Estos son los medicamentos que no deben ingerir las personas con diabetes
Hay otros fármacos que no es aconsejable tomar después de comer por las interacciones con los nutrientes
Las personas que padecen diabetes tienen que seguir con mucha atención una serie de cuidados y controles que le indicará su médico según el tipo de enfermedad que haya desarrollado (si es de tipo 1 o de tipo 2). Además, también influirán sus condiciones generales de salud.
Entre las recomendaciones existe una restricción de algunos medicamentos de venta libre y de uso muy frecuente en algunos casos. Estos fármacos, según informaba el sitio Servicio de Información sobre Discapacidad, podrían alterar los niveles de azúcar en sangre de las personas.
Los medicamentos que, por tanto, deben evitar las personas con diabetes son:
- Antihipertensivos.
- Paracetamol u otros analgésicos de venta libre.
- Analgésicos con cafeína.
- Compuestos con ácido ascórbico o vitamina C.
- Antiinflamatorios con acetilsalicílico o aspirina.
- Corticoides.
- Algunos antibióticos.
Lo recomendable para las personas con diabetes es que tengan a mano la lista de medicamentos que no pueden tomar, de forma que puedan consultarla en cualquier momento. Además, ante una situación puntual, no hay que pasar por alto las advertencias de los médicos de urgencia sobre su situación para que recomiende la alternativa más conveniente y segura. Por último, siempre es conveniente plantear a los profesionales las dudas o temores más frecuentes, ya que pueden dar una respuesta adecuada.
Estos son los tipos de diabetes
Existen dos tipos de esta enfermedad:
- Diabetes tipo I, que es la que tiene un factor genético importante y su diagnóstico suele ser en la infancia y la adolescencia (aunque puede aparecer a cualquier edad).
- Diabetes tipo II, que es la más común, también tiene un factor genético subyacente, pero también hay otros de riesgo que pueden agravarla. Algunos de estos son el sobrepeso, la obesidad y el no realizar actividad física.
El segundo tipo es una enfermedad que puede tener consecuencias muy graves, pero que es gestionable. Hay que seguir un tratamiento de por vida: los pacientes deben llevar un control extremo sobre su nivel de glucosa en sangre, además de regularlo con inyecciones de insulina.
Estas pautas son porque esta enfermedad consiste en que los niveles de glucosa en sangre son demasiado altos y el cuerpo no tiene la capacidad de controlarlos. Cuanto todo va bien, el organismo gestiona la cantidad de glucosa en sangre gracias a la segregación de la insulina, una hormona que produce el páncreas; con la diabetes, sin embargo, el cuerpo produce menos insulina y las células se convierten en «inmunes» a esa hormona.
No hay que tomar estos medicamentos después de la comida
Aunque todo el mundo sabe que algunos medicamentos hay que tomarlos con el estómago lleno, también hay que tener en cuenta que con otros ocurre lo contrario: es mejor tomarlos sin haber comido nada. Los enfermos crónicos, además de las personas que utilizan laxantes o antiácidos de forma habitual o las que están en un tratamiento de antidepresivos son las más susceptibles de sufrir una interacción entre nutrientes y fármacos, según señalan desde Infosalus.
Estos son algunos de ellos:
Es recomendable tomar estos medicamentos entre una y dos horas después de la comida. Aunque los alimentos no alteran el efecto de la dosis como tal, sí que retrasan la absorción del medicamento.
- Los suplementos de hierro
La mejor forma de que el organismo absorba este suplemento es con el estómago vacío, con agua o con zumo de frutas, en torno a una hora antes o dos horas después de las comidas, señalan desde Mayo Clinic. Sin embargo, para reducir las posibilidades de padecer malestar estomacal, también puede tomarse con alimentos o justo después de las comidas.
- Estatinas
Estos medicamentos tienen como función reducir el nivel de colesterol en sangre. En este caso, el fármaco es más eficaz al tomarlo justo antes de dormir. Esto es porque la producción del colesterol en el hígado es mucho mayor después de la medianoche y menor durante la mañana y las primeras horas de la tarde, según AARP.