Los universitarios registran la mayor tasa de suspensos de los últimos siete años
Las mujeres logran mejor rendimiento que los hombres, y los centros privados respecto a los públicos
Las notas de los universitarios han cambiado. Ahora, los suspensos han aumentado. Innegablemente, la exigencia académica bajó considerablemente durante los cursos 2019-2020 y 2020-2021. La pandemia de la covid-19 provocó importantes alteraciones en el funcionamiento de los centros educativos. Profesores y estudiantes dependían de un virus que tenía nombre y apellidos, pero: ¿qué ocurrió después?
Según los datos aportados por el Ministerio de Universidades, así como el último informe publicado por la Fundación CYD, en el curso 2021-2022 la tasa de rendimiento (porcentaje de créditos aprobados respecto a los matriculados) de los estudiantes de grado fue del 77,5%. Esto quiere decir que, en dicho período, los universitarios registraron la mayor tasa de suspensos de los últimos siete años.
En este sentido, los mejores años en cuanto a rendimiento académico fueron 2019, 2020 y 2021, marcados por la implantación de prácticas complejas como las clases online o la realización de tareas y actividades desde casa. No cabe duda de que eran tiempos en los que resultaba más sencillo obtener un aprobado. En cambio, entre 2015 y 2018 esa tasa fue bastante lineal y no presentó picos significativos.
Por otra parte, en el curso 2021-2022, la cifra de los universitarios que abandonaron el estudio en su primer año se situó en el 18,7%, 3,3 puntos porcentuales menos respecto al curso anterior (22%).
Por género, resalta que las chicas lograron mejores resultados que los chicos, con una diferencia de 9 puntos (a favor de ellas) en la tasa de rendimiento. Además, estas registraron menos abandonos en su primer año de universidad.
Éxito de las universidades privadas
Dentro de este contexto, las universidades privadas ganan fuerza. Destaca que los estudiantes matriculados en estos centros muestran una tasa de rendimiento 10 puntos porcentuales superior respecto a los públicos. Asimismo, cabe apuntar las mayores tasas de rendimiento en las facultades presenciales respecto a las que son a distancia.
Por ámbitos de estudio, los mejores rendimientos se dan en educación (90,2%) y salud (87,2%), mientras que en el otro extremo se encuentran el sector primario, informática e ingeniería, industria y construcción, donde esta tasa es inferior al 70%.
En el curso 2021-2022 el número de estudiantes matriculados en estudios de grado universitario ascendía a 1.333.567, una cifra ligeramente inferior (-0,2%) a la del curso anterior. En las públicas se produjo un descenso de los matriculados (-1,8%) mientras que en las privadas hubo un aumento (7,5%).
En la última década, en comparación con el curso 2011-2012, se observa un descenso de alumnos matriculados en estudio de grado (-8,5%), pero una tendencia desigual en función de la titularidad de la universidad. La pública ha perdido más de 200.000 alumnos, sin embargo, la privada ha aumentado en casi 81.000 alumnos más, representando ya el 19,1% de las matriculaciones.
Las privadas acogen a un 46,1% de los alumnos de máster
Además, los estudios de máster siguen sumando estudiantes. En el curso 2021-2022, 266.902 estudiantes cursaron este tipo de formación, el 53,9% en una universidad pública y el 46,1% en una privada. Esta última ha alcanzado un 14,4% de alumnos más respecto al curso anterior. En doctorado había 97.749 estudiantes. La gran mayoría de ellos (93,9%) en la pública.
Por tanto, en España, en comparación con la Unión Europea, las facultades privadas ocupan un espacio realmente importante dentro del sistema educativo, sobre todo en relación a los matriculados de máster.
Montse Álvarez, del gabinete técnico de la CYD, asegura en el informe de la fundación recogido por THE OBJECTIVE que las universidades privadas se están esforzando «por diferenciarse de la pública especializándose en el nivel de máster, el más próximo al mercado laboral».
La cifra de universidades privadas autorizadas (43) se acerca poco a poco a la de las públicas (50). Sin embargo, el número de estas últimas se ha mantenido estable en los últimos 25 años, mientras que el de las facultades privadas se ha multiplicado por 2,7.