Activistas contra las macrogranjas pintan de rojo la fachada del Ministerio de Agricultura
Los manifestantes han denunciado «la incapacidad del Gobierno para abordar la necesaria protección del medio ambiente y los animales»
El colectivo Futuro Vegetal ha arrojado este sábado pintura roja sobre la fachada del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación en protesta por las últimas declaraciones del ministro Luis Planas contrarias a la postura del Ministro de Consumo Alberto Garzón sobre las macrogranjas.
Los manifestantes, que han exhibido pancartas en las que se podían leer lemas de rechazo a la ganadería intensiva, han denunciado «la incapacidad del Gobierno para abordar la necesaria protección del medio ambiente y los animales».
El colectivo ecologista y animalista rechaza con este acto las declaraciones realizadas el lunes pasado en Bruselas por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, en las que celebraba que, «por fortuna», las declaraciones de Alberto Garzón no hubieran tenido «ningún impacto» en las exportaciones cárnicas de España.
Según Eduardo Rovira, portavoz del movimiento climático y por los derechos de los animales, «la actividad ganadera es un sin sentido ecológico que debe detenerse de inmediato, más aún cuando esta misma semana conocíamos que hemos traspasado el quinto límite planetario con la contaminación química y su relación de los antibióticos y los purines».
«Apenas cuatro familias controlan los cinco conglomerados de empresas más importantes del estado español con una facturación de más de casi cuatro mil millones de euros», sostiene el colectivo para que «es necesario atajar el problema para tener una transición ecológica justa», ha añadido Rovira.
En la protesta, que ha terminado con la histórica fachada manchada de pintura roja, se aportaron datos como que «la ganadería es responsable de más emisiones de gases de efectos invernadero que todo el sector del transporte mundial combinado», o que «la ganadería es el principal impulsor de la deforestación en el mundo».
Futuro Vegetal asegura asimismo que «un cambio masivo a nivel mundial de los alimentos de origen animal tendría un impacto significativo y casi inmediato a la solución de la Crisis Climática».