Sanidad elude el conflicto de médicos en Ceuta y Melilla y pasa el problema a Hacienda
Los sanitarios de las ciudades autónomas, los únicos que dependen del Estado, superan los siete meses de protestas
La huelga médica de Ceuta y Melilla supera ya los siete meses y parece no tener fin. Este martes representantes del Sindicato Médico de Melilla se han reunido con directivos del Ingesa, entidad pública dependiente del Ministerio de Sanidad y que gestiona la prestación sanitaria de ambas ciudades autónomas, para intentar llegar a un acuerdo y así poner fin a la huelga sanitaria más larga de la historia de España.
Sin embargo, dicha reunión, que se extendió durante horas, concluyó sin frutos y con el Ministerio de Sanidad pasando la ‘patata caliente’ al Ministerio de Hacienda para que resuelva la situación de sus médicos –los únicos que dependen del Estado–. Así lo avanzan a THE OBJECTIVE fuentes médicas presentes en el encuentro, que señalan que desde la cartera de Miñones «se han lavado las manos», delegando sus peticiones al Ministerio de Hacienda.
«Desde Ingesa nos dicen que ellos no pueden decidir nada porque son meros gestores, no ejecutores. Sin embargo, la presidencia de Ingesa recae en la Secretaría de Estado de Sanidad, en manos de Silvia Calzón, que ahora se lava las manos delegando a Hacienda para no avanzar en las negociaciones», relatan desde el Colegio de Médicos ceutí y desde el melillense. Ambos hacen hincapié en que desde Sanidad no han tenido nunca «una auténtica voluntad de diálogo» para buscar la mejor solución a los problemas. Los médicos de Melilla, incluso, propusieron un fin a la huelga de forma temporal mientras avanzasen en las negociaciones. Algo que no ha ocurrido por esa falta de intención de la Administración central.
Los ratios más bajos de toda España
Los médicos de Ceuta y Melilla son los que tienen unas guardias peor retribuidas: 19,50 euros la hora frente a los 35 de Murcia. «Están congeladas desde hace 21 años», hacen hincapié. Y a esto hay que sumar que ante la falta de personal los médicos se ven obligados a hacer más guardias de las estipuladas por ley. Un facultativo manifestaba recientemente haber realizado en agosto un total de ocho guardias, cuando estas no pueden superar las tres al mes.
Además, con las ratios más bajas de médicos por habitante de toda España –Melilla (3,93 médicos por cada 1.000 habitantes) y Ceuta (4,26), según el INE–, en estos momentos solo unos 250 médicos trabajan para el Área Sanitaria de Ceuta. La Unión Europea, incluso, ha calificado los sistemas sanitarios de estas ciudades autónomas «como los peores de todo el Estado». Ambas ciudades llevan ya alrededor de 10.000 consultas y 400 intervenciones quirúrgicas suspendidas.
Por ello, desde Ceuta y Melilla –que comenzaron la huelga en marzo– piden al Ministerio de Sanidad «hacer más atractivo» el sistema sanitario de las ciudades autónomas, aumentando la retribución de sus guardias, eliminando la penalización a aquellos profesionales que compaginen la sanidad pública y privada –junto con Navarra y Asturias son las únicas regiones que aún castigan a sus médicos por trabajar en ambos sistemas– y dotando a ambas ciudades autónomas de más recursos y profesionales sanitarios. El pasado febrero, Ceuta y Melilla fueron declaradas zonas de difícil cobertura médica.
«Los puestos de trabajo de personal sanitario del Ingesa en Ceuta y Melilla se configuran como de difícil cobertura, habilitándose a la Dirección del Ingesa para establecer las medidas necesarias que incentiven la contratación de profesionales en estos puestos», se lee en la disposición del BOE. Sin embargo, siete meses después de ese reconocimiento oficial no ha habido acción alguna por parte del Gobierno. La situación, incluso, ha empeorado, reconocen a THE OBJECTIVE desde el Sindicato Médico. Señalan que en Traumatología han pasado de tener siete traumatólogos a cuatro, y solo un especialista en digestivo hace guardia «permanentemente». Además, señalan que las agendas de las especialidades de dermatología, traumatología, neurología o otorrinolaringología «están cerradas».
Tecnología sin médicos
En los últimos meses Ingesa ha publicitado la adquisición de una resonancia de tres teslas, un robot quirúrgico Da Vinci (por dos millones de euros) o la primera Sala de Hemodinámica (que ha tenido un coste de 685.722,56 euros). Ante esta situación, profesionales y pacientes se preguntan con qué médicos se pondrán en marcha los nuevos equipos de los que presumen los gestores de la sanidad ceutí y melillense.
Y es que, según las fuentes consultadas, la resonancia es para el servicio de Radiología, que actualmente cuenta con cinco facultativos, de los que dos están en prórroga de jubilación y una tercera en trámites de solicitar la exención de guardias. Por su parte, la Sala de Hemodinámica es para el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Ceuta (HUCE), que solo cuenta con tres facultativos y ninguno de ellos especializados en hemodinámica. También el uso del robot Da Vinci requiere de cierta cualificación, que de momento no encuentran.
A esto hay que sumar que, según datos proporcionados por el Sindicato Médico de Ceuta, tres facultativos abandonaron la ciudad en los últimos 15 días por las pésimas condiciones de trabajo, aumentando también el malestar de quienes se quedan. En total, en este 2023 el Colegio de Médicos de Ceuta ha firmado 15 bajas voluntarias de profesionales, que se han marchado a otras comunidades autónomas, y en algún caso, para prepararse el MIR. Diez de ellos trabajaban en Medicina General, uno en Medicina Preventiva, uno en Cirugía General y Aparato Digestivo, uno en Obstetricia y Ginecología y otro en Medicina de Familia y Comunitaria. Tres de estas bajas se firmaron entre el 21 y 29 de septiembre, señalan los medios locales.