THE OBJECTIVE
El purgatorio

Roberto Vaquero: «Si no reaccionamos, España va camino de ser Marsella»

El polémico líder de Frente Obrero defiende el ‘patriotismo revolucionario’, unir el amor a la patria y la lucha obrera

51 o 52 tatuajes, todos con significado, eso sí. Más de metro noventa, viste americana y camisa blanca. Roberto Vaquero (Madrid, 1987) se sabe polémico, y no reside en él un carácter timorato a la hora de expresar sus ideas. Vehemente y apasionado, aunque no descortés, al menos con este entrevistador. Es el líder de Frente Obrero, y tiene una conocida actividad en redes sociales como divulgador político. Muy contrario al modelo migratorio, comunista y patriota. Estuvo en la cárcel, tuvo a Gonzalo Boye como abogado, y está dispuesto a morir por su país y por sus ideas.

PREGUNTA.- Es Roberto Vaquero el primer invitado comunista y marxista que hemos tenido.

RESPUESTA.- Para mí es lo mismo, lo veo sinónimo, no se puede ser una cosa sin la otra. De todas maneras, esto tiene mucha confusión, porque claro, yo no reniego de nada, entonces a la gente le explota la cabeza. El Frente Obrero no es comunista, la mayoría de la gente que hay que no es comunista, yo sí. No voy a renegar de lo que soy y a mí cuando me eligen saben lo que soy.

Y yo me dedico ahora a enfocar en los problemas que hay ahora mismo en España y al programa del Frente Obrero, es decir, al patriotismo revolucionario. Y es el enfoque y el trabajo que yo hago, el crear las estructuras para realmente poder transformar algo es más revolucionario que hablar de ello en Twitter y no hacer nada y hablar de cosas de hace 200 años que no tienen aplicación ahora mismo, con las condiciones que hay, que es absurdo.

P.- ¿Qué es esto del patriotismo revolucionario?

R.- Esto ya hay gente que ha desarrollado este pensamiento, por lo menos ha esbozado la idea, ya incluso en la época soviética, aquí en España, que es la de unir el sentimiento patriótico de la gente con el movimiento obrero, con la lucha revolucionaria. Y creemos que ese es el camino para poder conseguir llegar a amplios grupos de personas de la sociedad y poder cambiar algo de verdad. Todo lo demás ahora mismo creo que es hablar de cosas del pasado que no tienen sentido.

Y además para mí el patriotismo es amar lo tuyo y defenderlo. Pero no es la imposición, o sea, no es el nacionalismo, es la imposición de lo tuyo a los demás, ni creerte mejor que los demás. Pero igual que, por ejemplo, yo no considero que yo sea superior a los demás, pero sí quiero defenderlo, defender lo que es lo mío, no me parece bien que tenga que venir nadie de fuera, a imponerme que lo suyo es mejor y a desplazar lo que se ha desarrollado aquí con el tiempo.

P.- ¿Tiene sentido estar orgulloso de ser español?

R.- Para mí sí, yo estoy muy orgulloso de ser español. Y la gente española que se avergüenza de ello y que además lleva a cabo políticas que llevan a nuestra destrucción cultural, de identidad nacional estructural, también a mí me parece la quinta columna. Me parece la peor gente que tenemos en el país.

P.- Yo, por ejemplo, no me siento orgulloso de ser español.

R.- Pues es una pena, pero bueno, cada uno tiene su forma de ver las cosas, pero creo que hay que primar lo colectivo frente a las cosas individuales y hay que primar lo colectivo a lo que nos inducen a querer e incluso a consumir.

P.- Pero no por nada, sino porque no entiendo que el orgullo vaya con la nación. No entiendo que el orgullo vaya con la suerte, con el destino de haber nacido en un país afortunado como es este. Yo me siento muy satisfecho de ser español, pero entiendo el orgullo de otra forma.

R.- Hay gente que confunde orgullo con supremacismo. Es que son para mí dos cosas diferentes.

P.- Pero estoy orgulloso de haber estudiado y de haber tenido trabajo, el orgullo va más a lo que yo hago, no a lo que me viene dado. Es como si dijera que estoy orgulloso de ser hombre.

R.- Pero cuando hay un movimiento o un conjunto de grupos que se dedican a intentar desmenuzar eso, cuando tú defiendes eso que tú eres, si lo haces desde una perspectiva de orgullo, de sentirte bien con lo que eres y no querer que te desplacen. Yo creo que eso pasa con el feminismo, con el tema de ser hombre, pasa con la cuestión nacional, con los nihilistas, que ahora el mundo es cosmopolita, un lugar llamado mundo. El cosmopolitismo es fantástico, que se lo preguntan a la gente de Marsella o Nueva York. Y yo creo que lleva a un callejón sin salida. Entonces yo creo que el estar orgulloso de lo que eres y no renegar de ello y no hacerte pequeño y ceder. Creo que para mí eso es orgullo.

