Esta es la enfermedad respiratoria que mata a más personas al año
Esta afección tiene una tasa de mortalidad que se sitúa en aproximadamente una muerte cada veinte minutos
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una afección que afecta los pulmones, dificultando el paso del aire a través de los bronquios.
Sus síntomas principales son:
- Tos persistente
- Molestias en el pecho
- Sensación de falta de aire o ahogo
Inicialmente, estos signos se manifiestan durante la actividad física, pero con el tiempo pueden presentarse incluso en reposo. Esta enfermedad conlleva una disminución en el flujo de aire, generando problemas respiratorios.
Conocida como la «enfermedad silenciosa»
En la mayoría de los casos, la disminución de la función pulmonar es gradual y lenta, lo que hace que la enfermedad pase desapercibida para el paciente, retrasando su diagnóstico.
En la actualidad, se estima que alrededor de tres millones de personas en España padecen EPOC, pero aproximadamente el 70% de ellos aún no lo saben. Unos dos millones de españoles no reciben tratamiento para su EPOC debido a que no han sido diagnosticados.
La falta de conciencia sobre esta enfermedad explica la discrepancia entre su gran impacto en la mortalidad, siendo la cuarta causa de muerte en España, y su baja visibilidad en la sociedad. La EPOC afecta a más del 10% de las personas mayores de cuarenta años y es la causa más común de fallecimiento después de enfermedades cardíacas, cerebrovasculares y cáncer.
Cada año, más de 18.000 personas mueren en España a causa de la EPOC, con una tasa de mortalidad que se sitúa en aproximadamente una muerte cada veinte minutos. Esta enfermedad también disminuye significativamente la calidad de vida de quienes la padecen y es una causa importante de discapacidad y morbilidad. Además, se asocia con más de 79 enfermedades adicionales, como osteoporosis, depresión, hipertensión arterial o insuficiencia cardíaca.
Cómo se diagnostica
Es esencial diagnosticar la EPOC lo antes posible para prevenir daños mayores. Para ello, basta con realizar una espirometría, una prueba pulmonar sencilla, económica y rápida. Esta prueba permite medir la cantidad de aire inhalado y exhalado, así como la velocidad con la que se realiza la respiración.
Se recomienda especialmente a fumadores mayores de cuarenta años y aquellos que experimentan síntomas respiratorios como tos persistente, dolor en el pecho y dificultad para respirar.
Cómo prevenir esta enfermedad
El abandono del tabaco es el pilar fundamental en el tratamiento de la EPOC, ya que ayuda a evitar el empeoramiento de la enfermedad y sus síntomas. En algunos casos, puede ser necesario iniciar un tratamiento farmacológico con inhaladores broncodilatadores, que controlan los síntomas, retrasan la progresión de la enfermedad y permiten a los pacientes llevar una vida más activa.
Para prevenir la enfermedad, se deben tener en cuenta los siguientes factores:
- Dejar de fumar: el tabaco es el principal factor de riesgo. Dejar de fumar reduce significativamente las posibilidades de contraer esta enfermedad y también disminuye la progresión de la enfermedad en aquellos que ya la padecen.
- Evitar la exposición al humo del tabaco: la inhalación del humo del cigarrillo de otras personas también puede contribuir al desarrollo de EPOC. Por tanto, es fundamental evitar entornos donde se fume para reducir la exposición al humo.
- Protegerse de la exposición a sustancias tóxicas: evitar o limitar la exposición a vapores, gases, polvo y sustancias químicas irritantes en el lugar de trabajo o en entornos industriales es crucial para proteger la salud pulmonar.
- Mantener un estilo de vida saludable: adoptar una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico regularmente ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y la salud general, lo que puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades respiratorias.
Aunque la EPOC no tiene cura, su prevención y un tratamiento adecuado, que incluye dejar de fumar, pueden mejorar significativamente la calidad de vida y reducir sus complicaciones.