Las comunidades fichan médicos sin la especialidad homologada por falta de sanitarios

El Ministerio de Sanidad, en su último informe sobre la necesidad de médicos especialistas 2023-2035, refleja que, a día de hoy, el sistema sanitario tiene un déficit global de 5.874 especialistas. Una situación que obliga a las comunidades autónomas a fichar a médicos extracomunitarios, la mayoría sin la especialidad homologada (pese a que el ejercicio dentro de la sanidad pública española exige acreditar una especialidad), debido a la dificultad con la que estos se encuentran a la hora de certificar su título de especialista –competencia del Ministerio de Sanidad–.

Es una práctica habitual extendida por toda España, sobre todo en zonas rurales, «donde los MIR no quieren ir», relatan a THE OBJECTIVE fuentes del sector, que denuncian una «caza de brujas» contra estos médicos extracomunitarios que están siendo acusados por sus propios compañeros que «aprovechan esta situación de alegalidad» para demandarlos. Es lo que ha pasado recientemente en el hospital de Barbastro (Huesca) que ha despedido a 13 facultativos extracomunitarios de las áreas de cardiología, traumatología, hematología, oftalmología y otorrinolaringología tras la denuncia del sindicato médico CEMS ante los responsables de la Consejería de Sanidad de Aragón. Desde CEMS indican que incorporar médicos con títulos obtenidos en el extranjero al Sistema Nacional de Salud con el título de Medicina homologado, pero sin la especialidad certificada «es una ilegalidad».

Sin embargo, estas contrataciones no han sido hechos puntuales. El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, ha reconocido que en la comunidad aragonesa trabajan 113 médicos en esa situación, 109 de ellos en Atención Primaria. «El Ministerio no nos deja otra opción», ha declarado. Y en Cataluña, única comunidad donde existe sección colegial que representa a médicos extracomunitarios a través del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona y el Colegio Oficial de Médicos de Tarragona, se estima –ya que no hay datos oficiales aportados por la Consejería– que cerca del 50% de los médicos extranjeros trabaja sin la especialidad homologada.

Lo mismo ocurre en hospitales y centros sanitarios de Andalucía, Extremadura y buena parte de Valencia. Y en Ibiza, según los últimos datos ofrecidos por el Colegio Oficial de Médicos de Islas Baleares, que datan del año 2023, 34 de las 42 plazas de Urgencias y Pediatría están cubiertas por estos profesionales. Así las cosas, en España, según datos internos de los colegios de médicos de Tarragona y Barcelona, hay unos 50.000 facultativos extracomunitarios trabajando como especialistas distribuidos por todas las comunidades autónomas, la mayoría sin certificar su titulación de especialista.

Estos médicos extranjeros, que durante la pandemia sí pudieron ser contratados sin la especialidad ante la escasez de personal -amparados en el Real Decreto-ley 30/2021, de 23 de diciembre de 2021 (vigente hasta diciembre de 2022)–, son contratados como «médicos generales» y en muchos casos adjuntos al Servicio que corresponda. Así, ejercen su labor de especialista sin que en su contrato aparezca el término especialista. «Es una situación de pseudolegalidad que no es justa y que a nadie le interesa» y que crea problemas jurídicos bastante serios, hacen hincapié las fuentes consultadas, que denuncian además «la desventaja» con la que trabajan: «Los contratos son temporales, sin opción a ascender dentro del hospital y en cualquier momento nuestro puesto puede ser ocupado por un MIR o por cualquier otro médico que reúna todos los requisitos».

Carta al Ministerio de Sanidad

Ante esta situación, la sección colegial que representa a médicos extracomunitarios a través del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona y el Colegio Oficial de Médicos de Tarragona ha enviado una carta al Ministerio de Sanidad –a solicitud del propio departamento de Mónica García– con una serie de aportaciones para mejorar la situación actual. Según se desprende del documento, el número de solicitudes de homologación en los últimos siete años ha sido de alrededor de 4.400, de los cuales se han homologado 550 títulos.

Para estos facultativos, el principal cuello de botella en la tramitación de los expedientes de reconocimiento de títulos de médico especialista extracomunitarios se encuentra en la equivalencia cronológica de los títulos. Y es que el sistema latinoamericano es un sistema de especialidades troncales; es decir, los médicos hacen una residencia asistencial de dos años y luego otros tres de especialidad. Sin embargo, estos dos primeros años no cuentan para Sanidad a la hora de homologar los títulos en España, donde las especialidades suelen tener entre cuatro y cinco años.

«Es posible que la rigidez de esta equivalencia de duración desanime a muchos médicos a iniciar los trámites, ya que si bien cerca del 75% de los encuestados manifiestan tener un título de médico especialista en su país de origen, solo el 56% han iniciado los trámites de homologación, mientras que el 44% restante ni siquiera lo ha intentado», se desprende de la misiva, que recuerda el documento de recomendación de la UE, de noviembre de 2023, donde se recomienda certificar y contratar personal extracomunitario sanitario.

La contratación de médicos extranjeros crece un 124%

El número de médicos extranjeros (extracomunitarios y comunitarios) que trabajan en España se ha disparado un 124% en los últimos tres años. Venezuela, Cuba, Colombia, Perú, República Dominicana  y Argentina son los principales países de procedencia. Unos datos que llaman la atención teniendo en cuenta que cada vez son más los doctores españoles que se marchan al extranjero como consecuencia de contratos y salarios precarios. 

En 2024, fueron 395 médicos los que causaron baja como colegiados. Y aunque supone un 21% menos que los que se fueron en 2023 (499), los datos ponen de manifiesto la muy precaria situación de los profesionales, en especial de los más jóvenes, que salen fuera para encontrar reconocimiento y estabilidad. Desde 2019, más de 2.000 profesionales (2.080) han marchado al extranjero, obligando a las comunidades a fichar médicos extracomunitarios sin la especialidad para paliar el déficit de facultativos y hacer frente a unas listas de espera que registran máximos históricos, con 850.000 pacientes a la espera de ser intervenidos.