P.- Roberto Vaquero es el líder del Frente Obrero, pero ha hecho tantas cosas que no sé por dónde empezar. Aunque como sabes que los periodistas somos así, morbosos, empezaremos por su paso por prisión, ¿cuánto tiempo estuvo en la cárcel?

R.- Estuve 49 días en aislamiento de terrorista. Salía tres horas al día al patio y cuando llovía me tiraba a lo mejor tres días sin salir. Sobre todo la primera semana fue un poco asfixiante porque no tenía nada, de hecho saqué un libro sobre la experiencia. Habrá quien diga que soy un ex presidiario, pero me lo tomo como una medalla porque yo fui por principios. Ayudé a organizar una brigada para ir a combatir contra el Estado Islámico a Siria con la gente que yo me juntaba en esa época a nivel político.

Fue una brigada como las internacionales que se montaron aquí en España, la Guerra Civil, pero en Siria y en Irak. Y bueno, fue gente allí a combatir, fue gente de muchos signos ideológicos, pero como nosotros éramos los rojos, pues nos montaron el juicio para escarmentar a todos. Y a mí me metieron en prisión, me pidieron 27 años de cárcel. Al final quedó en prácticamente nada y aún estoy peleando por el recurso para que me quiten absolutamente todo.

P.- Se le condenó como autor responsable de un delito de pertenencia al grupo criminal. Si es cierto que se le absolvió de los delitos de asociación ilícita y de organización criminal, y se le impuso una pena de un año y tres meses.

R.- Sí, pero la actividad criminal era el viaje a Siria. No hubo nada más.

P.- ¿En qué momento a alguien se le pasa por la cabeza Irse a Siria o a Irak a combatir al DAESH?

R.- No llegué a ir. A mí me meten en la cárcel por ser organizador, pero me juntaba con gente que eran kurdos, y con organizaciones turcas que están luchando contra la dictadura que hay allí, porque aquí está muy blanqueado todo, porque nos llevamos muy bien a nivel de estados con Turquía, pero Turquía es una dictadura terrible islámica. Y mataron a amigos nuestros, mataron a gente que conocíamos y se pusieron en contacto para el tema de la brigada, pues fueron buscando por todos los países gente que supieran o que tenían el valor de hacer algo así.

A nosotros nos escribieron porque ya nos conocían y hubo gente que se fue para allá y por eso pasó. Porque nosotros tenemos mucha cercanía y mucha empatía con eso y porque somos gente que no nos gusta nada el islamismo radical y allá donde esté, yo creo que tendrá que ser combatido y que lejos de condenar a la gente como hace España, pues habrá que hacer como en otros países, que no pasa nada o directamente habrá que reconocer a la gente que tiene el valor de enfrentar eso. Porque eso es una guerra que al final nos va a venir aquí y cuando venga aquí se va a poner la cosa muy fea.

P.- ¿Roberto Vaquero estaba dispuesto a matar?

R.- Y ahora también. Yo por mi país y por lo que yo creo estaría dispuesto a morir. Si estoy dispuesto a morir, estoy dispuesto a cualquier cosa. Matar en realidad, en un contexto, cualquier persona lo puede hacer. Creo que es más difícil estar dispuesto a algo que sea un perjuicio grave para ti, como por ejemplo quedarte sin libertad, como me pasó a mí. Yo sabía perfectamente que podía pasar y de hecho pasó.

P.- Se puede decir que Carles Puigdemont y Roberto Vaquero comparten algo, al abogado Gonzalo Boye.

R.- Sí, de hecho no lo he conseguido con él, pero denuncié al procurador y denuncié también al Colegio de Abogados, porque considero que la labor que hizo fue pésima, que me dejó tirado en el último periodo. Todo esto desde antes de que estuviera con Puigdemont y fuera así. Me lo consiguió una chica que conocía del PCE, porque yo vengo de la izquierda radical. A mí me conocía gente de ese ambiente y me dijeron «conozco un amigo que es abogado, especialista en casos de terrorismo, que es buenísimo».

Y al principio se hizo su trabajo, pero luego yo considero que no lo hizo bien. Entonces sí, hemos compartido abogado, pero yo lo tuve primero, él es el que se ha comido mis babas, en ese sentido y yo me arrepiento mucho de haberle tenido de abogados. Si yo hubiera sabido que desde mi perspectiva iba a ser tan poco profesional, yo jamás hubiera lo hubiera tenido.

P.- ¿Le recomienda a Carles Puigdemont que deje a Gonzalo Boye?

R.- No, yo prefiero que lo tenga. A ver si hace lo mismo que conmigo, y acaba preso.

P.- ¿Alguien que ha sido condenado por un delito de pertenencia al grupo criminal está capacitado para el ejercicio de la política?

