Los efectos secundarios del Roacután, el fármaco más común para tratar el acné
La isotretinoína también se usa para tratar otros trastornos de la piel y algunos tipos de cáncer
Mujer con acné
Los casos más complicados y severos de acné pueden requerir tratamiento médico. Una de las opciones más comunes, dada su eficacia, es la isotretinoína. Los médicos la recetan cuando otros tratamientos, como los antibióticos, no han funcionado.
En nuestro país es comercializado con el nombre de Roacután. Se trata de una clase de medicamentos llamados retinoideos que funcionan al desacelerar la producción de ciertas sustancias naturales que pueden causar acné. Además, la isotretinoína también se usa para tratar otros trastornos de la piel y algunos tipos de cáncer.
Aunque la isotretinoína es una buena opción para evitar cicatrices en casos severos, es un medicamento que solo se puede obtener con una receta médica. Como cualquier medicamento, puede causar efectos secundarios que varían en gravedad, por lo que es importante que un profesional evalúe los riesgos y beneficios antes de que el paciente inicie el tratamiento.
Posibles efectos secundarios
Se han descrito reacciones adversas que afectan a los pacientes que toman isotretinoína. Concretamente, el prospecto de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) recoge:
- Infección bacteriana por Gram positivas (mucocutáneas)
- Anemia.
- Aumento de la velocidad de sedimentación sanguínea.
- Trombocitopenia.
- trombocitosis.
- Neutropenia.
- Linfadenopatía.
- Reacción alérgica de la piel.
- Reacciones anafilácticas.
- Hipersensibilidad.
- Diabetes mellitus.
- Hiperuricemia.
- Depresión.
- Alteraciones de conducta.
- Trastornos psicóticos.
- Trastorno psicótico.
- Tentativa de suicidio.
- Suicidio.
- Cefalea.
- Hipertensión intracraneal benigna.
- Convulsiones.
- Somnolencia.
- Blefaritis.
- Conjuntivitis.
- Sequedad ocular.
- Irritación ocular.
- Visión borrosa.
- Cataratas.
- Ceguera para los colores.
- Intolerancia de las lentes de contacto.
- Opacidad corneal.
- Disminución de la visión nocturna.
- Queratitis.
- Edema de papila.
- Fotofobia.
- Alteraciones auditivas.
- Vasculitis.
- Epistaxis.
- Sequedad nasal.
- Nasofaringitis.
- Broncospasmo.
- Ronquera.
- Colitis.
- Ileítis.
- Sequedad faríngea.
- Hemorragia digestiva.
- Diarrea hemorrágica.
- Enfermedad inflamatoria intestinal.
- Náuseas.
- Pancreatitis.
- Aumento de las transaminasas.
- Hepatitis.
- Queilitis.
- Dermatitis.
- Sequedad de piel.
- Descamación localizada.
- Prurito.
- Exantema eritematoso.
- Fragilidad de la piel.
- Alopecia.
- Acné fulminante.
- Agravamiento del acné.
- Eritema facial.
- Exantema.
- Alteraciones capilares.
- Hirsutismo.
- Distrofia ungueal.
- Panadizos.
- Reacción de fotosensibilidad.
- Granuloma piógeno.
- Hiperpigmentación cutánea.
- Aumento de la Sudoración.
- Artralgias.
- Mialgias.
- Dolor de espalda.
- Artritis.
- Calcinosis.
- Fusión prematura de la epífisis.
- Exostosis.
- Disminución de la densidad ósea.
- Tendinitis.
- Glomerulonefritis.
- Tejido de granulación.
- Malestar.
- Aumento de los triglicéridos en sangre.
- Disminución de lipoproteínas de alta densidad.
- Aumento del colesterol en sangre.
- Aumento de la glucemia.
- Hematuria.
- Proteinuria.
- Aumento de la creatinfosfokinasa en sangre.
Advertencia para embarazadas y adolescentes
Este medicamento no debe ser tomado por las pacientes que están embarazadas o que pueden quedar embarazadas. Esto se debe a que existe un alto riesgo de que la isotretinoína provoque la interrupción del embarazo, que el bebé nazca demasiado temprano, que pueda morir poco después del nacimiento o nacer con malformaciones congénitas.
Por lo tanto, su uso está contraindicado en mujeres embarazadas y se debe informar a hombres y mujeres en edad fértil sobre el riesgo de embarazo durante o después del tratamiento para evitar cualquier complicación.
Por otro lado, y debido a la frecuencia con la que se prescribe a adolescentes y jóvenes, la posibilidad de desarrollar trastornos psiquiátricos y psicológicos ha resultado motivo de preocupación. Por ello, se recomienda prestar especial atención a adolescentes y jóvenes en tratamiento y vigilar la aparición de síntomas que puedan relacionarse con trastornos depresivos o psicóticos o con conductas suicidas o autolesivas.
Remedios caseros para tratar el acné
Existen varios tratamientos caseros que pueden ayudar a aliviar el acné, aunque es importante tener en cuenta que en ningún caso sustituyen el tratamiento médico. Algunos remedios caseros que pueden ayudar son:
- Limpieza facial: Lavar el rostro dos veces al día con agua tibia y un limpiador suave puede ayudar a reducir la acumulación de grasa y suciedad en la piel.
- Compresas de té verde: El té verde contiene antioxidantes que pueden reducir la inflamación y ayudar a calmar la piel. Se puede aplicar una compresa de té verde tibio en el rostro durante unos minutos al día.
- Miel: La miel tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir el acné. Se puede aplicar una pequeña cantidad de miel en las áreas afectadas y dejarla actuar durante unos minutos antes de enjuagar con agua tibia.
- Aloe vera: El aloe vera tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a reducir la inflamación asociada con el acné. Se puede aplicar gel de aloe vera en las áreas afectadas y dejar actuar durante unos minutos antes de enjuagar con agua tibia.
- Exfoliación con bicarbonato de sodio: El bicarbonato de sodio tiene propiedades exfoliantes suaves que pueden ayudar a eliminar las células muertas de la piel y reducir la aparición del acné. Mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio con agua suficiente para formar una pasta, aplicar en el rostro con movimientos circulares suaves y luego enjuagar con agua tibia.
- Vinagre de manzana: El vinagre de manzana tiene propiedades astringentes que pueden ayudar a reducir la inflamación del acné y equilibrar el pH de la piel. Diluir el vinagre de manzana en partes iguales con agua, aplicar con una bola de algodón en las áreas afectadas y dejar actuar durante unos minutos antes de enjuagar con agua tibia.
- Mascarilla de arcilla: Las mascarillas de arcilla pueden ayudar a absorber el exceso de aceite y limpiar los poros obstruidos, reduciendo la aparición del acné. Mezclar arcilla en polvo con agua hasta formar una pasta, aplicar en el rostro y dejar actuar durante unos minutos antes de enjuagar con agua tibia.
Es importante recordar que si el acné es grave o persistente, es recomendable consultar a un dermatólogo para recibir un tratamiento médico adecuado y especifico.
