Cientos de personas han salido este sábado a las calles de distintas ciudades para mostrar su rechazo al proyecto de ley de reforma de las pensiones en el que trabaja el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que encabeza José Luis Escrivá.
Unas quinientas personas, según la Guardia Urbana, se han manifestado en Barcelona. La marcha, convocada por la Marea Pensionista, ha discurrido desde la plaza de Catalunya hasta la de Sant Jaume, en la capital catalana.
En ella, los jubilados han pedido que se mantenga el carácter público del sistema de pensiones español y que se regrese a la norma que fija la edad de 65 años para poder jubilarse. También han pedido que se retire el proyecto en el que trabaja el Ministerio de la Seguridad Social, que se suban las pensiones más bajas, y que se incremente el importe de las que cobran las mujeres para reducir la brecha de género en este ámbito, según informa Efe.
Por otra parte, cientos de pensionistas han salido a la calle en Vitoria para mostrar también su rechazo en una manifestación en la que uno de los lemas más coreados ha sido «!Escrivá dimisión!». A los ya tradicionales lemas «ni un paso atrás, esta batalla la vamos a ganar», «gobierne quien gobierne las pensiones se defienden», se ha sumado este sábado el relativo a la petición de dimisión del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Al igual que en Vitoria, el movimiento de pensionistas ha convocado una marcha en San Sebastián por la mañana y una tercera en Bilbao, que se celebra esta tarde.
En el comunicado preparado para esta movilización los pensionistas opinan que en el proyecto de ley solo se busca «mantener los recortes de las reformas de pensiones de 2011 y 2013 y avanzar en el proyecto del ministro Escrivá de trabajar más y cobrar menos pensión».
Para los convocantes, el índice de revalorización de las pensiones contenido en el proyecto supondrá la «pérdida año a año de poder adquisitivo». Por ello, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria pide al Gobierno, a los partidos y a las instituciones autonómicas que adopten las decisiones necesarias para atender sus reivindicaciones y que el proyecto de ley sea retirado. «No aceptaremos ninguna reforma que no recoja las reivindicaciones urgentes que reclamamos desde hace cuatro años», advierten en el comunicado, en el que recuerdan que se movilizan por la derogación de las reformas laborales y de las pensiones, por una pensión mínima de 1.080 euros, un salario mínimo interprofesional de 1.200, y por una pensión de viudedad del 100 %, entre otros planteamientos.
Por ello, dejan claro que si no se responde a sus demandas continuarán movilizándose en los próximos meses.