R.- Bueno, aquí en España ha habido mucha gente condenada incluso por terrorismo y han sido diputados, gente que han metido en la cárcel aquí durante el franquismo. Eso es una tontería. Es decir, depende de quién esté en el poder, a quien lo ponga un poco en duda, pues obviamente le van a marear. Si pudiera dar marcha atrás haría lo mismo. O sea, no te voy a decir que no haría lo mismo, pero lo haría mejor, dificultaría que me hubiera pasado después lo que me pasó.

Aprendo, pero es que a mí lo que me diga la justicia del Estado de acuerdo a sus propios intereses políticos, a mí me da igual. Creo que precisamente la gente conmigo lo que tiene garantías es que va a haber un tío que se va a pelear por lo que dice y eso es mucho más de lo que se puede decir de la inmensa mayoría de los políticos. Volvería a la cárcel por mis ideas, yo volvería a la cárcel por mi gente y yo daría mi vida por lo que hago. Y no sé cuánta gente haría esto, no me imagino a Rufián haciendo esto.

Vaquero, en un momento de la entrevista en El purgatorio – Víctor Ubiña

P.- ¿Le tiene más manía a Yolanda Díaz o Pablo Iglesias que a Feijóo?

R.- Mucha más.

P.- ¿O Santiago Abascal?

R.- Mucha más, porque son más hipócritas. Y aparte a muchos de ellos los conozco personalmente, sé cómo son. Porque otra persona me puede vender una imagen. Pero cuando tú conoces a alguien de hace 15 años. Pablo Iglesias fue mi profesor, pero lo conozco de antes, a Irene Montero la conozco desde chavales de la UJCE (Unión Juventudes Comunistas de España), Ramón Espinar fue a mi clase también. Y sé cómo eran antes de pegar el boom, cómo han sido con el boom y cómo se han ahora en su decadencia. Y a mí nunca me han engañado porque siempre los he visto como lo que son, una panda de reformistas y de aprovechados.

Cualquier persona que conozca Irene Montero no se extraña de que se comprara un chalet, se extraña de que no se lo vaya a comprar en un sitio mejor. A mí no me engañan y les tengo mucha manía. Por eso y porque van de adalid de la defensa de los obreros y lo que defienden es justo lo contrario. Es que ellos están en el gobierno, ellos son los que están en las fotos cuquis con la patronal. Ellos son los que salen publicitando a cantantes famosos de empresas que son lo más mainstream que hay.  Para mí el PP y el PSOE son lo mismo, pero es que Sumar, Podemos y todo esto, ya es de risa. A mí me dicen no, es que has abandonado la lucha de clases.

¿De qué me preocupo yo? Pues condiciones laborales de los trabajadores, de que no haya una pauperización de los de sus condiciones, de que sus hijos puedan salir a la calle y tengan seguridad, de que no haya una degradación en sus barrios, de que no se les sustituya en esos barrios y se les vaya empujando fuera. De que los burócratas de Bruselas dejen de decir lo que lo que tenemos o no tenemos que producir, lo que tenemos o no tenemos que hacer. Eso es lo que me importa a Manolo, el de la ferretería que vive enfrente de mi casa, y no el lenguaje inclusivo, los hijes y el Ministerio de Igualdad.

¿Quién defiende esa lucha de clases, esa defensa de los intereses de los trabajadores y quien habla todo el día de derechos?, ¿qué derechos? Se están riendo de la gente. Es una cosa que me enrabieta, porque yo veo en mi barrio cómo se va degradando todo y ellos no. Esto es fantástico, que venga más gente si vamos a traerlos y los vamos a repartir por España.

Y a mí me hierve la sangre, porque yo veo esa gente cuando llega. Ellos no, están en Galapagar o en su pisito en Moncloa. No lo ven, pero los demás sí lo vemos. Además, esto es una cosa que va a ser exponencial, se va a ir desarrollando por toda España y va a ser un problema grave. Y en toda Europa están reaccionando a esto. Y aquí en España estamos de brazos abiertos y es esta izquierda nauseabunda la que lo está haciendo.

P.- Roberto Vaquero es la cara visible del Frente Obrero. Partido con postulados que no suelen escucharse en los medios mainstream. Y que se ha dado a conocer más últimamente a base de varias acciones, protestas, carteles, escraches. ¿Cree en la agitación como forma de publicidad?

R.- Nosotros somos agitadores profesionales. Tenemos gente que lleva 20 años dedicándose a esto, son gente buena. Son muy profesionales haciendo agitaciones y por eso conseguimos salir alguna vez en algún sitio, aunque sea para ponernos a parir, porque a nosotros no nos lo ponen fácil, porque lo nuestro no es una cosa digerible. No somos una alternativa al PSOE, ni una alternativa al PP ni a cualquier partido de esto. Nosotros somos muy diferentes y sí, somos radicales porque hay que ir a la raíz del problema para solucionarlo. Es decir, por ejemplo, cuando en inmigración habla Vox sobre la inmigración ilegal, el problema no es la inmigración ilegal, que también, es el modelo migratorio, o sea, no es el inmigrante.

