La hermana André, la europea más longeva, supera el coronavirus a los 117 años
Redes sociales
Lucille Radón, más conocida como la hermana André, se ha convertido en la persona más mayor de Europa en superar el coronavirus unos días antes de cumplir los 117 años. Pese a haber dado positivo el pasado 16 de enero en la residencia Sainte-Catherine, en Toulon, ha pasado la enfermedad de manera asintomática. Tras una estricta cuarentena en su habitación, la anciana asegura que «ni siquiera me di cuenta de que lo tenía».
En contexto: nacida el 11 de febrero de 1904, Radón es considerada desde 2017 como la persona más longeva de Francia y, desde 2019, la más mayor en toda Europa. Esta religiosa ha sobrevivido a dos guerras mundiales, a diez papas y a varias pandemias. En un hospital, después como maestra y más tarde como monja, siempre se ha dedicado a los demás.
Parece que, después de haber sobrevivido a tantas cosas, difícilmente el coronavirus[contexto id=»460724″] sería rival para esta monja. Habiendo estado confinada durante gran parte del mes de enero para evitar más contagios, los familiares de Lucille Radón han asegurado que, más que la enfermedad en sí, «la soledad le pesaba mucho». Por su parte, el encargado de comunicación de la residencia de Toulon, David Tavella, mantiene que «tener con nosotros al europeo más anciano es un orgullo y una inmensa responsabilidad».
La hermana André es vicedecana de la humanidad, siendo por tanto más joven que una sola persona en el mundo, la japonesa Kane Tanaka, que carga a sus espaldas con 118 años. Aún así, no tiene nada que envidiarle pues la francesa ha vivido, igualmente, muchos acontecimientos, como el inicio de la comercialización del automóvil o el descubrimiento de la penicilina. También ha sido coetánea de grandes nombres como el psicoanalista Sigmund Freud, el físico Albert Einstein, el pacifista Gandhi o el expresidente estadounidense John F. Kennedy.
Más allá de eso, Radón ha vivido comprometida con la Iglesia durante 76 años y con motivo de su 115 cumpleaños, recibió en 2019 un rosario consagrado por el Papa Francisco. A día de hoy es la décima persona más longeva del mundo.
