Muere el cardenal Miguel Ángel Guixot a los 72 años, promotor del diálogo entre religiones
El purpurado sevillano fue hospitalizado en varias ocasiones y sometido a diversas cirugías
El cardenal español Miguel Ángel Ayuso Guixot, prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, falleció este pasado lunes a los 72 años en el Hospital Gemelli, donde estaba ingresado. El purpurado sevillano fue hospitalizado en varias ocasiones y sometido a diversas cirugías, según ha explicado el portal de noticias del Vaticano, Vatican News.
El papa Francisco, en una audiencia con la Delegación Internacional Janista en el Vaticano, expresó su preocupación por la salud del cardenal Ayuso, pidiendo oraciones por su estado crítico.
El arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, confirmó la noticia a través de su cuenta de X, recordando al cardenal Ayuso como un destacado misionero comboniano, profesor, escritor, teólogo, arabista e islamólogo. Miguel Ángel Ayuso nació en Sevilla el 17 de junio de 1952 y fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1980.
Un legado de fe y conocimiento
Entre 1979 y 1982, Ayuso se dedicó al estudio del árabe y la Islamología, y fue misionero en Sudán y Egipto. En Egipto, ejerció como párroco del Sagrado Corazón en Abbassiyya y fue director del Centro Catequético Diocesano Litúrgico y Pastoral de El Obeid en Sudán. Además, impartió clases de Islamología y diálogo interreligioso en Jartum, El Cairo y, posteriormente, en Roma.
Desde 2012, Ayuso sirvió como secretario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, hasta que el 25 de mayo de 2019, el papa Francisco lo nombró presidente del mismo organismo. Recibió la consagración episcopal del Papa Francisco el 19 de marzo de 2016 en la basílica de San Pedro y el 5 de octubre de 2019 fue creado cardenal con el título diaconal de San Girolamo della Carità.
La comunidad internacional y religiosa recuerda hoy a un hombre que dedicó su vida al entendimiento y la coexistencia pacífica entre diferentes creencias, dejando un legado duradero en el campo del diálogo interreligioso. Su partida marca el fin de una era de compromiso inquebrantable con la promoción de la paz y el entendimiento global.