Yo no culpo a la persona que viene aquí engañada y que se va a vivir a un gueto. Culpo al modelo migratorio. El modelo migratorio es un cáncer que está destruyendo el país y eso no lo dice nadie. Unos hacen demagogia de que si la ilegal, los otros que si fronteras abiertas. No hay un mensaje claro. ¿Por qué? Porque no está de moda, ¿se puede hablar de inmigración? Sí, pero dentro de un marco, como te salgas de ahí eres peor que Hitler. Y eso es lo que me pasa a mí. Es muy difícil hacerme hueco en los sitios, porque son cosas no admisibles para la gente. Sin embargo, yo voy a un podcast y está en tendencias en YouTube. Porque yo soy polémico de verdad. Y lo que digo yo no lo dice otra gente porque no tiene la valentía de hacerlo.

«Por España estoy dispuesto a matar y, sobre todo, a morir»

P.- ¿El Frente Obrero es un partido que está en contra de la Constitución del 78?

R.- Sí, frontalmente la aceptamos en el sentido de que tenemos que jugar ahora en su marco dentro, porque si no, no nos dejarían actuar y tendría otro juicio por grupo criminal. Pero nosotros lo que queremos es un proceso constituyente que lleve a otra Constitución, que tenga un marco legal en el cual podamos solucionar el problema migratorio, el problema de los nacionalismos, una serie de cosas que son herederas de esta Constitución que ya se queda corta.

Es que esto era del 78, España ha ido cambiando y se han ido generando problemas por déficit de esa propia Constitución y de su aplicación. Entonces pues es necesario cambiarlo porque con esta Constitución va a ser parchear. Hay que dar un paso adelante, no en el sentido de proceso constituyente que le gustaría Yolanda Díaz, sino algo que de verdad tenga participación la gente y que se reconozca la voluntad popular. Y luego siempre está hablando de referéndum, ¿por qué no se hace un referéndum sobre el modelo migratorio? Se están haciendo en muchos países. Hacemos un referéndum, se vota y ahí se ve qué es lo que quiere España. porque lo que digo es lo que cualquier persona a pie de calle les puede gustar. Porque viven esa realidad.

P.- He estado leyendo algunas cosas del programa del Frente, partido liderado por Roberto Vaquero, como deben saber los lectores. Se dice, por ejemplo, que la democracia representativa española es una estafa, ¿Cuál es la alternativa?

R.- Habría que hacer esa nueva Constitución y hacerla más participativa. La cuestión es que cuando el sistema no vale para nada, es una estafa, solo cuesta más dinero y siempre son los mismos. Y no puedes decir absolutamente nada porque es delegación, es decir, yo voto un partido y luego ese partido ya hace lo que le da la gana. Yo no puedo revocar nada. El marco del 78 lo que hace es blindar los problemas y que no se puedan tocar. Y tenemos a gente como Puigdemont o como la gente de Bildu, prácticamente como si estuvieran gobernando ellos.

P.- También piden la salida de la Unión Europea y de la OTAN.

R.- De la OTAN sí, por supuesto, porque precisamente es la gente de la OTAN la que está dando las armas y promoviendo el ascenso del único enemigo que tenemos, que es Marruecos. Aunque parezca que somos muy amigos, pero lo que hacen es chantajearnos, jugar con nosotros, con las zonas grises y comerse nuestros intereses. Y sobre la Unión Europea, es cierto que lo pone en el programa, pero nosotros tenemos ahora un debate abierto. Creo que en un futuro hay que salir sí o sí, porque además yo creo que o va a implosionar o va a haber un nuevo modelo de Unión Europea, porque de hecho en las próximas europeas posiblemente los euroescépticos van a ser la fuerza mayoritaria. Los escépticos. Sí creo en Europa, pero no en la Unión Europea

P.- Le he llegado a escuchar a Roberto Vaquero decir que Pedro Sánchez no tiene poder.

R.- Nada, él dice lo que le mandan.

P.- ¿Quién se lo manda?

R.- Los burócratas de Bruselas, que son los que presionan a través del propio Parlamento, a través de las imposiciones que llegan aquí con los comisarios y a través del propio Partido Socialista, el Europeo.

P.- ¿Pero quiénes son los burócratas?

R.- Si quieres buscamos ahora mismo toda la lista de comisarios y de responsables de la Unión Europea.

P.- ¿Los funcionarios?

R.- Hombre, claro, esos son los burócratas de Bruselas y los grupos de los partidos políticos, que son los que les ponen ahí. También son los burócratas de Bruselas, porque son partidos grandes que además se coaligan a nivel regional. Todos ellos tienen una línea que es la que imponen a esos funcionarios, funcionarios que tienen ahí y ellos lo ejecutan. Y entonces luego los países, sobre todos los países pequeños que no pintamos nada, como España porque somos un país de servicios y cada vez más. Porque ellos quieren que seamos un país de servicios.

