Descubren el abono perfecto para que el limonero dé buenos frutos
Los árboles cultivados con un fertilizante rico en NPK tienen limones con una cáscara más fina y suave
Limonero. | Abigail Chiazzaro Unsplash
El cultivo de limoneros en casa se ha vuelto cada vez más popular, ya que el limón es un fruto versátil y muy apreciado en la cocina y la medicina. Sin embargo, para obtener una cosecha de calidad, es esencial que el árbol cuente con el abono adecuado. Expertos en jardinería han identificado qué tipo de fertilizante es ideal para que el limonero prospere y produzca frutos de alta calidad.
El cuidado de un limonero requiere atención y dedicación, pero con el abono adecuado tu limonero puede dar unos frutos grandes y de calidad. Y es que, un fertilizante rico en nitrógeno, fósforo y potasio, aplicado en el momento correcto del año y complementado con un riego adecuado, asegurará que tu limonero no solo de frutos en abundancia, sino que estos sean de la mejor calidad. Si a esto le sumas el uso de abonos naturales como el compost o el estiércol, estarás contribuyendo al bienestar del árbol de manera sostenible.
El abono perfecto
Para garantizar una producción óptima, es fundamental que el abono contenga tres nutrientes principales: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), comúnmente denominados NPK. El nitrógeno es crucial para el crecimiento de las hojas y la fotosíntesis; el fósforo fomenta el desarrollo de raíces fuertes y saludables, mientras que el potasio es clave para la floración y la producción de frutos jugosos y grandes, según científicos brasileños.
También investigadores egipcios han afirmado que este abono mejora la calidad y el tamaño de los frutos. Y es que se ha demostrado que los componentes del abono NPK producen mejoras en el cultivo y la calidad de los frutos. Estas mejoras no se consiguen si añades de forma independiente el potasio, el nitrógeno y el potasio. Por eso es importante emplear este abono NPK, si quieres que tu limonero tenga unos frutos perfectos.
Cuándo añadir el abono
El momento de aplicar el fertilizante también juega un papel crucial. El limonero requiere ser fertilizado tres veces al año: a inicios de la primavera, en pleno verano y en otoño. Este ciclo permite que el árbol tenga suficiente energía para crecer y prepararse para la producción de frutos durante todo el año.
Durante la primavera, el nitrógeno es el elemento más importante, ya que promueve el crecimiento activo del follaje. En verano, se recomienda un fertilizante más equilibrado en nitrógeno, fósforo y potasio, es decir el NPK, para asegurar un buen desarrollo de los frutos. Finalmente, en otoño, es mejor reducir el nitrógeno y centrarse en el potasio, que fortalecerá al árbol para soportar las condiciones invernales.
Abonos naturales
Para aquellos que prefieren opciones más sostenibles o caseras, existen varios productos naturales que pueden ser igual de efectivos que los fertilizantes comerciales. El compost es una excelente opción, ya que se compone de desechos orgánicos como cáscaras de frutas, restos de vegetales, y posos de café, que aportan nutrientes de forma gradual y mejoran la calidad del suelo.
Otra opción natural es el uso de estiércol, preferiblemente de vaca o de caballo, que aporta una gran cantidad de nitrógeno y otros nutrientes esenciales. Es fundamental mantener el suelo bien regado después de aplicar el fertilizante, ya que esto ayuda a disolver los nutrientes y facilita su absorción.
Beneficios
Un limonero bien fertilizado no solo producirá frutos más grandes, sino que también será más resistente a enfermedades y plagas. Las deficiencias nutricionales pueden debilitar el árbol, haciéndolo más vulnerable a infecciones por hongos, ataques de insectos o incluso a cambios bruscos de temperatura.
Además, el uso regular de abonos ricos en potasio ayuda a mejorar la calidad del fruto, aumentando su contenido de zumo y mejorando su sabor. Los limones de árboles en los que ponen abono NPK, también tienden a tener una cáscara más fina y suave, lo que los hace más atractivos para el consumo.
