Así afecta el aspartamo a nuestro cuerpo: efectos secundarios y beneficios
El descubrimiento de este edulcorante fue fruto de una casualidad, en 1879
Los edulcorantes artificiales (llamados ASW por sus siglas en inglés), también conocidos como edulcorantes sin nutrientes (NNS, también en inglés), se popularizaron durante las guerras mundiales. Esto fue fruto de la reducción de la producción de azúcar por la crisis agrícola. En ese momento, la sacarina, por ejemplo, era muy aceptada como alternativa.
Los investigadores Remsen y Fahlberg descubrieron por accidente las propiedades edulcorantes de la sacarina en 1879. Fue cuando el segundo se dio cuenta de que el pan de su cena era muy dulce después de haber estado un día entero en el laboratorio y haber olvidado lavarse las manos. Así aparece recogido en un estudio de Nutrients.
A principios de la década de 1950, la creencia era que reemplazar el azúcar con ASW era aconsejable para reducir el valor calórico de los productos alimenticios. En esa época, el rápido desarrollo de la industria de la confitería y la comida rápida estuvo acompañado por un aumento de la obesidad. Aunque la demanda de productos dietéticos continuó en aumento, el regusto amargo de la sacarina hizo que fuera perdiendo poco a poco presencia. Ahora, hacía falta encontrar un ASW con un nuevo sabor mejorado.
En este sentido, un avance muy importante fue la aparición del ciclamato, que no dejaba regusto amargo y era posible utilizarlo para endulzar bebidas no alcohólicas. Sin embargo, la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) prohibió su uso en EEUU, debido a las sospechas de que provocaba cáncer, en 1970.
La invención del aspartamo
James M. Schlatter inventó el aspartamo en 1965, obteniéndolo como parte de la investigación de fármacos antiulcerosos. Descubrió el dulzor por accidente, después de, en contra de las normas de seguridad laboral, lamerse el dedo. El atractivo del aspartamo como edulcorante está en que es unas 200 veces más dulce que el azúcar.
Además, su poder calórico, en las concentraciones que dan la impresión de dulzor, es casi inexistente. No obstante, el sabor del aspartamo no es idéntico al del azúcar normal. Este tarda más en aparecer y, por lo general, suele tener un regusto posterior.
Relación entre el aspartamo y la pérdida de peso
Hay un gran debate en torno al uso del aspartamo como ayuda para perder peso. La creencia de sentido común y el marketing inicial mantenían que un producto endulzado como el azúcar, pero que al no tener tantas calorías ayudaría a perder peso. Cambiar a alimentos y bebidas que contenían aspartamo en lugar de azúcar llevó a que algunas personas perdieran peso de forma exitosa.
Sin embargo, otras muchas no experimentaron nada e, incluso, algunas de ellas aumentaron al usar este edulcorante. De esta forma lo documenta un estudio de Fisiología Aplicada, Nutrición y Metabolismo. En este aspecto, algunos estudios han descubierto que el consumo de aspartamo puede ralentizar el metabolismo. Esto llevaría a un aumento de peso, incluso en caso de consumir menos calorías.
La confusión sobre los beneficios o no siguió hasta que Yale realizó un estudio en 2020 al respecto, encontrando una respuesta. Según la investigación, consumir un edulcorante bajo en calorías no es, en sí mismo, responsable de la desaceleración del metabolismo. No obstante, al combinarlo con otros carbohidratos o grasas sí que llevó a una caída significativa de la tasa metabólica.
Relación del aspartamo y la diabetes
El debate sobre la eficacia del aspartamo como herramienta para perder peso no es el único que envuelve a este edulcorante. Algo que también está sobre la mesa es su seguridad, o no, para las personas con diabetes tipo 2. El consumo de aspartamo parece tener poca o ninguna repercusión sobre los niveles de la glucosa en sangre. Por ello, aparentemente, sería una alternativa segura para las personas con diabetes que desean algo dulce.
Además, otros estudios adicionales han encontrado que al comer o beber productos que contienen aspartamo aumentan los niveles de cortisol. Además, altera la actividad de los microbios responsables de la descomposición de los alimentos en el tracto digestivo. Los investigadores creen que estos cambios son los que pueden llevar al aumento de peso y la resistencia a la insulina. Esto tendría un efecto negativo en el control del azúcar en sangre de las personas con diabetes tipo 2.
La seguridad de este edulcorante
Por último, también existe la problemática sobre si el aspartamo tiene un efecto negativo sobre la salud o no. No obstante, parece que este debate está, principalmente, entre la comunidad científica y la opinión pública. Es cierto que se encontró alguna evidencia en los primeros estudios de un vínculo entre el consumo de aspartamo y el cáncer en ratas.
Estudios posteriores, sin embargo, no pudieron encontrar la existencia de un vínculo entre su consumo y el cáncer en primates no humanos o seres humanos. Además, el uso de aspartamo ha estado muy extendido en todo el mundo durante más de 30 años. A lo largo de este tiempo, no han encontrado ningún vínculo entre su consumo y el cáncer o cualquier otra enfermedad.
Aun así, la opinión pública no termina de estar convencida de que sea un producto seguro. A pesar de esto, la FDA de EE.UU. y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sí que considera que su consumo no conlleva riesgos graves, incluso en grandes cantidades, después de décadas de estudios y evidencia anecdótica.