La Policía rusa detiene al líder de la organización ultrarreligiosa Estado Cristiano

Las autoridades rusas han detenido al líder de la organización ultraortodoxa ‘Estado Cristiano-Rusia Santa’, Alexandr Kalinin, investigado por los ataques contra Alexéi Uchitel, director de la película Matilda, criticada por muchos creyentes, tal y como ha informado este miércoles a Interfax un portavoz de la policía. Las fuerzas de seguridad también han detenido a otras tres personas por su presunta implicación en el incendio de dos coches, uno de ellos propiedad de Uchitel, a las puertas de la oficina de su abogado en Moscú el pasado 11 de septiembre.

Poco después, el abogado de Uchitel, Konstantín Dobrinin, pidió al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) que investigara a Kalinin por sus declaraciones públicas que pueden interpretarse como una llamada a la violencia contra su cliente y los cines que proyecten la película que se estrenará el próximo 26 de octubre. «Es evidente que si mañana aparece en cartelera la película Matilda, los cines comenzarán a arder«, advirtió el Estado Cristiano en una carta dirigida a propietarios de los cines rusos. «Puede ser que incluso haya gente que salga herida»,

En la misiva también especificaron que las personas que iban a entrar en acción serán «aquellas que aman a Dios y a su pueblo, que lo quieren tanto, que están dispuestas a acabar en la cárcel e incluso morir«.

El filme Matilda toma su título de la bailarina Matilda Kshesínskaya, de origen polaco, una estrella del teatro Mariinski de San Petersburgo que mantuvo una corta pero apasionada relación con Nicolás II entre 1892 y 1894, antes del matrimonio del zar. Tanto la Iglesia Ortodoxa Rusa como la Casa Imperial rusa consideran una «blasfemia» hablar con tanta ligereza sobre ciertos aspectos de la vida del último zar, fusilado en 1918 y santificado en el año 2000.

Al principio, los activistas o simpatizantes de ‘Estado Cristiano, Rusia Santa’ se limitaron a amenazas por escrito, pero en las últimas semanas ha habido varios ataques contra cines, el estudio del director y la oficina de su abogado. «No ganes dinero a cambio de la muerte de tu alma (…) Si no te preocupa lo que le pase a Rusia, entonces piensa en tu propia suerte«, decía la amenaza dirigida a un cine de la ciudad de Kazán.