Pero claro, cuando haya crisis, cuando tengamos que tomar decisiones y dejen de venir esos turistas durante un momento o se dejen de dar determinados servicios, vamos a tener una crisis gigantesca. Tenemos que ser un país que tenga capacidad, no puede ser que no se deje de producir determinadas cosas aquí en España y se las compran a Marruecos por acuerdos europeos para que a cambio miren un poquito la cuestión migratoria.

No puede ser porque es no tener soberanía. Entonces a eso me refiero con que Pedro Sánchez no decide. A Pedro Sánchez le vienen determinados dictados de gente que son de sus partidos, de su internacional, de los grupos que tiene allí le llega y si no, nos multan. Y él lo hace porque además las ayudas, el dinero que llega está condicionado a determinadas cosas. Si tú no las adoptas, no te llegan.

«El islam y la inmigración será el centro del debate político en unos años»

P.- Sobre inmigración, tema estrella de Roberto Vaquero. Hace unos días el Gobierno de España, por lo poco que sabemos, ha cedido una serie de competencias de inmigración a la Generalitat de Cataluña, aún no está claro cuáles, ni cuándo.

R.- La clave de esto se llama Silvia Orriols. Es una mujer que es alcaldesa en un municipio en el cual está con Junts. Silvia Orriols es una persona que crea un miedo tremendo en Junts, que es el partido de la alta burguesía catalana y de lo catalán en mayúsculas. Es ese movimiento político que siempre ha despreciado hasta hace poco a los charnegos, pues esa gente está en peligro ahora con el tema, porque de hecho he visto las declaraciones de Jordi Pujol al respecto diciendo «lo de ahora no podemos aguantar, pero lo del futuro ya no lo podemos aguantar más».

Porque va a haber un movimiento nacionalista catalán, porque Vox está subiendo allí, pero está subiendo en el ámbito como más español de Cataluña. Pero luego hay otro ámbito allí muy nacionalista, muy muy nacionalista, de derechas, que le da mucho asco lo español. Y esa gente, votaba a Junts. Y está cambiando, porque está esta mujer, Orriols, lo está consiguiendo. ¿Qué pasa cuando tú hablas mucho de alguien, aunque sea muy mal?

Al final hay mucha gente que llega esa persona y se molesta en saber quién es entonces esa mujer, aunque yo obviamente estoy en lo antitético en todo. En primer lugar por lo nacional, que a mí un nacionalista catalán te puedes imaginar lo que me puede gustar, pero la cuestión del Islam, ella está centrada en eso. Les están desplazando y en la idea de que lo catalán tiene que aglutinarse. Y ese movimiento va hacer mucho daño a Junts.

Entonces Junts ha visto que eso va a pasar y se está adelantando y de repente quiere echar a los inmigrantes reincidentes y tiene unas posturas que pueden ser más similares a lo que quiere Vox, por ejemplo. Entonces por eso pide esto. No para que Esquerra haga la Barcelona multicultural, sino porque quiere precisamente acotar y que no le quiten ese espacio político. Y yo creo, me repugna Junts, pero creo que lo están haciendo bien en el sentido de egoísta, para sus intereses, de que lo necesitan, porque sin eso van a pegar un bajón.

Porque he vivido cuatro años y pico en Barcelona, en barrios, y veía que había como que el enemigo de lo catalán no es lo español, o sea, lo español ahora mismo financian lo catalán con todos estos acuerdos y todo lo que tienen. Es decir, no hay una ofensiva de lo español para acabar con lo catalán. Para mí lo catalán es español también, pero no existe esa ofensiva. Ellos están cómodos con la situación, pero sí que hay determinados barrios que tú vas y no hay nada catalán, ya no hay las festividades que hacía, no hay entramado asociativo, no hay nada. Porque ya no vive gente catalana y ellos han visto ese desplazamiento. Y ahí es donde movimientos como el de Silvia Orriols yo creo que van a reventar en Barcelona y por eso Junts quiere adelantarse.

P.- Se ha tildado a Junts de partido xenófobo, ¿para Roberto Vaquero lo es?

R.- Algunas veces algunos de sus dirigentes sí han tenido declaraciones un poco así, pero el partido en su conjunto es el típico partido nacionalista rancio catalán que mira solo por lo catalán. Y no es que odie lo extranjero, sino que quiere pues imponer y que no desplacen a lo suyo. Y creo además que a ese partido le importa más el dinero que llega y el negocio que han montado con lo de la independencia del procés, que incluso lo propio catalán, porque si no, no haría los pactos que hacen con Esquerra ni estarían votando con Sumar.

