España multa a seis farmacéuticas por dejar de producir medicamentos esenciales
Los laboratorios han sido sancionados al considerarse que cesaron el suministro de ciertos fármacos «impactando negativamente en el sistema sanitario»
Los farmacéuticos sufren la mayor falta de medicamentos en años. Y aunque los motivos de este desabastecimiento son multifactoriales, las estrategias comerciales de muchas farmacéuticas están afectando especialmente a algunos esenciales. Por ello es que seis laboratorios han sido sancionados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) «por infracción muy grave» al considerar probado que cesaron la distribución de ciertos fármacos «impactando negativamente en el sistema sanitario». Las multas van desde los 90.000 a los 400.000 euros.
De esta forma, según información facilitada por el Portal de Transparencia a THE OBJECTIVE, las farmacéuticas sancionadas en 2022 por la comisión de la infracción prevista en la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, son las siguientes: Janssen Pharma, Bayer, Sanofi, Valneva Suecia, Cheplapharm Arzneimittel GmbH y Reig Jofre.
Janssen Pharma ha sido el laboratorio que más sanción ha recibido por «cesar el suministro del medicamento Hypnomidate 2 mg/ml solución inyectable 5 ampollas de 10 ml» durante siete semanas. La multa por el desabastecimiento de esta solución inyectable que se utiliza para inducir la anestesia general durante un procedimiento quirúrgico ha sido de 400.002 euros.
Suministro de medicamentos en farmacias
La catalana Reig Jofre ha tenido que pagar 230.000 euros por incumplir la Ley de Garantías al «cesar el suministro del medicamento PRE-PAR 10 mg/ml SOLUCIÓN INYECTABLE, 3 ampollas de 5 ml». Como consecuencia, durante cinco semanas hubo falta de este fármaco inhibidor de las contracciones del parto «impactando negativamente en el sistema sanitario».
220.000 y 200.001 euros han sido las multas a las que han tenido que hacer frente la francesa Sanofi y la alemana Cheplapharm Arzneimittel GmbH, respectivamente. Sanofi, según la información del Portal de Transparencia con datos proporcionados por la Agencia Española de Medicamentos, dejó de producir durante cuatro semanas el antibiótico Rifaldin 600 mg Polvo y disolvente para solución para perfusión; por su parte, Cheplapharm Arzneimittel GmbH ha sido sancionada por «infracción muy grave» con 200.001 euros por cesar el suministro de Dicoryanan 100 mg cápsulas duras. Este medicamento, indicado para el tratamiento o prevención de las alteraciones del ritmo cardiaco, faltó durante siente semanas consecutivas –del 5 de mayo al 25 de junio de 2021–.
Durante tres meses y medio -14 semanas– hubo falta de distribución en España de una de las vacunas contra el cólera. Valneva Suecia cesó la entrega de Dukoral suspensión y granulado efervescente para suspensión oral, 1 vial bebible de 3 ml + 1 sobre. Por ello, la farmacéutica sueca con sede en Estocolmo ha sido multada con 165.001 euros. Y, por último, Bayer ha sido sancionada con 90.001 euros por desabastecimiento durante seis semanas de Ácido ascórbico Bayer 1000 mg/5 ml solución inyectable, 6 ampollas de 5 ml, un medicamento indicado para el tratamiento de estados graves de falta de vitamina C.
Las estrategias comerciales de las farmacéuticas, detrás de la escasez
En estos momentos, según refleja el Centro de Información de Medicamentos (CIMA), que ofrece un listado de aquellos fármacos que escasean, hay problemas de suministro en 673 medicamentos. Faltan antidepresivos, antibióticos, antiinflamatorios, tranquilizantes-ansiolíticos, para tratar la tensión y el colesterol… También escasean ibuprofeno y aspirinas.
Los motivos de la falta de estos fármacos son multifactoriales. No obstante, explicaba a THE OBJECTIVE Juan Pedro Rísquez, vicepresidente Consejo General de Colegios Farmacéuticos, normalmente suele ser por «problemas relacionados con la adquisición de principios activos», la mayoría, provenientes de países asiáticos. Y es que alrededor del 80% de los principios activos de fármacos usados en Europa y Estados Unidos se producen en India y China, conocidos como la despensa farmacéutica del mundo debido a sus bajos costes y elevada capacidad de producción.
También hay que tener en cuenta errores en el cálculo de la demanda por parte del laboratorio o la retirada voluntaria del medicamento por parte de la farmacéutica que lo produce como parte de su estrategia comercial.
No obstante, fuentes del sector cuentan a este periódico que los medicamentos con precios más bajos o menos rentables para las empresas suelen tener más problemas de suministro. Así, es «habitual» que las farmacéuticas retiren voluntariamente ciertos fármacos del mercado para presionar a las autoridades en la negociación de precios o para favorecer la entrada de otros productos de mayor interés comercial para la empresa.
Recientemente, como ya contamos, Sanidad ha bajado el precio de mil fármacos a pesar de las advertencias de la industria, que lleva años alertando de los riesgos de revisar los precios a la baja. Para algunas farmacéuticas producir determinados medicamentos ya no es rentable y denuncian que si bien el importe medio de este tipo de fármacos es de 3,50 euros, el 50% de las unidades está por debajo del umbral mínimo de precios de los genéricos, que se sitúa en 1,60 euros.
«Tener precios bajos y seguirlos bajando es un riesgo, porque los laboratorios se ven forzados a cambiar de proveedores y eso lleva un tiempo de autorización regulatoria (1 a 3 meses)», apuntaba a este periódico Enrique Granda, director del Observatorio del Medicamento, que agrega otro matiz más: «Se habla también de que los laboratorios multinacionales optan, si hay problemas de suministro, por desabastecer en los países con precios más bajos. Es una hipótesis que requiere demostración, pero a veces ocurre todo lo contrario en Europa».
En este sentido también se pronunciaba a THE OBJECTIVE Leopoldo González, vicepresidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), que hace hincapié en la necesidad «de establecer un tope de mínimos que no baje por debajo de los dos euros, ya que su coste de producción no puede ser superior a su precio de venta». De este modo, González pone el ejemplo del Omeprazol de 14 comprimidos, cuyo importe hace 20 años estaba entorno a los 30 euros y hoy vale 2,41.
De esta forma, el vicepresidente de FEFE ya advertía que, con una cuota de mercado que lleva siete años estancada, si le siguen bajando el precio a aquellos medicamentos que ya están por debajo de los dos euros, «puede haber un momento en el que al laboratorio no le salgan los números para fabricarlos» y esos fármacos se conviertan en un coste inasumible para las empresas.
Un hecho que denunciaba recientemente la OCU que, pese al Plan de Garantías de Abastecimiento de Medicamentos con el que cuenta la Agencia desde 2019, insiste al Ministerio de Sanidad en el desarrollo de una política «más dura» de sanciones para quienes incumplan los compromisos de suministro.