Alrededor de 1.500 trabajadores de Nissan ante el Congreso: «No nos queda otra que manifestarnos»

Unos 1.500 trabajadores de Nissan –de las plantas de la Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca– se han desplazado este miércoles hasta la capital para protestar contra los planes de la empresa automovilística de cerrar las fábricas a partir de diciembre de 2020. Han marchado desde Atocha hasta el Congreso de los Diputados –muchos de ellos, vistiendo los monos y las máscaras que popularizó La Casa de Papel, para trasladar sus reivindicaciones a los grupos parlamentarios y exigir que que se paralice el ERE.

En contexto: la planta de Barcelona tiene los días contados. Su cierre está fechado para el próximo diciembre. De ella dependen 20.000 familias. El pasado martes, los trabajadores y la empresa se reunieron para llegar a un acuerdo, pero la mediación no llegó a buen puerto. El fracaso de dicha reunión es lo que ha llevado a los casi 1.500 trabajadores a trasladarse a Madrid.

Con cantos como «Nissan se va como un ladrón tras cobrar gran comisión» o «bote, bote, bote, japonés el que no bote», los trabajadores expresaban su descontento con la actuación de la empresa, en concreto con Fran Torres, el empresario de Nissan a cargo de las negociaciones con la Generalitat.

«Nissan, en un mes que han tenido para dialogar con nosotros, han decidido que no, que cogen y se van. Por eso estamos intentando ejercer la máxima presión, para que los políticos se enteren de la situación en la que esto deja a 20.000 familias», cuenta Paco Padilla, un trabajador de la planta, a The Objective.

A su llegada al Congreso de los Diputados, según nos cuenta Raul Montoya, está prevista que un portavoz de cada uno de los grupos parlamentarios se reúna con los portavoces de las secciones sindicales, para escuchar sus exigencias. «Si hay voluntad política se puede hacer, queremos que deroguen el artículo 51 del estatuto de los trabajadores», concluye.

Visten unas camisetas con un ‘Daruma’, un símbolo japonés que utilizan en Nissan para celebrar una victoria. Cada vez que sale un proyecto, le pintan los ojos. Ahora lo visten como muestra del «cabreo porque les quieren cerrar la fábrica», nos cuenta Jonathan Molina.

Según informó la compañía tras mantener la reunión, los técnicos que han elaborado el informe han expuesto que la situación financiera de pérdidas en la que se encuentra Nissan a nivel global ha llevado a la firma a optar por medidas de optimización, entre las cuales se encuentra el cierre de plantas para volver a la rentabilidad. Los sindicatos consideran que se encuentran en un «punto muerto» a la espera de lo que suceda en la reunión que se celebrará el próximo martes.