La Fiscalía pide cinco años de cárcel para un turista que rajó la cara a un portero en Magaluf
El agredido precisó de más de 50 puntos de sutura tras los cortes ocasionados con una botella rota, y el acusado está en busca y captura
Un joven turista británico hirió de gravedad a un portero de discoteca en Magaluf (Mallorca), rajándole la cara con una botella rota tras una discusión en el local. Ahora, el Ministerio Fiscal pide una pena de cinco años de cárcel para el acusado, además de una indemnización de 27.476 euros para la víctima, según detalla Ultima Hora.
Este suceso tuvo lugar cuatro años atrás, en julio del 2019, en un conocido local de ocio nocturno de Punta Ballena, en la localidad mallorquina de Magaluf. Allí, alrededor de las seis de la madrugada, el acusado, un joven británico de 19 años de edad, fue expulsado del interior de la discoteca por un comportamiento inadecuado.
Una vez fuera del local, el acusado y la víctima dialogaron sobre la posibilidad de volver a entrar, sin llegar a nada en claro, y terminando por quedar fuera el joven. El diálogo se tornó hacia una acalorada discusión, y el agresor tomó repentinamente una botella del suelo y, tras romperla, le rajó el rostro al portero de la discoteca.
Las graves heridas se produjeron después de dos golpes consecutivos en la cara de la víctima, quien tuvo que ser atendida y enviada con urgencia al hospital, para pasar por el quirófano. Como consecuencia, el agredido necesitó más de medio centenar de puntos de sutura, quedándole desfigurado el rostro.
En cuanto al agresor, fue detenido por la Guardia Civil, y se defendió alegando que había actuado en defensa propia, tras una agresión por parte de diferentes empleados de seguridad del local. Muy a su pesar, las cámaras de seguridad de la discoteca revelaron la verdad: el joven británico actuó repentina e impulsivamente, y sin haber sufrido ninguna agresión previa.
En paradero desconocido
El juez de guardia le impuso en su día una fianza de 15.000 euros al acusado, que se encontraba ingresado en prisión provisional, y quien después de abonar la misma regresó a su país de origen. Desde entonces, no se tiene ninguna noticia sobre él y se encuentra en busca y captura.
Una orden de arresto internacional fue finalmente emitida tras numerosos desplantes a la audiencia por cometer un delito de lesiones grave. A la espera de que aparezca, el Ministerio Fiscal pide ahora cinco años de cárcel para él, con pena privativa de libertad, además del pago de 27.476 euros a la víctima en concepto de responsabilidad civil.