La borrasca Karlotta pone en alerta a media España por rachas de viento, oleaje y lluvias
La Aemet avisa que en las zonas con aviso naranja existe riesgo meteorológico importante en actividades usuales
Un hombre andando bajo la lluvia con el mar de fondo | M. Dylan (Europa Press)
La borrasca Karlotta ha activado los avisos en media España este jueves por fuerte temporal de viento, lluvia y fenómenos costeros adversos, con especial incidencia en Galicia, Asturias, Castilla y León, Cantabria y La Rioja, donde hay alerta naranja por rachas de hasta 110 km/h, informa la Aemet en su web.
Galicia, la comunidad más expuesta a la borrasca, tiene nivel naranja (riesgo importante) por rachas máximas de 100 km/h con vientos del sur y suroeste, por lluvias que dejarán una precipitación acumulada de 80 litros por metro cuadrado en 12 horas y por mar combinado del suroeste con olas de 5 a 7 metros.
En la fachada cantábrica, Asturias y Cantabria siguen con avisos naranja por rachas de hasta 110 km/h en puntos de la cordillera cantábrica, valle mineros, suroccidental asturiana, Liébana y en Cantabria del Ebro. La Rioja también se verá afectada por vientos del sur y suroeste que subirán hasta los 100 km/h en puntos de la ibérica riojana.
En Castilla y León sólo las provincias de Burgos y de Palencia están con alerta naranja por rachas máximas de viento que oscilarán entre los 90-100 kilómetros por hora; en el resto de la comunidad hay alerta amarilla por vientos entre los 70 y 90 km/h y en Ávila por lluvias que dejarán 40 litros por metro cuadrado en 12 horas.
En Andalucía (Almería, Cádiz y Huelva), Aragón, Castilla-La Mancha (Cuenca, Guadalajara y Toledo), Cataluña (Girona y Lleida), Extremadura, Comunidad de Madrid, Región de Murcia, Navarra y en el País Vasco está activado el aviso amarillo (riesgo) por fuerte oleaje o por viento que subirá hasta los 70-90 km/h. Aemet avisa de que con la alerta naranja existe riesgo meteorológico importante, con cierto grado de peligro para las actividades usuales, y con la amarilla no existe riesgo meteorológico para la población en general, aunque sí para alguna actividad concreta.
