¿Qué significan los colores durante las procesiones de Semana Santa?
Los colores que se exponen en las procesiones juegan un papel fundamental en los significados de la Semana Santa
Semana Santa. | Pixabay
La Semana Santa avanza y las procesiones continúan su recorrido. En este ambiente, la simbología de las hermandades de cofrades es un universo completo con significados particulares.
Uno de los aspectos más llamativos y significativos de estas hermandades es la elección de los colores que portan sus miembros durante las procesiones y ceremonias. Y es que no solo son estéticamente impactantes, sino que también llevan consigo una carga simbólica profunda.
Anteriormente, el negro era predominante, tanto en el vestuario de las imágenes de la Dolorosa como en el de los penitentes que las acompañaban. Sin embargo, con el tiempo, la diversidad de colores se ha expandido, cada uno con su propia connotación simbólica.
Significado de los colores
Tradicionalmente, se ha asignado a cada color un significado que hace referencia a distintos momentos importantes en la vida de Jesús: desde antes, durante y después de su sacrificio en la cruz.
Según el investigador mexicano Eulalio Ferrer, en su obra «Los lenguajes del color», en el año 1200 el papa Inocencio III estableció la simbología de cada color.
Más tarde, estos significados fueron confirmados por Pío V. Inicialmente, los colores incluidos eran el blanco, rojo, verde y morado, a los que posteriormente se sumaron el rosa, amarillo, dorado y azul.
Morado
El morado es el color principal de la Semana Santa, simbolizando devoción, dolor, severidad y penitencia. También se asocia con la Celebración del Adviento y la Cuaresma.
El negro
El color negro se asocia comúnmente con sentimientos de tristeza, separación, penitencia, vigilia y soledad. Este color está ampliamente presente en las vestimentas y simboliza emociones similares al morado, siendo especialmente relevante en el Viernes Santo dentro de la liturgia.
La pureza del blanco
En la tradición cristiana, el color blanco está asociado con conceptos como la pureza, la alegría y la luz, siendo frecuentemente utilizado para representar a Cristo resucitado.
Se destaca especialmente durante la celebración de Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Además, es común verlo en ofrendas y festividades como la Pascua.
La sangre roja
El color rojo simboliza la sangre derramada por Jesucristo, como referencia a su amor. Por esta razón, es común encontrarlo en los claveles que adornan los pasos procesionales durante la Semana Santa.
Azul
El azul es un símbolo de amor, fidelidad y afecto, y se destaca en las procesiones, principalmente por su asociación con la Virgen María. Además, los tonos celestes son especialmente relevantes en la celebración de la Solemnidad de la Inmaculada, siendo un color privilegiado en esta festividad.
Marrón
El color marrón, y en general los tonos tierra, evocan sentimientos de humildad, fragilidad y anonimato. Estos colores están asociados con la renuncia al mundo material y la búsqueda de la espiritualidad.
En el contexto de la Semana Santa, el marrón puede representar la conexión con la tierra y la humanidad de Jesucristo, así como la idea de renuncia y sacrificio. Su presencia en las procesiones puede subrayar la modestia y la sencillez de la fe religiosa.
Verde
El color verde simboliza la esperanza, la iniciación (como se refleja en el manto de San Juan), el triunfo de la vida sobre la muerte (razón por la cual las Hermandades de la Vera Cruz lo adoptan como distintivo) y también la fe, aunque menos comúnmente que el blanco.
Gris
El gris es el color del desconsuelo durante la Semana Santa, evocando sentimientos de tristeza, melancolía y reflexión. Se asocia con la solemnidad de los días santos, como el Jueves y Viernes Santo, momentos en los que se recuerda la pasión y muerte de Jesucristo.
Amarillo
El tono dorado, al igual que el blanco, representa pureza y pertenece a la gama de colores asociada con la luz divina. Esta tonalidad simboliza la luminosidad espiritual y la presencia de la luz de Dios en la celebración.
La meticulosa elección de colores durante la Semana Santa revela la profundidad simbólica y la cuidadosa planificación detrás de cada aspecto de la liturgia, donde cada color comunica significados específicos y se utiliza con un propósito deliberado.
Rosa
El rosa, aunque no tenga un significado litúrgico específico durante la Semana Santa, se interpreta como un color que representa la ausencia de todo mal y el dominio de sí mismo.
En algunas tradiciones, se asocia con la alegría y la esperanza, sirviendo como un recordatorio de la luz que emerge después de la oscuridad. Es un tono que sugiere armonía y equilibrio espiritual, invitando a la reflexión sobre el autocontrol y la paz interior.
