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Siete películas nuevas que no sabías que se basaron en libros

Es un excelente plan celebrar el Día del libro leyendo, por supuesto, pero también viendo estas pelis que (tal vez) no tenías idea de que se basaron en libros

Siete películas nuevas que no sabías que se basaron en libros

Imagen promocional de 'Muerte en El Nilo'. | 20th Century Studios

Recientemente escuchamos mucho decir que el IP (Intellectual Property) es uno de los factores determinantes para que una película llegue o no al cine. Es decir, que si no es de Marvel, Star Wars, DC Comics, cualquiera de Disney o un remake o reboot (Jurassic Park, Jumanji, Sonic…), las posibilidades de que se le asigne un presupuesto millonario -o de que se le dé luz verde inicialmente- son casi nulas. Sin embargo, el IP siempre ha sido trascendente cuando se trata de llevar guiones al cine, aunque de esto se hable bastante menos.

Si bien antes esta propiedad intelectual no provenía de cómics o de películas (exitosas) preexistentes, sí que venía de los contadores de historias más longevos: los libros. El padrino, Orgullo y prejuicio, Lo que el viento se llevó, El beso de la mujer araña, Mujercitas, Perdida, El diablo se viste de Prada, Sherlock Holmes, James Bondtodas estas historias y personajes (y tantísimos más) han salido de las páginas de libros que se han adaptado de la pantalla.

Ayer y hoy, los libros siguen siendo fuente inagotable narraciones y en muchos casos ni se sabe que algunas de las más exitosas o interesantes producciones cinematográficas salieron de volúmenes de biblioteca. Así que para celebrar el Día del libro vamos a repasar qué películas recientes se han basado en relatos impresos y probablemente no lo sabías.

(Aviso para algunas de las tramas, de las que hablaremos: SPOILER ALERT).

Aguas profundas

¿Recuerdan la memorable película descabellada sobre un matrimonio inestable, por decir lo menos, con tendencias homicidas? Pues Aguas profundas es una adaptación de una novela de la genial Patricia Highsmith. Del mismo nombre, la historia se desarrolla en los años 50 y puede que muchos de los factores y nombres se mantengan… el caos no. En la novela de Highsmith, para evitar un divorcio complicado, la pareja acuerda que Melinda pueda tener amantes sin que abandone a su familia. La furia asesina que despliega su marido tras conocer a dos de sus amantes se mantiene en la película protagonizada por Ben Affleck y Ana de Armas… no así el final (o, de nuevo, el caos y la locura de la cinta). En la novela original, Vic es descubierto y en otra furia asesina mata a su esposa antes de que la policía llegue a detenerlo. En la película la pareja se reconcilia y al parecer a Melinda le parece maravilloso tener un esposo asesino de amantes. Y no, en la novela de Highsmith no hay un capítulo equivalente a los créditos finales que muestre a una niña de cinco años cantando (sin ninguna justificación) You Make Me Feel Like Dancing en su totalidad.

La hija perdida

Por un largo momento se pensó que este guión adaptado de una de las primeras novelas de Elena Ferrante le ganaría el Óscar a Maggie Gyllenhaal (y tal vez otro Óscar como Mejor Actriz a Olivia Colman). El primer trabajo como directora y guionista de Gyllenhaal es una pieza que navega en sensaciones, más que en diálogos. Sus personajes, una profesora de vacaciones y una familia que incluye a una joven madre, hablan poco pero cuentan mucho.

Como en la novela (que despliega muchos de los intereses que Ferrante exploraría luego extensamente en la saga de La amiga estupenda) las protagonistas son una mujer de mediana edad y una joven madre que le recuerda su propia complicada maternidad. Aunque hay algunas modificaciones mínimas (las nacionalidades han cambiado: en el libro son italianos de Nápoles, en la película la protagonista es británica y la familia es italiana de Nueva York, el destino de las vacaciones es Grecia y no Italia, el final es más ambiguo…) el corazón complicado y humano de la historia se mantiene.

Muerte en El Nilo

Esta es un poco trampa porque es casi imposible no saber que si hay una historia ubicada en el pasado, con una amplia lista de personajes y con Hercules Poirot como protagonista, esa historia no es de otra que de Agatha Christie. Pero igualmente, es una película reciente y está basada, sí, en un libro. Y aunque la calidad de su versión impresa sea ampliamente superior (la película deja mucho, o todo, por desear) lo cierto es que este misterio que incluye, como es claro, muerte en El Nilo tiene elementos que valen la pena: el vestuario, el escenario… pero a nivel de narración (y aunque mantiene el misterio original) esta adaptación es floja… mejor leerse el libro.

La casa Gucci

Sí, la historia de poder, amor, drama y asesinato que tiene como protagonistas a los Gucci, está basada en un libro… y no de ficción. La periodista Sarah Gay Forden, que cubrió durante años la fuente de moda en Milán, decidió investigar la compleja red de melodrama que marcó el ascenso de la casa de moda italiana y convertirlo en un libro: un megarreportaje homónimo que se convirtió en un bestseller. Y aunque la película reproduce bastante fielmente mucho de la historia, otras cosas, entresijos del mundo de la moda, del negocio y del diseño (que tanto le gustan a un lector que quiera saber más) no están en la película. A cambio está una amplia gama de actuaciones, que van de lo naturalista a lo pantagruélico, y un relato que, incluso con todo lo que pasa, se queda corto.

El último duelo

Ridley Scott tuvo un año muy productivo. Además de La casa de Gucci, dirigió un drama medieval sobre uno de los últimos duelos judiciales reconocidos oficialmente librados en Francia. En la película, coescrita por Ben Affleck y Matt Damon, Scott relata, desde las tres perspectivas, la historia de un marido, su amigo y su esposa (que acusa al amigo de violarla y por lo que se produce el duelo).

En el caso del libro el recuento es una novelización de hechos 75% acertados históricamente según afirmó su autor, Eric Jager, profesor de Literatura en California. El enfoque subjetivo que otorga la película fue para muchos repetitivo (y dio poca voz a la mujer violada, que está precedida de la historia de los dos hombres) pero para otros representó metafóricamente el punto de la historia.

El callejón de las almas perdidas

Este drama de cine negro dirigido por Guillermo del Toro está basado en una novela del mismo nombre publicada en 1947. La historia de un mentalista ambicioso que vive las consecuencias de su audacia, ya se había llevado al cine cuando salió la novela de William Lindsay Gresham. Como ventaja tiene la adaptación de del Toro ese ojo para lo macabro, lo extraño y lo oscuro de la condición humana que tiene el director. Advertencia: no se esperen alegría, después de todo se trata de eso, un callejón de almas perdidas.

Dune

La primera parte de una dupla de películas que al parecer han conectado con el público. Con millones en taquilla, esta extraña historia de ciencia ficción dirigida por Dennis Villeneuve, ha sido la pesadilla de más de un director talentoso que quiso adaptarla (Alejandro Jodorowski nunca lo logró, David Lynch hizo su versión en 1984, ha habido miniseries y otros intentos de llevarla al cine).

La novela de Frank Herbert se publicó en 1965 y desde ese momento fue un clásico. Épica, inabarcable y fascinante, ha sido elusiva como historia cinematográfica hasta que Villeneuve se puso tras la cámara. Con su primera parte de la historia se ganó alabanzas de la crítica y múltiples nominaciones al Óscar y estatuillas. Falta ver qué pasa con la segunda parte, que ya está en producción.

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