo se toman las decisiones legales. Los abogados a menudo tienen que tomar decisiones legales complejas, y comprender conceptos psicológicos puede ayudar a tomar decisiones. A un abogado o, por supuesto, a cualquier otra persona.
-La escritura expresiva es una herramienta valiosísima para llevar a término una negociación.
La escritura expresiva capacita a un abogado, y a cualquiera, para negociar y mediar manera más efectiva. Al comprender los conceptos de negociación y resolución de conflictos, los abogados pueden facilitar de manera más efectiva la resolución entre las partes en una disputa legal. Pero también le sirve a usted, que no es abogado, y que probablemente se encuentre en broncas cualquier día con su pareja, su familia o sus vecinos. Esto puede ser especialmente importante en los casos en que las partes no quieren o no pueden llegar a una resolución a través de los canales legales tradicionales.
-Finalmente, la escritura expresiva ayuda a entender las emociones del otro. Los abogados a menudo tienen que lidiar con casos cargados de emociones que pueden ser difíciles de manejar sin comprender el comportamiento y las emociones humanas.
El mensaje general que me gustaría transmitir a los lectores es que la investigación psicológica tiene una relevancia real para todo tipo de tareas que hacen los abogados. O cualquier otro tipo de trabajo. Que la psicología en general, y la escritura expresiva en particular, no se destina únicamente a los que sufren problemas de salud mental.
Cualquier tipo de profesional no debería confiar simplemente en el conocimiento o la experiencia recibidos, sino reflexionar sobre cómo los hallazgos de la investigación psicológica podrían tener implicaciones en la forma en que realizan su trabajo.
Conviene recordar que el éxito no consiste en ganar mucho dinero. El éxito significa hacer lo mejor que podemos hacer. El éxito es hacer, no obtener. El éxito radica más en el intento que en el triunfo.Y, sobre todo, el éxito consiste en disfrutar con lo que hacemos y conseguir que los que están a nuestro alrededor disfruten también.
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(1) Alfred Martínez easEspecialista en Trastornos de la Conducta Alimentaria del Máster en Psicología Infantojuvenil de I.S.E.P. Clínic (Madrid), Tutor de de Prácticum para la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y para la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Miembro del equipo de tratamiento de la Escuela de Terapia Familiar del Hospital de Sant Pau (Barcelona) y psicólogo clínico y de la salud en el Centro de Salud Mental de Adultos (CSMA) del Maresme
(2) Eva Cornudella es abogado y mediadora y actualmente es socia del bufete Córdoba en Barcelona. Ha publicado los libros «Las mentiras precisas», «Juego de Silencios» y «Juego de Sombras».