Varias 'startups' ultiman la producción de pescado de laboratorio a partir de células
Las autoridades sanitarias de tres países han aprobado ya la carne de laboratorio para su consumo humano, pero todavía queda un largo camino por recorrer
La carne de laboratorio comenzó a investigarse hace años como una alternativa a la carne animal, pero manteniendo todas sus propiedades e incluso su origen. A través de células madre de un animal vivo, investigadores de distintas parte del mundo han llegado a crear carne de distintos tipos. Ahora, varias startups han decidido ampliar el concepto y producir pescado con técnicas similares, también basadas en la extracción y crecimiento de células.
Empresas como BlueNalu, Avant Meat, Wildtype o Bluu Seafood están avanzando cada vez más en el proceso para llevar al mercado este innovador producto, que pretende acabar con los problemas que presenta hoy en día el consumo de pescado, desde la sobrepesca hasta la presencia de mercurio o microplásticos, además de facilitar una alternativa libre de crueldad animal.
«Creando el pescado directamente de las células, tenemos la habilidad de cultivar salmón genuino, así como otros productos del mar, sin necesidad de utilizar pescado de piscifactorías o salvaje», afirman desde Wildtype, empresa pionera en la creación de salmón de laboratorio.
«Es más, tenemos la oportunidad de mantener en nuestro plato todo lo que amamos del pescado, la proteína y sus grasas nutricionales, sin incluir todo lo que hay que dejar fuera, como los microplásticos y el mercurio», añaden desde la empresa.
Cómo se crea el pescado de laboratorio
El proceso comienza con la extracción de células vivas del tipo de pescado que se quiera producir. Después, se busca el crecimiento de las células en un entorno que imita el natural de la especie que se haya decidido reproducir, utilizando la misma temperatura, Ph, nutrientes, etc.
Después, estas células se concentran y se transforman en las porciones finales, «utilizando procesos que son comunes en la industria alimentaria», explica la empresa Blue Nalu en su página web.
Desde Wildtype dan algunos detalles más a THE OBJECTIVE y explican que el crecimiento de las células se lleva a cabo en contenedores similares a aquellos que se utilizan en la producción de cerveza. «Por último, las células se trasladan de nuestros tanques a estructuras tridimensionales, derivadas de las plantas, para recrear la textura de un filete de pescado», en el caso de esta empresa, del salmón del Océano Pacífico.
Una alternativa más sostenible que la pesca
El pescado es el tipo de proteína animal más consumido del mundo. Aunque la pesca y la producción en acuicultura bajaron ligeramente en 2020 y 2021 debido a la pandemia de coronavirus, se prevé que la tasa de consumo de alimentos acuáticos per cápita crezca y alcance los 21,4 kg en 2030, desde los 20,2 del último año, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
«En los últimos 50 años, la demanda mundial de pescado y marisco ha crecido el doble de rápido que la población mundial, esto no es sostenible», dice un portavoz de Wildtype a este periódico.
Por eso, consideran que su salmón hecho a partir de células, que evita matar al animal, «evita los impactos negativos de la pesca y la acuicultura». «Nuestro objetivo es crear un producto que tenga mucho menos impacto en el medioambiente de los que actualmente hay disponibles», añade el portavoz.
Además, desde la empresa insisten en que es una alternativa más saludable, pues al crearlo en laboratorio, se produce sin los microplásticos y metales que a menudo se encuentran en el pescado.
En cuanto a otro de sus puntos fuertes, el hecho de que no sea necesario matar al animal, desde Wildtype explican que el producto no es vegano, pues está hecho a través de material animal, pero «aunque no entra dentro de la definición estricta de vegetariano o vegano, creemos que muchas de las personas que adoptan estas dietas encontrarán una causa común con nosotros».
Un largo camino hasta llegar a nuestras mesas
Aunque la investigación en este campo ha avanzado mucho, lo cierto es que todavía quedan años para que la producción de este tipo de pescado sea rentable y pueda llegar a nuestras mesas.
«El camino para llegar a tener un producto rentable llevará entre cinco y 15 años y supondrá una inversión de más de 100 millones de dólares», explica el portavoz de Wildtype.
Pero a pesar de las dificultades, de las que son conscientes, se muestran optimistas, pues las autoridades sanitarias cada vez están más predispuestas a analizar y aprobar este tipo de productos alimentarios.
Una prueba de ello es que hace tan solo unos días, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó para el uso humano una carne de pollo creada en laboratorio, producida en este caso por la empresa californiana Upside Foods. Se suma así a Singapur e Israel, los únicos dos países que hasta el momento habían aprobado la carne de laboratorio para su consumo humano.
El salmón de Wildtype ya está en proceso de consultas con la FDA y, aunque la empresa no quiere hablar de plazos, afirman que estarán listos para lanzar el producto al mercado una vez que acabe esta fase.