La Agencia Europea del Medicamento confirma la retirada de fármacos para la obesidad
La anfepramona es un simpaticomimético que está autorizado actualmente en Dinamarca, Rumanía y Alemania
Los medicamentos para la obesidad con anfepramona están cada vez más cerca de desaparecer. El Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, también por las siglas en inglés) ha reafirmado su recomendación de retirar las autorizaciones de comercialización a todos los medicamentos de este tipo, debido a que han descubierto riesgo de desarrollar problemas cardíacos y psiquiátricos.
La anfepramona es un simpaticomimético, es decir, actúa en el cerebro y provoca efectos similares a los que produce la adrenalina. Esta clase de medicamentos lo que hacen es reducir la sensación de hambre y están actualmente autorizados en Dinamarca, Alemania y Rumanía. Su uso está destinado a tratamientos para pacientes con obesidad cuando otros métodos para reducir el peso no han funcionado.
La Agencia Europea del Medicamento ha llegado a tomar esta decisión tras revisar la recomendación que ya hizo en junio de este año, 2022. Las empresas que comercializan estos medicamentos fueron las que solicitaron esta revisión. La recomendación de dejar de comercializarlo llega tras comprobara que las medidas para restringir el uso de estos medicamentos por razones de seguridad no han tenido la suficiente eficiencia.
La EMA descubrió, además, que los pacientes usaban estos medicamentos durante más tiempo que el periodo máximo recomendado, que es de tres meses. Esto aumentaba potencialmente el riesgo de padecer efectos secundarios graves, como hipertensión arterial pulmonar (presión arterial alta en los pulmones) y dependencia.
Estos medicamentos también los usaban pacientes con antecedentes de enfermedades cardíacas o trastornos psiquiátricos, lo que provocaba un mayor riesgo de padecer problemas cardíacos y psiquiátricos. Además, también hubo evidencia de mujeres embarazadas que lo usaban, lo que podría poner en riesgo la salud del feto.
Para llevar a cabo esta revisión, la PRAC tomó en cuenta toda la información disponible que guarda relación con estos puntos, incluidos aquellos datos de dos estudios sobre el uso de medicamentos de anfepramona en Alemania y Dinamarca. Además, el organismo contó con el asesoramiento de un grupo de expertos integrado por endocrinólogos, cardiólogos y un representante de los pacientes.
Tras todo esto, el PRAC consideró introducir medidas adicionales con el objetivo de minimizar el riesgo de que los pacientes desarrollen efectos secundarios, pero no logró encontrar ninguna que llegara a ser lo suficientemente efectiva. Por ello, el Comité decidió que los beneficios de los medicamentos de anfepramona no son mayores que los riesgos que conlleva su uso, por lo que recomendó retirar todos estos fármacos del mercado de la Unión Europea.
Efectos secundarios y precauciones al tomar este medicamento
En la UE, los medicamentos de anfepramona están a la venta con los siguientes nombres comerciales: ‘Amfepramon-Hormosan’ 25 mg Weichkapseln, ‘Amfepramon-Hormosan’ 60 mg Retardkapseln, ‘Regenon’, ‘Tenuate Retard’ 75 mg retardtablette y ‘Regenon’ 25 mg cápsula moi.
En general, usarlos de forma inapropiada puede provocar efectos secundarios graves, como el aumento de la presión arterial en las arterias de los pulmones. También pueden provocar enfermedades cardíacas, dependencia, problemas psiquiátricos y, en el caso de las mujeres embarazadas, daño al feto.
Otros efectos secundarios que pueden provocar son: nerviosismo, insomnio, excitación, fatiga, palpitaciones, taquicardia, disritmias, sequedad de boca y de mucosas, rubor, fiebre, náuseas, vómito, constipación o diarrea, eritemas y disuria. Además, algo importante es que los beneficios de usar estos medicamentos para tratar la obesidad son limitados.
No obstante, mientras siga vigente su comercialización y haya personas en tratamiento, es aconsejable seguir una serie de precauciones. Como norma general, hay que evitar interrumpir el tratamiento de forma abrupta y, aunque no hay informes de fenómenos de tolerancia ni farmacodependencia durante su uso clínico, en caso de que el paciente desarrolle tolerancia al fármaco no debe aumentar la dosis, sino interrumpir el tratamiento.
Uno de los efectos secundarios podría ser la disminución de los reflejos, por lo que, en caso de hacerlo, habría que tener especial precaución al conducir un vehículo u operar con maquinaria pesada. Por último, no hay que tomar este medicamento durante el periodo de embarazo ni de lactancia.