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Sanidad

DKV rechaza negociar de forma colectiva con los médicos de la sanidad privada de Sevilla

Los sanitarios piden una actualización de sus tarifas conforme al IPC tras 20 años «prácticamente congeladas»

DKV rechaza negociar de forma colectiva con los médicos de la sanidad privada de Sevilla

DKV señala que en diciembre subieron los baremos a los médicos un 14% (2,80 euros) | DKV

La guerra está servida. DKV –con una cuota de mercado en Sevilla de un 6,16% y un cuadro médico de más de 50.000 sanitarios– rechaza negociar de forma colectiva con los médicos de la sanidad privada de la ciudad andaluza después de que estos hayan comenzado una ofensiva contra las aseguradoras, tras meses intentando sentarse a negociar una actualización de sus tarifas conforme al IPC.

Tal y como adelantó THE OBJECTIVE el pasado jueves, a partir del 1 de septiembre, el 95% de los sanitarios de prácticamente todas las especialidades en Sevilla cesará su actividad con aquellas compañías aseguradoras que no se hayan sentado a negociar una actualización en sus tarifas que, aseguran, llevan 20 años congeladas. Sin embargo, fuentes de DKV señalan a este medio que el pasado diciembre subieron los baremos a los médicos un 14% (2,80 euros), lo que supuso para la aseguradora «una inversión de 20 millones de euros».

De esta forma, de media, los especialistas autónomos pasaron de cobrar 17,20 euros por una primera consulta a 20 euros. Una subida que desde Unipromel, asociación que representa a la mayoría de los médicos autónomos en España y que ha sido pionera en comenzar esta batalla, califican de «insulto».

El colectivo médico privado de la capital andaluza pide un incremento del 150% –de 20 euros a unos 50 por primera consulta– «para dejar de trabajar por debajo de costos» tras 20 años «prácticamente con honorarios congelados». Esta subida, según fuentes de la compañía de seguros, es inasumible por varios motivos. En primer lugar, aseguran que la frecuentación (la media de consultas ordinarias por cada habitante) no deja de crecer «desde hace años». Esto es, a más frecuentación, más coste para las compañías que tienen que pagar a los médicos por cada consulta (aunque con matices, ya que si el paciente necesita una tercera o cuarta visita en un periodo de 60 días corre a cuenta del médico).

Negociación por «zonas» y por «especialidad»

Además, desde DKV señalan que ya destinan el 80% de sus ingresos por primas a prestaciones médicas, por lo que con unos beneficios de un 20% aseveran que ese incremento es innegociable. DKV cerró 2022 con unos beneficios netos de 43,2 millones de euros, una subida del 150% supondría para la compañía «todos los beneficios del año». Por su parte, desde Unipromel señalan que esta afirmación es «totalmente falsa», ya que atestiguan que «la única que destina la mayor parte de la póliza a pagar honorarios es Asisa, que es una cooperativa médica. Y aún así tiene trampa, porque en ese 80% van incluidos los sueldos de los grandes directivos de las compañías y el pago en comisiones, entre otras partidas».

Por último, la aseguradora –la quinta en cuota de mercado en Sevilla (6,16%) pero con un cuadro médico tan grande como la primera– manifiesta que no se sentará con ninguna asociación ni sindicato a negociar una subida colectiva porque «está prohibido por leyes de la competencia», que en su artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) prohíbe los acuerdos entre empresas que restrinjan la competencia. El pasado julio, el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) fue condenado por el Tribunal Supremo al vulnerar las leyes de competencia en España con una multa de 276.926 euros. El colegio habría recomendado precios a sus colegiados que trabajan con mutuas privadas. De esta forma, deslizan, solo podría haber diálogo con «alguna especialidad concreta, de alguna zona concreta».

Sin embargo, desde Unipromel recuerdan que, el pasado 29 de septiembre de 2022, la Comisión Europea publicó un comunicado con una serie de directrices según las cuales el Derecho de la competencia no se aplica a los autónomos sin asalariados y a aquellos autónomos que no negocien directamente precios de mercado, es decir, a aquellos que no cobran directamente al cliente sino que trabajan para una plataforma que es la que paga el servicio, como en este caso las compañías de seguros.

1 de septiembre, fecha límite

Unos 1.900 médicos de la provincia de Sevilla han sido los primeros en romper la burbuja y dejarán de prestar asistencia a pacientes de las aseguradoras Adeslas, DKV, Asisa, Mapfre o Medifiact, entre otras, si no llegan a un acuerdo con el colectivo médico privado que –asegura– lleva desde 1992 sin que prácticamente se actualicen sus honorarios. Por entonces se estableció una retribución por consulta de 2.000 pesetas, equivalentes a los 12 euros que se siguen pagando ahora. 

«La única solución es que las compañías entiendan que no pueden imponer precios a los médicos y ocultarlo a sus asegurados. Deberían explicar que tienen unos baremos de coberturas y operar mediante el reembolso de gastos», explica el Dr. Ignacio Guerrero, presidente de Unipromel, que ratifica que la media de un seguro familiar, para unas cuatro personas, es de unos 200 euros, de los cuales al médico solo le llega unos 12-15 euros por consulta.

«Esto es tremendo, o se sientan a negociar o el modelo se acabó», se muestra tajante, asegurando que entre septiembre y octubre «todas las especialidades» romperán relaciones con aquellas compañías que no se hayan sentado a negociar. Así, a partir del primer día del próximo mes, habrá un cambio de modelo y, progresivamente, conformen vayan finalizando los contratos anuales que rigen actualmente con esas compañías y que se deben renovar, el paciente que acuda a un profesional médico mediante alguna de las aseguradoras mencionadas tendrá que abonar el servicio a la clínica y luego solicitar el reembolso a su compañía sanitaria.

«El paciente/asegurado sabrá que baremos paga su compañía y tendrá que buscar un médico que los acepte y cuando no lo encuentre, solo le quedará la opción de pagar y reclamar posteriormente el reembolso», recalca el Dr. Guerrero. Hasta el momento, según el presidente de Unipromel, solo Caser y Cosalud están en proceso de negociación.

Una decisión que ha sido respaldada por el Colegio de Médicos de Sevilla. Su presidente, el Dr. Alfonso Carmona, publicaba recientemente en ABC Sevilla una tribuna titulada ‘Sanidad privada actual: un modelo agotado. La verdad de las cosas’ en la que denuncia el «desprecio» de las compañías tras «más de 20 años aprovechándose de nuestro trabajo y dedicación».

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