El cacao mental de Xavi Hernández con el caso de Dani Alves
El entrenador azulgrana recibe un alud de críticas por sus palabras sobre la presunta agresión de Dani Alves a una joven de 23 años
Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona. | Europa Press
Xavi Hernández ha recibido en cuestión de 48 horas críticas desde distintos frentes por sus palabras contradictorias sobre Dani Alves tras conocerse su detención por una presunta agresión sexual contra una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona.
El entrenador del F.C. Barcelona aseguró en un primer momento que estaba «en estado de shock» por lo ocurrido y que «le sabía mal por él, por cómo es Dani [Alves] y cómo ha sido aquí con nosotros». En su época de jugador, Xavi compartió vestuario en el club azulgrana con el defensa brasileño en unas de las mejores etapas deportivas del equipo, donde conquistaron todos los títulos posibles.
Tras el alud de críticas por no tener en cuenta a la víctima, el míster azulgrana quiso rectificar sus palabras. No obstante, pasándose al otro extremo, es decir, cargándose la presunción de inocencia. Y condenando a Alves antes de que los tribunales se pronuncien.
«Obvié un poco el tema de la víctima, de las víctimas. Creo que debemos condenar todos estos actos, los haya hecho Dani o lo haya hecho cualquier otra persona. No estuve del todo afortunado ayer y pido disculpas a la víctima y a las víctimas de estos actos de violencia de género», sostuvo.
Esta disculpa, que ha sido aplaudida por una parte de la comunidad internauta y de los medios de comunicación, ha recibido críticas de otros sectores por precisamente «cargarse la presunción de inocencia».
No es la primera vez que el catalán se mete en líos por sus opiniones de índole política. En su momento, ya afirmó que en Qatar «la gente era feliz» pese a la vulneración de derechos humanos en el país asiático. Este comentario llegó después de que le preguntaran si no era contradictorio criticar a España por el encarcelamiento de los líderes del procés con vivir y trabajar en un país en el que no existe la democracia.
