¿Qué árboles hay que podar en septiembre sí o sí?
La poda mejora la calidad de los frutos y aumenta la cantidad de la próxima cosecha asegurando una producción sana
En septiembre, la poda de ciertos árboles frutales es crucial para asegurar una cosecha abundante en la próxima temporada y mejorar la salud general del árbol. Entre los frutales que debes podar sí o sí en este mes se encuentran el melocotonero, el ciruelo y el cerezo. Estos árboles, que florecen en primavera y fructifican en verano, necesitan una intervención temprana para mejorar su estructura y facilitar el crecimiento de nuevos brotes.
Pero no todos los árboles se podan de la misma manera ni con las mismas herramientas. Además de controlar el tiempo y el material con los que va a realizarse la poda es imprescindible encargarse del mantenimiento de las herramientas con las que vayamos a podar. Estos cuidados mejorarán no solo la salud de los árboles, sino también la calidad y cantidad de la próxima cosecha, asegurando una producción fructífera y sana para el año siguiente.
Árboles que hay que podar en septiembre
1. Melocotonero
El melocotonero es uno de los frutales más preciados, ya que está fruta es una de las más consumidas durante el verano, pero también es bastante exigente en cuanto a cuidados. Es indispensable podarlo en septiembre. Se trata del momento ideal para podarlo porque el árbol se encuentra en su fase de reposo vegetativo.
Cuando un árbol está en reposo vegetativo, si lo manipulamos ya sea para podarlo o para hacer un injerto, se reduce significativamente el riesgo de infecciones. Además, la poda en septiembre permite que el árbol cicatrice las heridas antes de la llegada del invierno.
La poda del melocotonero persigue mejorar la ventilación y la entrada de luz al centro de la copa del melocotonero. Esto previene la aparición de plagas y enfermedades, como la lepra del melocotonero o el ataque de pulgones. Para podar este árbol, es importante eliminar las ramas que ya han producido frutos, ya que no lo volverán a hacer en la siguiente temporada.
Además, se deben cortar las ramas secas o dañadas, así como aquellas que crezcan hacia el interior, pues restan energía al árbol. También es recomendable acortar algunas ramas más largas para evitar que se vuelvan demasiado pesadas en la próxima fructificación.
2. Ciruelo
El ciruelo es otro frutal que requiere poda en septiembre. Como ocurre con el melocotonero, el ciruelo necesita una buena ventilación y exposición a la luz para evitar enfermedades, como el chancro o el cribado, que son comunes en esta especie.
Al podarlo en este mes, ayudas a equilibrar su crecimiento y fortalecer su estructura, lo que resulta fundamental para soportar el peso de los frutos en la temporada siguiente. La poda del ciruelo debe centrarse en las ramas que han dado fruto, eliminándolas para fomentar el crecimiento de nuevos brotes.
Además, se deben cortar las ramas que crezcan de forma desordenada o hacia el interior de la copa. Una poda equilibrada y regular garantiza que el ciruelo continúe produciendo frutos grandes y de calidad.
3. Cerezo
El cerezo es uno de los frutales más delicados en cuanto a poda, pero septiembre es el mes indicado para llevar a cabo esta tarea. Este árbol es propenso a enfermedades, especialmente al chancro bacteriano, que puede infectar las heridas de poda si se realiza en condiciones inadecuadas. Por ello, septiembre, cuando el árbol está en reposo y las temperaturas son más suaves, es el momento ideal.
La poda del cerezo busca eliminar las ramas que han producido frutos, así como aquellas que estén enfermas, secas o dañadas. También es crucial mantener la forma del árbol, eliminando ramas que se crucen o que crezcan hacia el interior, para asegurar una correcta distribución de la luz solar. De esta manera, favorecemos la fructificación y evitamos que el árbol crezca de forma desordenada.
Beneficios de la poda
Realizar la poda en septiembre no solo mejora la salud de los árboles, sino que también ayuda a preparar el frutal para la próxima temporada. Al reducir la densidad de ramas, se facilita la circulación del aire, lo que previene enfermedades fúngicas y otras plagas que prosperan en ambientes húmedos y cerrados. Además, la poda en esta época permite que las heridas cicatricen antes del invierno, lo que minimiza el riesgo de infecciones.
Otro beneficio importante es la mejora en la calidad de los frutos. Al podar las ramas viejas y no productivas, los árboles pueden concentrar su energía en los brotes jóvenes, que serán los que produzcan frutos en la siguiente cosecha. Esto no solo aumenta el tamaño y la cantidad de la fruta, sino que también mejora su sabor.
Recomendaciones para la poda
Lo más importante es utilizar siempre herramientas bien afiladas y desinfectadas para evitar la propagación de enfermedades. Además, realiza cortes limpios y evita dejar astillas o heridas mal cicatrizadas que puedan infectarse. Recuerda no podar en días de lluvia o humedad alta, ya que las condiciones húmedas favorecen el desarrollo de hongos. Y retira todos los restos de poda del suelo para prevenir la aparición de plagas.