Así influye tu alimentación en la migraña y cómo aliviarla
Los automasajes o la quiropráctica son dos soluciones que no requieren de fármacos y ayudan a reducir el dolor
Una mujer con migraña | Ivan Aleksic (Unsplash)
La migraña es, en muchas ocasiones, subestimada debido a que son muchas las personas que lo padecen; sin embargo, es muy limitante en el día a día. En total, esta dolencia afecta a más de cinco millones de españoles, según señalan los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Los principales factores que convierten la migraña en algo crónico son: el sobrepeso, la depresión, los trastornos de sueño y, sobre todo, la automedicación, la falta de diagnóstico y tratamiento adecuado. Es más, un 3% de los pacientes que padecen migraña episódica menos de 15 días al mes pasan a sufrirla de forma crónica.
«La migraña es uno de los 190 dolores de cabeza tipificados por la medicina, con lo cual, en algunas ocasiones, ni siquiera está diagnosticada como tal, lo que dificulta todavía más el seguimiento de un tratamiento eficaz», asegura el quiropráctico, orientador en salud y experto en nutrición Ata Pouramini a El Mundo.
Pouramini es también autor de Tú eres tu medicina y Escuela de la espalda. Según él, incluso «en determinados pacientes, a pesar de haberse localizado el origen del dolor, no se consigue dar con una solución eficaz que alivie lo que, para muchos, se ha convertido en un verdadero suplicio».
Pero no todos los dolores de cabeza son migraña. Por ello, es importante aprender a reconocerla: «Lo que permite distinguir la migraña de otras cefaleas es su prevalencia en un lado de la cabeza, con latidos o pulsaciones rítmicas de diferente intensidad. Puede aparecer, asimismo, acompañada de vómitos, mareos y fotofobia. En algunos casos, el episodio puede prolongarse hasta los tres días, por lo que está considerada una de las causas más comunes de baja laboral».
Posibles causas de las migrañas
Este dolor podría tener un origen hereditario, según explica el quiropráctico. Además, «las mujeres lo padecen en una proporción de cuatro a uno en relación a los hombres, especialmente al llegar a la madurez y la menopausia». Por otra parte, «tanto el estrés como los problemas músculo/esqueléticos, sobre todo los asociados a la zona cervical muy cargada por el abuso de los dispositivos electrónicos, se suman a las causas más conocidas».
El denominador común de todos estos casos es que las migrañas «son debidas a la dilatación de los vasos sanguíneos, producida, a su vez, por dos hormonas: la serotonina y el cortisol». Además, la razón por la que suelen aparecer durante el fin de semana, cuando llegan los momentos de relajación después de una semana ajetreada, es porque disminuyen los niveles de cortisol. Estos son muy altos durante los momentos de actividad nerviosa y bajos en los casos contrarios: «Por lo tanto, recomiendo una vida lo más tranquila posible y evitar dormir bocabajo».
Aunque la solución más usada son los fármacos, estos pueden tener el efecto contrario: en vez de mitigar el dolor, hacer que aumente. «Los tratamientos farmacológicos incluyen productos que contienen serotonina. Si los tomamos más dos de dos veces por semana, se puede producir el efecto rebote y dar lugar a más dolor», explica Pouramini.
La relación intestino-cerebro y cómo influye en las migrañas
Cada vez son más los estudios que confirman «la estrecha relación entre el intestino y el cerebro. Tanto es así que al intestino se le conoce nuestro ‘segundo cerebro’, por la constante comunicación existente entre estos dos sistemas tan importantes». «El intestino tiene células que liberan serotonina. De hecho, la mayor parte de la serotonina de nuestro organismo se produce y se almacena en el intestino», explica Poruami.
Además, continúa con algunas de las claves de esta relación intestino-cerebro: «Si nuestro sistema digestivo no funciona de forma óptima, no será posible mantener niveles adecuados de serotonina, lo que provocará, en muchos casos, la aparición de inflamación y dolor asociado a la migraña»
La inflamación que aparece cuando la permeabilidad del intestino está alterada, y la microbiota alterada, «impide una correcta absorción de ciertos nutrientes que son claves para evitar las migrañas, como el magnesio». Además, añade que «el magnesio es el segundo catión intracelular más abundante; desempeña un rol esencial en numerosos procesos intracelulares y tiene un papel muy importante en la patogénesis de las migrañas». «Otras deficiencias nutricionales asociadas a la aparición de migrañas están relacionadas con la coenzima Q10, la vitamina D, el ácido fólico y la riboflavina», concluye.
Alimentos que pueden estar relacionados con las migrañas:
- Soja y sus derivados.
- Gluten: es la proteína que está en el trigo. Por eso, hay que eliminar la pasta, el pan o incluso la bollería, a pesar de que no lleven gluten porque contienen muchos aditivos y azúcar.
- Gluotamato monosódico, muy frecuente en la comida asiática.
- Lácteos: la caseína, que es la proteína de los lácteos, también puede ser responsable de provocar una migraña.
- Huevos.
- Chocolate y edulcorantes.
- Vino y café.
- Plátanos y cítricos.
- Productos ahumados.
- Levaduras.
Soluciones no farmacológicas para esta dolencia
El orientador en salud indica algunas de las formas para reducir el dolor de la migraña:
- Quiropráctica: «Está más que demostrado que, con sesiones de quiropráctica, se puede aliviar y bajar la intensidad de las migrañas».
- Enzima DAO: «Su aparición también está relacionada con una deficiencia de la enzima diamino oxidasa. Lo ideal es hacerse una prueba para saber si estamos en un caso de este tipo y, si es así, se puede tomar en forma de pastilla».
- Suplementos de magnesio: «Hay muchos estudios que han demostrado que tomando dosis altas de vitamina B2 se puede reducir la frecuencia de las migrañas hasta en un 50%. Hay que ingerirlo en su forma más pura: suplemento de vitamina B2 o combinado con un complejo vitamínico B. Para que esta solución funcione, se necesita una dosis muy elevada por lo es imprescindible consultar antes con el médico».
- Ejercicios/automasajes: «La clave radica en no esperar a tener un dolor fuerte. En el preciso instante en el que empecemos a notar que se inicia la migraña, debemos comenzar a realizar pequeños automasajes. Si al apretar sentimos mucha molestia en alguna zona concreta, deberíamos de arrancar con el masaje en este punto».
- Suplementos de coenzima Q10: «Muchísima gente que sufre de migrañas tiene una disfunción en la mitocondria, un orgánulo presente en cada una de nuestras células y que funciona como una pila. Tanto el estrés emocional como el físico o los fármacos pueden oxidar y deteriorar las mitocondrias. Por eso, este suplemento lo que nos permite es cargar las pilas. Lo más recomendable es tomarlo en su forma más reducida, que es el ubiquinol».