El líder del Frente Obrero durante la grabación de El purgatorio – Víctor Ubiña

P.- Una de las cosas que me pasa cuando escucho a Roberto Vaquero es que el tono apocalíptico me desagrada, y usted tiene en ocasiones un tono apocalíptico sobre la inmigración, que no comparto.

P.- Pero yo soy tremendamente optimista. No soy apocalíptico, digo lo que creo que va a pasar teniendo en cuenta las propias proyecciones, incluso del INE. Es decir, si el INE te está diciendo que va a haber tres estimaciones, baja, media, alta, que está siendo la alta porque el el 2022 ha habido más de medio millón de gente que ha venido legalmente. Si eso, como dice el INE, se va alargando en los años hasta 2070, que son las estimaciones que hacen.

Sí, cada año va viniendo esa gente de más, es decir, dentro de lo que es el saldo migratorio, en realidad vienen más. Y eso pasa cada año, y esa gente no se la está vertebrando porque no hay capacidad y está viviendo de forma separada. Si nos acercamos hacia ese final, que no es que sea apocalíptico, es que en Marsella, o sea, no es no estoy pintando Mad Max, es que invito a la gente que vaya a Marsella a dar una vuelta o a determinados barrios de París, o incluso ya en Barcelona hay sitios. Entonces no es apocalíptico, es que la realidad es esa y la realidad va a ser complicada y va a haber conflictos. Pero eso no significa que yo diga que es el fin del mundo.

P.- ¿Es Roberto Vaquero optimista sobre la inmigración?

R.- Creo que va a haber una reacción. Cuando un colectivo se siente en peligro de extinción, es decir que es por su supervivencia, creo que se cohesionan. Y cuando ese proceso de cohesión que ya se da en otros países se da aquí en España, habrá una reacción nacional a este problema y los subsanaremos de una manera o de otra. Entonces, sí creo que lo vamos a solucionar, pero creo que van a pasar cosas muy feas para solucionarlo. Pero eso no es ser apocalíptico, es decir, apocalíptico.

P.- ¿Pero cómo se soluciona la cuestión migratoria? Hemos visto levantar muros o poner concertinas.

R.- El control de las fronteras no se hace solo con concertinas, para eso tenemos ejércitos, para eso tenemos infraestructura, no se hace así. Mira, te pongo el ejemplo de Australia. Allí hay mucha inmigración, pero es inmigración legal y la que ellos quieren que venga. Antes había mucha inmigración ilegal. Ellos consiguieron eliminar la inmigración ilegal, haciendo un bloqueo naval y persona que pillaban, persona que iba a un centro. Un centro que encima no estaba ni en Australia y desde allí directamente a su país. Los primeros años hubo miles y miles de intervenciones.

Los últimos nada, porque las mafias buscan dinero. Entonces, si en una actividad, una mafia deja de ganar dinero, esa mafia se convierte en otra cosa. Y dejan ya el tráfico de seres humanos. Entonces eso es lo que deberíamos de hacer aquí. ¿Qué deberíamos hacer aquí también? Deportar a gente. Gente que está ilegalmente fuera, pero sin piedad. Es decir, coges a la persona. Todo muy bien. Todo sin ningún problema tratando a la gente humanamente.

Los llevas a un centro especial que habrá que montar para eso, porque los CIES no valen para nada. Y llegas a acuerdos con otros países para deportar a la gente, incluso para llevarlos a ese país y que luego allí ellos se encarguen, en vez de estar pagando a Marruecos para que no hagan nada. Pues pagamos a alguien para que haga el trabajo y lleva esa gente de forma sana y sin ningún problema a sus países. Visados, en vez de dar 500 o 600.000 visados, empezar a dar visados de lo que se necesita y a gente con determinadas capacidades que viene ya está integrada. Y no dar visados a todo el mundo.

Asilo político pedían mis amigos kurdos aquí. Y Turquía pedía que se los llevaran y algunos se los llevaban. Y sin embargo, ahora cualquier tío de Marruecos, viene diciendo que huye de la guerra, ¿De qué guerra? Es que no es real. Y aparte, un refugiado tiene que ir a un país de una cultura similar, cercana, para en cuanto se subsane el problema, volver a su país para que tenga el menor drama posible. ¿Qué hacen viniendo aquí España desde países lejanos? ¿Qué sentido tiene? Y luego, si viene alguien que tiene problemas de verdad, vale, hay que darle asilo. Pero gente que pide asilo porque sí, ya hay muchísimos casos de ello. Hay países que están proponiendo prohibir el asilo directamente.

Y aquí en España estamos: «pasen ustedes y vean». Aunque te lo denieguen, ya estás aquí. En España, si no haces nada sancionable, aunque sea ilegal, te pueden poner una multa, pero no te echan. Porque nuestra ley de inmigración es muy laxa. Se soluciona dejando de dar pagas absurdas a la gente y dar solo pagas a la gente que es productiva para el país, porque si no lo que hacemos es una red clientelar de apoyos que solo nos llevan a tener una gran cantidad de población sin capacidades, sin estudios, sin capacidad de avanzar. Porque lo único que quieren es poner el cazo, porque les acostumbras a eso.

