'The Vow 2': un extraordinario ejemplo de periodismo en tiempo real
Ya están disponibles dos capítulos de la segunda temporada de la serie sobre la organización NXIVM y su líder. Aquí analizamos lo que agrega a la discusión
The Vow llegó en 2020 a HBO como una bomba. El espectador no se había recuperado del primer episodio cuando un nuevo giro en la historia le causaba más indignación. En ese sentido, el documental cumple con el principal propósito de un contenido televisivo: mantener a la audiencia ansiosa sobre lo que puede suceder el mayor tiempo posible.
De manera que los directores Jehane Noujaim y Karim Amer manejaron esta historia sobre un programa de mejoramiento personal que deriva en un culto como si fuera una novela. Cada cliffhanger (dejar en suspenso al espectador al final del episodio) era brillante, mientras que el morbo por saber más de la alocada historia enganchaba.
Noujaim, una mujer con un talento único para contar historias, había sido nominada al Oscar por The Square, y con su esposo, Amer, habían mostrado un gran talento para seguir acontecimientos en pleno desarrollo. El Juramento, como se tradujo para el mercado hispanoamericano, también fue prácticamente un proyecto grabado y editado en tiempo real. Al menos no hubo mucho espacio para el sosiego y detenerse a revisar todo el material que tenían porque los acontecimientos se sucedían de manera inmediata.
Entonces, si bien la entrega original es una gran producción que consigue, mediante testimonios internos, descubrir el lado oscuro de Keith Raniere, fundador de la organización de marketing multinivel y organización NXIVM, esa premura de los hechos dejó algunas lagunas.
Al final de los 9 episodios, además de la indignación, queda la sensación de que no hay un real contrapeso en The Vow; que el discurso que vemos se basa prácticamente en las denuncias de las víctimas. Eso es corregido en la segunda temporada, que es igual de interesante que la primera, con el valor, eso sí, de estar mejor equilibrada y mostrar una mayor sobriedad.
No se trata de darle voz a Raniere, quien efectivamente es un manipulador y desvió su programa para aprovecharse de las mujeres, abusadas física y psicológicamente y por ello fue condenado, sino de comprender mejor a aquellas personas que encontraron un verdadero apoyo en el sistema ideado por Raniere y Nancy Salzman.
The Vow 2: el equilibrio que faltaba
Noujaim, a propósito del estreno de la segunda temporada, aceptó que necesitaba darle una visión 360 a su trabajo y por eso decidió agregar nuevo material a su documental. Es allí donde entra Nancy Salzman, una voz que no aparece en la primera entrega.
En entrevista con The Hollywood Reporter, Noujaim dijo: «Cuando entré a hablar con Nancy, no la conocía muy bien. No sabía si ella todavía apoyaba a Keith. Todo lo que sabía era que estaba dispuesta a sentarse y empezar desde el principio. Encendimos nuestras cámaras y no hubo muchas entrevistas previas para saber cuál era su posición. Y lo que vi fue una evolución. No creo que ella estuviera en el mismo lugar cuando comenzamos a filmar y cuando terminamos de filmar dos años después, porque ella estaba al tanto del descubrimiento que salió a la luz y la información que se expuso durante el juicio, lo que la hizo reevaluar».
Y es aquí cuando la segunda parte de The Vow, al menos en sus primeros dos capítulos que ha estrenado, se eleva como un gran ejemplo de periodismo necesario en estos días. Actualmente pareciera que, como usuarios de redes sociales o como consumidores de información y entretenimiento, solo quisiéramos escuchar o ver lo que creemos es lo correcto, sin intentar comprender, o apenas escuchar, lo que tienen por decir personas que piensan diferente a nosotros.
«Soy alguien que cree que tenemos la responsabilidad de tratar de entender puntos de vista diferentes a los nuestros. Siento que la psicología subyacente que se explora en The Vow es un microcosmos de nuestro mundo actual. Vivimos en estos tiempos radicalmente inciertos en los que se cuestionan la verdad y la confianza y los componentes básicos de la familia, la comunidad y la democracia, por lo que necesitamos conexión, pertenencia y ser testigos más que nunca», analiza la directora del documental.
Por eso, es imposible tener una foto completa sobre lo sucedido si no escuchamos las intenciones de quienes formaron parte de NXIVM y de la idea inicial del programa de formación. Por eso, añade la realizadora: «Creo que eso es lo que la gente, incluida Nancy, buscaba al crear esta comunidad. Nadie está buscando unirse a un culto. La gente buscaba esta conexión y esta comunidad, y es importante ver que eso es lo que motivó a la gente. Así que creo que lo que me confirmó al hablar con ella es que realmente creía que lo que estaba haciendo era bueno y realmente creía en Keith».
Debemos recordar que en este caso, todo lo que sucede alrededor del sexo tomó un rol protagónico que es necesario diseccionar. Como se repite una y otra vez en la segunda parte, la creación de un grupo de mujeres que debían satisfacer sexualmente al líder de la organización no formaba parte del plan inicial de estudios. De hecho la mayoría de personas que hacían vida en NXIVM no sabían que esto sucedía.
Y aunque es lo más tratado en los medios de comunicación, esclavizar mujeres no era ni fue la razón por la que miles de personas trabajaban y ofrecían su conocimiento. Entonces, lo verdaderamente interesante de esta segunda parte es comprender cómo, en qué momento y por qué se torció todo desde la perspectivas de aquellos que creían estar haciendo un bien a la humanidad.
«La gente tiende a decir: ‘Aquí está la gente buena y aquí la gente mala’. Y estábamos tratando de contar una historia de un ecosistema de manipulación. Entonces, lo que fue fascinante y muy cierto en nuestro mundo es que a veces las mismas personas son tanto víctimas como victimarios, y lo que sabemos es que las personas lastimadas lastiman a las personas, una y otra vez. Y las personas abusadas abusan de los demás», sentencia Noujaim.
¿Acaso no es eso el gran problema que estamos viviendo como sociedad? Cada vez se nos hace más difícil romper el círculo de violencia. En un mundo tan confuso, es necesario reflexionar sobre cómo actuamos en determinados momentos, sobre todo cuando creemos que la única verdades la nuestra y que todo vale por el bien común.