'Atomic Heart': una Unión Soviética dominada por las máquinas
El próximo juego inspirado en las novelas de ciencia ficción de los años 50 de Stanislaw Lem y los hermanos Strugatsky ha dejado a todos con la miel en los labios
Es uno de los juegos más esperados de este 2023. Estamos acostumbrados a que a principios de año, es decir, justo después de la campaña de Navidad y en ocasiones hasta la incipiente primavera, sean muy pocos los estrenos de nuevos videojuegos. Pero este año no va a ser así: durante estos primeros meses van a coincidir en su lanzamiento muchos títulos esperadísimos porque, en muchos casos, fueron retrasados por problemas sobre todo de desarrollo. Este es el caso de Atomic Heart.
El estudio ruso Mundfish afincado en Chipre tenía en mente algo nuevo sin copiar nada de lo que habitualmente sale al mercado. La idea surgió en 2017 y en 2018 empezó a llegar información al respecto sorprendiendo a todos con un vídeo en el que se mostraba un trabajo curioso e innovador. Un juego ambientado en la antigua Unión Soviética con grandiosos escenarios repletos de gigantescas estatuas, carteles y banderas del régimen. Personajes sorprendentes por su diseño e innovación y una acción increíble con armas y ataques apabullantes, combinando la electricidad y la telequinesia ante enemigos tanto orgánicos como mecánicos, que imprimen respeto.
Todo ello digno de un survival horror a la luz del día. Con un acabado exquisito en el diseño, aderezado con la voz de una de las más populares cantantes rusas ya retirada, Alla Pugachova. El video poseía una personalidad fuera de toda duda provocando curiosidad y ganas de saber más sobre el juego. Pero han sido los primeros gameplays publicados los que han terminado de convencer tanto al público como a la prensa de que estamos ante algo novedoso y minuciosamente diseñado. Han sido inevitables las comparaciones con la franquicia Bioshock por la mezcla de ambientaciones retro con características futuristas y los curiosos diseños en los enemigos a los que enfrentarse. Por cierto, el creador de Bioshock ya anunció en The Game Awards que este sería previsiblemente el año de lanzamiento de su nuevo trabajo Judas.
Pero sigamos con el curioso argumento de Atomic Heart. El profesor Dimitri Serguéyevich descubre en 1936 el polímero, un dispositivo de almacenamiento eléctrico de plástico. En 1941 se crea un proyecto nacional denominado ‘Instalación 3826’ que creará robots para ayuda de la humanidad. En 1950, Dimitri descubre la adaptación asimilativa del polímero creando un dispositivo denominado «Pensamiento» con el que se pueden dar órdenes a los robots de forma remota.
Muy bonito todo hasta que se percatan de que existen laboratorios manejados por robots en los que se experimenta con humanos. Así entra en acción el teniente coronel Nechaev, cuyo nombre en código es P-3, en referencia al plutonio al que se vio expuesto en un laboratorio. Se le implantó un guantelete de polímeros con propiedades energéticas para el combate, así como implantes metálicos para restaurar sus funciones cerebrales. Ya tenemos a nuestro protagonista preparado para la acción.
Un juego diseñado a lo grande
Atomic Heart es un juego de acción y rol en primera persona, con unos escenarios lo suficientemente grandes y variados como para no echar en falta un mundo abierto, aunque va a disponer de futuros DLC que lo ampliarán aún más. Está diseñado para un solo jugador, que se enfrentará a retos verdaderamente curiosos, máquinas, robots y criaturas orgánicas que podrían pertenecer al universo Silent Hill. Podremos andar, nadar y conducir un coche para recorrer los escenarios, a los que no les falta detalle alguno. No se descarta ampliar con nuevos vehículos, como camiones, en los nuevos contenidos descargables que saldrán posteriormente.
Nos enfrentamos a combates extraordinariamente diseñados para lucir en pantalla nuestros ataques combinándolos al gusto. Tanto con el guantelete de polímeros y los rayos electromagnéticos del cañón de riel, un curioso fusil fabricado con restos de piezas metálicas, como con los congelamientos y la posibilidad de elevar a los enemigos en el aire para su posterior eliminación. También podremos de hacerlo de forma más primitiva, golpeándoles con cualquier tipo de porra metálica lo suficientemente contundente. Cada jugador determinará qué tipo de ataque quiere imprimir y la intensidad de este.
La ambientación musical corre a cargo de Mick Gordon, todo un maestro de la música electrónica e industrial, reconocido por trabajos como Doom. El acabado gráfico es sorprendente prometiendo resultados espectaculares tanto en consola como en PC. Utiliza tecnología gráfica de última generación de Nvidia, Gforce RTX o Unreal Engine.
El director del título, Robert Bagratuni, deseaba contar una historia en la que el progreso y la tecnología pudiesen salirse de control, una historia fantástica de una confrontación entre el hombre y la máquina. Y sin duda alguna, lo ha conseguido. Lo comprobaremos el próximo 21 de febrero día de su estreno en Xbox One y series, PlayStation 4 y 5 y PC. Será gratis para los suscriptores de Game Pass de la consola de Microsoft.