No es que esa gente sea mala, sino simplemente que si tú acostumbras a alguien, según viene y la acostumbras a que puede vivir así toda la vida, esa persona que no está capacitada para qué va a hacer nada si ya está cobrando. Lo que hay que incentivar es el trabajo, no las ayudas. Y a la gente que viene habrá que ponerla a trabajar. Hay muchas, tanto funcionario, tanta administración, y que se invierta en dar trabajo a la gente.

Porque las ayudas habría que darlas en base también a lo que tú produces y habría que buscar acoger a la gente y fomentar que puedan tener trabajos y ofrecer trabajo público también. Para que esté cobrando una paga, para eso es mejor ofertar trabajo público y darles esa misma paga, pero que trabajen y sean productivos para la sociedad. Y hay gente que no va a querer trabajar, muy bien. El que delinca cárcel o deportación. El que no delinca, pues no se le renueva el visado. Y otro asunto, el tema de las nacionalidades. Español es quien es culturalmente español.

P.- Por ese asunto iba a preguntarle.

R.- Lo otro es administrativamente español. Gente que odia a España, no habla ni bien el idioma. No trabaja, no tiene ningún interés en absolutamente nada de este país y vive al margen de nuestra sociedad. Pasan diez años, se presenta un examen, le ayuda no sé qué ONG y le aconseja, le dan la nacionalidad. Que no puede ser, y esto sé que es muy polémico, van a decir que soy un nazi. Pero en España se puede vivir sin ser, sin tener la nacionalidad.

Una persona que viene aquí de Marruecos, padre y madre de Marruecos, esa persona no tiene ningún interés en integrarse, ningún interés en ser español. ¿Por qué es español?, ¿Por qué en Francia se la dan a partir de los 18? Aquí al año te dan la nacionalidad por nacer aquí. Tú puedes vivir aquí y legalmente no somos diferentes. Porque uno puede vivir con el permiso de residencia. Mi ex suegro, siciliano, lleva 30 años aquí, y no le da la gana coger la nacionalidad porque él es italiano. Ha tenido hijos, ha tenido su vida, no ha tenido ningún problema. ¿Por qué tiene que tener el DNI? Si no se siente español, si no es español, el DNI se ha devaluado. Más de 2 millones de nacionalidades, que eso es algo de locos.

«Me ocupo de Manolo, el de la ferretería, no del lenguaje inclusivo»

P.- ¿Pero Roberto Vaquero defiende un españolismo militante?

R.- Tú eres hijos de españoles, tienes cultura española, te has desarrollado aquí, tienes, por lo tanto, la cultura de aquí. Quieras o no, y te sientas tú lo que quieras o no, si eres español, perfecto. Tú eres una persona de Marruecos que lleva aquí diez años y tú no eres español, eres de Marruecos. No pasa nada, puedes vivir aquí si tienes todo en regla. Tú trabajas, haces lo que sea. ¿Por qué esa obsesión de darle la nacionalidad a alguien que no es nacional de aquí? ¿Qué sentido tiene? Porque cuando esto, como pasa en mi barrio, que no hay españoles, les llega el suyo. Cuando su hija no pueda salir a la calle, entonces ya hablarán.

Y si solucionamos el problema antes y así la gente que venga a trabajar, a construir, tiene un funcionamiento normal, se integra, se asimila con el tiempo y no hay ningún problema. Y nos dejamos de magnificarlo todo, de meterles en guetos, de explotarlos como a perros y de que se lucran de su trabajo a costa de que se destruya el país. Porque si pongo aquí todas las evidencias anecdóticas de todo el mundo y el futuro de mi país, pesa más el futuro de mi país. Y que me digan misa.

Además, cada vez hay más gente que piensa así y cada vez hay más gente que empieza a salir del armario y a decir lo que piensa en la calle. Y de aquí a unos años, como pasa en Francia, como pasa en Alemania, como pasa en otros países, el centro de todo el debate político va a estar en esto y en el islam, que es otro tema que la gente no se atreve. Porque te amenazan de muerte, van a tu casa, te escribe. Las redes clientelares de islamistas, no lo del musulmán que tiene su fe en su casa, digo la red clientelar que condiciona la mayoría de los musulmanes, son alimañas.

P.- A lo que voy con lo del españolismo militante es que no entiendo por qué, por ejemplo, el taxista cubano que me ha traído, el peluquero que me corta el pelo que es marroquí o la camarera que es argentina no pueden acceder a tener el DNI.

R.- ¿Pero por qué tienen que tener el DNI?

P.- Porque si es su deseo, deberían poder. Por ejemplo, para votar, para tener representación política.

