La matriz de Bankia limpia más su balance y sigue sin devolver un euro del rescate al Estado
BFA decide no repartir dividendos un año más al Frob, su propietario, para aumentar su solvencia, tapar agujeros y disminuir su deuda por prudencia
La ministra de Economía, Nadia Calviño. | Europa Press
La matriz de la antigua Bankia, BFA, ha decidido limpiar más su balance con los beneficios obtenidos el año pasado, que fundamentalmente provienen de los dividendos correspondientes al 17,3% del capital que controla de Caixabank. Un año más, ha dedicado todo el dinero a aumentar su solvencia y reducir su endeudamiento, con lo que sigue sin devolver ni un euro de las ayudas públicas que percibió la entidad nacionalizada en 2011 y 2012 en su rescate, por importe de algo más de 24.000 millones, incluyendo la inyección de BMN, entidad que se integró posteriormente.
BFA, de acuerdo con la información recabada por THE OBJECTIVE en su informe anual publicado hace unos días, ha considerado más prudente continuar acumulando fondos propios y bajar su deuda, con lo que no ha repartido dividendos al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), que es el titular del 100% del holding de la extinta Bankia. Este organismo dependiente del Ministerio de Economía, en principio, sería el receptor de dicho reparto de ganancias para su posterior ingreso en el Tesoro Público.
Desde su nacimiento, en 2011, la compañía pública ha ido recibiendo dividendos primero de Bankia y después de Caixabank, pero todos han ido parar a tapar agujeros del pasado. Los más importantes los relacionados con las indemnizaciones de los afectados por la salida a bolsa de Bankia y las participaciones preferentes. Además, BFA también se embolsó importantes emolumentos por las dos ventas parciales de la participación en la extinta entidad, cuando operaba en solitario antes de su integración en el banco catalán. La suma entre dividendos y las desinversiones alcanzan los 3.500 millones.
467 millones de beneficio en 2022 para la matriz de Bankia
BFA obtuvo el año pasado un resultado neto de 467 millones de euros, lo que supone un 1% más que en 2021. Este importe procede, según explica la matriz de Bankia, en su mayor parte a la participación en Caixabank, que se ha elevado como consecuencia de la recompra de acciones llevada a cabo por la entidad.
Por un lado, el buen comportamiento de la cotización de Caixabank ha permitido a la sociedad estatal revertir el deterioro registrado por 250 millones de euros y, por otro, ha obtenido 190 millones de facturación por el dividendos del banco catalán.
BFA contaba a finales de 2022 con unas deudas de 712 millones, frente a los 944 millones de 2021. Un saneamiento que se suma al refuerzo de los fondos propios hasta los 4.958 millones de euros y a la disminución de los resultados negativos de otros ejercicios a 3.045 millones.
Desde hace mucho tiempo, las autoridades descartan que se vayan a recuperar del todo las ayudas públicas de Bankia. BFA tiene contabilizada las acciones que ostenta en Caixabank en 3.386 millones de euros. Al precio de mercado actual, el valor alcanza los 4.800 millones. Hace un año, se estimaba que el dinero que podría recaudar el Estado del rescate se limitaba a una cuarta parte. Ahora las estimaciones son algo superiores y la subida con fuerza del euríbor permite ser más optimistas, ya que Caixabank podría aumentar sus dividendos en un futuro por la elevación de sus ingresos ordinarios.
Para dar un mayor margen a una subida de los títulos en Bolsa, el Gobierno amplió el plazo para salir del capital de Caixabank hasta finales de 2025. No se descarta, eso sí, que se extienda de nuevo, como ha ocurrido en diferentes ocasiones. El Ejecutivo, a través del Frob, ha rechazado vender a la propia entidad acciones en su programa de recompra que materializó el año pasado para mejorar la rentabilidad de todos los socios, a pesar de tener dicha posibilidad. Con ello aumentó algo más de un 1% su peso y confiar en que a lo largo del tiempo el valor aumente más.
La matriz de Bankia, por otra parte, explica en sus cuentas que recibió el pasado 19 de enero el importe correspondiente a los 155 millones que estaban pendientes de la devolución de impuestos por parte de la Agencia Tributaria.
BFA nació en 2011 fruto de la fusión de Caja Madrid con diferentes cajas de ahorros. Medio año después, se convirtió en la cabecera del grupo, tras la creación de Bankia y su salida a Bolsa. El holding aglutinó entonces la participación en la entidad financiera y se quedó con algunos activos tóxicos procedentes de la construcción de sus integrantes. En 2012 fue nacionalizada al 100% por el Estado y fue la sociedad que percibió las nuevas ayudas para el reflotamiento del banco.
