Liberan a diez mujeres nepalíes esclavizadas en una empresa de envasado en Candeleda (Ávila)
La Guardia Civil ha detenido a tres individuos de una organización criminal por un delito de trata de personas
La Guardia Civil, en colaboración con la Inspección de Trabajo, ha arrestado a tres individuos por un delito de trata de seres humanos en una empresa de Candeleda, Ávila. La compañía, dedicada a la comercialización de alimentos envasados, empleaba a diez mujeres nepalíes en condiciones de semiesclavitud desde septiembre. Las autoridades han dado los primeros pasos para desarticular una «organización criminal dedicada a la trata de seres humanos», como señaló Juan José Vallejo, capitán jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, en una conferencia de prensa.
Las víctimas, mujeres de entre 24 y 38 años, vivían en un régimen de semiesclavitud en una nave anexa a la empresa. Eran privadas de documentación y dinero, y no podían abandonar las instalaciones sin ser acompañadas. Además, su aislamiento social se veía agravado por la falta de conocimientos de castellano, comunicándose únicamente con algunas palabras en inglés.
Las condiciones en las que se encontraban estas mujeres eran extremadamente precarias. Dormían en colchones sobre el suelo, en una nave sin calefacción, con ventanas sin cristales y cubiertas con plásticos. La cocina estaba sucia y todas compartían un único baño, lo que complicaba mantener unas condiciones básicas de higiene. El «ciclo migratorio» de las víctimas comenzaba en Nepal, donde una organización las engañaba prometiéndoles trabajo en España, explicó Vallejo.
La red criminal se encargaba de financiar el transporte de las mujeres, generando una deuda de entre 3.000 y 7.000 euros. El viaje incluía escalas en países de tránsito como Serbia o Rumanía, antes de llegar a España por vía terrestre. Una vez en el país, las víctimas eran alojadas en pisos alquilados por la red en grandes ciudades, antes de ser distribuidas a diferentes puntos del país para su explotación.
Tras su liberación, las mujeres seguían creyendo que debían una deuda a la organización que las había traído a España, lo que las mantenía en un estado de temor constante. Fueron atendidas inicialmente por la ONG APRAM y posteriormente por otras organizaciones en defensa de los derechos humanos. La Guardia Civil ha trasladado las diligencias a los Juzgados de Arenas de San Pedro, Ávila, y mantiene abierta la operación, sin descartar nuevas detenciones en los próximos días o semanas.