R.- Vale, entonces si yo deseo ser mujer, puedo ser mujer legalmente. Incluso como lo pongas en duda, puedes tener un problema. Pues yo creo que no. Creo que es la misma idiotez.

P.- No veo la comparación.

R.- Pues sí, porque quiero ser algo que no soy. Si yo quiero ser negro, no soy negro. Si yo quiero ser chino, no puedo ser chino porque no soy chino. Entonces, si no tengo la cultura de España, porque no es una cuestión racial para mí, pero si no tengo la cultura de España, no he nacido aquí, no me he desarrollado aquí, no me he molestado en aprender la cultura, no soy de aquí. Eres un cubano que vive en España.

Pero es que seguro que si le pregunto a ese cubano de dónde es, me va a decir que de Cuba. Porque es que darle la nacionalidad a gente que luego no es de aquí, lo que hace es que nos va a distorsionar y va a hacer que desaparezca lo nuestro. Y si yo hiciera eso, yo y grupos de españoles masivamente iríamos a un sitio, la gente lo vería como una invasión, como algo colonial. Y sin embargo, cuando pasa masivamente, pensamos que el taxista cubano es un pobrecito, pero si él trabaja aquí, puede trabajar, puede vivir, puede hacer su vida, no tiene ningún problema. Pero si me voy por ejemplo a Qatar y digo no, no, es que yo quiero los mismos derechos que un qatarí, me van a moler a palos y me van a echar.

Vaquero posa en la sede de THE OBJECTIVE – Víctor Ubiña

P.- ¿Convertir al inmigrante en una amenaza no es racista?

R.- Pero es que yo no convierto al inmigrante en una amenaza. Lo que hago es señalar a la gente que no se integra, que no se asimila, que no tiene ninguna intención de hacerlo y criminaliza al sistema migratorio que los trae aquí de forma masiva, con los efectos llamada con los taxistas del mar y con otras gestiones que se hacen. Por supuesto que eso sí que lo criminalizan. Pero yo no, criminaliza a la persona.

P.- ¿Roberto Vaquero cree que son mayoría los que no se integran?

R.- Con el efecto llamada y con la cultura que se está creando de la inmigración por determinados contextos, sí. Y si no son mayorías, un porcentaje muy grande. Y eso habría que mirarlo, por supuesto. Australia o Hungría han puesto esas puertas y ha funcionado. Se ha creado un clima en el cual, como la gente no puede vivir del cuento, pues los que no se sienten del país se van. Porque te digo una cosa, cuando hay problemas en un sitio, los que se quedan son los que tienen arraigo. ¿La gente que no tiene arraigo para qué se va a quedar?

P.- ¿Tiene Roberto Vaquero datos de si son mayoría o no?

R.- No, pero hay datos de que sí que existe porque hay gente que dice que no existe. ¿Sabes porque no hay datos? Porque está prohibido hacer esos estudios, porque son racistas.  Estudios étnicos en Estados Unidos hay, por ejemplo, y ahí sí que es un país multicultural, pero aquí no se pueden hacer. De hecho, aquí no está prohibido como tal, pero no se financian ni se permiten. El dato exacto no se puede saber. ¿Por qué no hacemos estudios de carácter étnico, no es racista es para visibilizar la realidad? La verdad no puede ser racista. La verdad es la verdad.

Porque los únicos estudios étnicos, que son sobre delincuencia, porcentualmente delinquen muchísimo más la gente de determinados contextos y los inmigrantes en su conjunto que los que son nacionales. Teniendo en cuenta que hay muchos nacionales que tienen el DNI rollo español administrativo, la diferencia es aún mayor. La gente que está en la cárcel, el porcentaje es mucho mayor de gente de fuera que de aquí. Teniendo en cuenta que yo he estado dentro, que había mucha gente con DNI, que ya te digo yo que no eran españoles. Entonces, cuando por ejemplo de Argelia o de Marruecos, determinados delitos hacen cuatro veces más que un nacional, no sabemos el número exacto, pero sí sabemos que hay cuatro veces más. Eso es un problema. Cuando policías como Samuel Vázquez, por decir determinadas cosas, tiene que terminar colgando la placa. Es un síntoma de un país que está podrido.

P.- La última pregunta para Roberto Vaquero, ¿Qué diferencia a un patriota de un nacionalista?

R.- Para mí un nacionalista es una persona que hace una exacerbación de lo suyo en el sentido de que está por encima de los demás y que además intenta imponerlo. Y un patriota es alguien que quiere a lo suyo, lo protege y lo defiende, pero no tiene ninguna intención de imponérselo a otros pueblos. Es decir, no intentas invadir Marruecos y ocuparlo para que sea parte del país e intentas que su población también lo sea. Creo que hay que defender y querer lo nuestro y estar orgullosos de lo que somos, de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestro país.

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