Estos son los efectos secundarios del Naproxeno: avisos de la AEMPS
Las mujeres embarazadas son algunas de las personas que no deben tomar este fármaco o ningún otro del mismo tipo
El naproxeno puede provocar daños en el estómago | Unsplash
Que el ibuprofeno es el antiinflamatorio no esteroideo (AINE) más consumido es una realidad. Pero, en segunda posición, está el naproxeno (Antalgin). Su uso principal es por su acción frente al dolor, pero también sirve para bajar la fiebre (antipirético/antitérmico).
«Objetivamente, no es ni mejor ni peor que otros AINE y a todos habría que someterlos a un cierto grado de control en el uso», afirma el director de la Unidad de Investigación de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias, Federico Díaz, a CuídatePlus. Otros medicamentos también muy usados dentro de esta familia de fármacos son el ketoprofeno y el dexketoprofeno.
La mayoría de las prestaciones de este fármaco necesitan receta médica. En concreto, este medicamento está indicado para tratar cuadros de fiebre o procesos dolorosos e inflamatorios de de una intensidad leve o moderada. Algunos de estos casos son:
- Tratamiento de los síntomas relacionados con la artritis reumatoide, la artrosis, episodios agudos de gota y espondilitis anquilosante.
- Alivio de la sintomatología en la dismenorrea primaria.
- Tratamiento sintomático de las crisis agudas de migraña.
- Tratamiento agudo de daños musculoesqueléticos como torceduras o esguinces.
Cómo tomarlo correctamente y fallos a evitar
La portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Juana Sánchez, explica que el naproxeno debe tomarse durante el menor tiempo posible y con la menor dosis que obtenga respuesta analgésica para el paciente, al igual que el resto de los AINE.
«Hay pacientes que están tomando antiinflamatorios y, cuando les preguntas si realmente funcionan, dicen que no lo saben, que los toman porque alguien se los mandó», señala el representante de la SER. En casos como ese, puesto no son fármacos curativos sino para aliviar los síntomas, recomienda dejar de tomarlos si no se nota que el dolor disminuye.
Las farmacéuticas del Centro de Información del Medicamento (CIM) del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huelva María José Coronado y María José Marín son también específicas en cuanto a la dosis recomendada. «De forma general, la dosis diaria de naproxeno sódico en un adulto oscila entre 550mg y 1100mg. La primera toma es de 550mg, seguido de 275mg cada 6/8 horas», aseguran.
Además, también puntualizan que la ingesta de este medicamento es por vía oral, durante o después de las comidas. Esta es la forma de evitar posibles lesiones gastrointestinales, aunque uno de los errores más frecuentes está precisamente relacionado con estos daños. Hay que tomarlo con inhibidores de la bomba de protones (omeprazol), sobre todo aquellos pacientes que tengan un riesgo alto de sangrado digestivo, así como los que tengan antecedentes de sangrado digestivo por úlcera gastro-duodental.
Otros fallos habituales a la hora de tomar este medicamento, según indican Coronado y Marín, son:
- Tomar naproxeno en ayunas.
- Consumir más de la dosis necesaria. «Naproxeno es un medicamento para tratar sintomatología, por tanto, se recomienda seguir la pauta y duración de tratamiento indicado por el médico. A veces, al ser un medicamento para tratamiento sintomatológico, se puede tomar de forma frecuente y pensar que no tienen efectos secundarios», advierten los especialistas.
- Automedicarse.
- Repetir la toma: «No hay que tomar medicación doble por haber olvidado la anterior; simplemente se omite».
Naproxeno y alcohol
El consumo de este fármaco, o de cualquier otro de los AINE, con alcohol está completamente desaconsejado debido a la capacidad que tienen de provocar lesiones en la mucosa gástrica. La ingesta del alcohol mientras se sigue un tratamiento de naproxeno potencia este poder ulcerógeno al incrementar la secreción ácida gástrica.
Estas lesiones en el estómago provocan epigastralgia (dolor de estómago), pirosis (acidez de estómago) e incluso, cuando la ingesta sea crónica, la aparición de úlceras y hemorragias digestivas.
Posibles efectos secundarios
Debido a su acción en la mucosa gástrica, las reacciones adversas más frecuentes provocadas por el naproxeno son las de tipo digestivo. Según afirman Coronado y Marín, «son muy frecuentes las náuseas y el estreñimiento. También son frecuentes los vómitos, dispepsia y diarreas. Y de poco frecuentes a una frecuencia desconocida, nos encontramos con reacciones adversas tales como hemorragia gastrointestinal, perforación intestinal e incluso se pueden dar casos de exacerbación de enfermedades como la enfermedad de Crohn».
Pero estos no son los únicos que puede provocar. Otros efectos secundarios están vinculados a la insuficiencia hepática o renal (en cuyos pacientes está desaconsejado su uso): «En ancianos hay que mantener la dosis mínima efectiva por el riesgo de desencadenar insuficiencia renal o hemorragia gastrointestinal. Este riesgo es mayor cuando se utilizan dosis crecientes de AINE, en pacientes con antecedentes de úlcera y ancianos».
Otras posibles reacciones, según señalan desde el CIM, son:
- Cardiovasculares: pueden aparecer insuficiencias cardiacas e incluso, a veces, hipertensión arterial. Del mismo modo, el empleo de cualquier AINE de forma crónica está vinculado con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares como ictus, infarto, trombosis o aneurisma.
- Hepáticas: estos ocurren muy rara vez, pero puede manifestarse como ictericia, hepatitis y colestasis.
- Neurológicas: algunas frecuentes son la confusión, el mareo, la somnolencia y la cefalea. También las hay que son poco frecuentes, como ansiedad, nerviosismo, insomnio y depresión.
- Dermatológicas: de causa frecuente puede causar el naproxeno prurito, púrpura, erupciones exantemáticas o incluso, aunque de forma muy rara, enfermedades como el síndrome de Stevens-Johnson.
- Oftálmicas: los trastornos en la visión, como la visión borrosa, conjuntivitis y opacidades corneales, son frecuentes al tomar naproxeno.
- Óticas: las reacciones adversas como tinnitus son frecuentes, así como también puede provocar, de forma rara, sorderas e incluso vértigo, aunque la frecuencia de este último es desconocida.
- Enfermedades infecciosas de distinto tipo.
Otro factor importante a tener en cuenta al consumir este fármaco es que no debe tomarse durante el embarazo, el parto o la lactancia. Su uso está relacionado con un aumento del riesgo de sufrir anomalías congénitas o abortos, especialmente al usarlo en el primer y segundo trimestre de la gestación.
Pero las mujeres embarazadas no son las únicas que deben tener cuidado con este medicamento. Las que estén en edad fértil también deben tener en cuenta que los medicamentos del tipo del naproxeno sódico están asociados con una disminución de la capacidad para concebir.
Naproxeno, naproxeno sódico e ibuprofeno
Químicamente, el naproxeno y el naproxeno sódico son diferentes: un es naproxeno base y, el otro, es la sal del naproxeno. En cuanto a la absorción, la del naproxeno sódico es más rápida que la del naproxeno: «550 mg de naproxeno sódico equivalen a 500 mg de naproxeno», aclaran desde el CIM.
En cuanto a las diferencias entre el naproxeno y el ibuprofeno, lo primero a tener en cuenta es que es necesario consultar a un médico antes de tomar cualquiera de estos dos fármacos y seguir sus pautas. Aparte de esto, Sánchez aclara que «depende de la respuesta individual de cada persona, aunque en la clasificación, comparado siempre con la aspirina, tiene una fuerte potencia analgésica».
Por otro lado, ambas farmacéuticas han indicado también que hay estudios comparativos sobre la eficacia de uno u otro según determinadas dolencias. «Así, por ejemplo, la eficacia de ambos es similar en el dolor menstrual, si bien hay estudios que sugieren que el naproxeno lo es más en artrosis de rodilla. En cualquier caso, las personas deben evitar la automedicación y seguir siempre las indicaciones de su médico», destacan.
