THE OBJECTIVE
HISTORIAS DE LA HISTORIA

26 de julio de 1953. Asalto al Cuartel Moncada

Fidel Castro entró en la Historia el 26 de julio de 1953 asaltando un cuartel. Fue un fracaso militar y un éxito político

26 de julio de 1953. Asalto al Cuartel Moncada

Fidel Castro, capturado tras el fracasado asalto al Moncada. | Wikimedia Commons

Su madre contribuyó a la causa con 116 dólares. Naturalmente, Lina Ruz ignoraba el enloquecido plan de su hijo Fidel, asaltar un cuartel del ejército con una guarnición de 400 soldados. La principal financiadora de la aventura, con 5.500 dólares, sería otra relación íntima de Fidel, Naty Revuelta, una señorita de buena familia considerada una de las más bellas de Cuba. Naty estaba casada y tenía una hija, pero militaba, al igual que Fidel, en el Partido Ortodoxo, un movimiento progresista cuyo jefe, Eduardo Chibás, se había suicidado ante las cámaras de televisión. Naty estaba perdidamente enamorada de aquel joven abogado, educado en los jesuitas y revolucionario al antiguo estilo liberal. Fidel también estaba casado, pero se harían amantes y tuvieron una hija.

Todo era así en aquella Cuba de antes de la Revolución, donde el sector privilegiado de la sociedad era una especie de club donde todos se conocían. Por ejemplo, el dictador Fulgencio Batista, que Fidel quería derribar para restablecer la democracia, había sido un invitado en su boda con Mirta Díaz-Balart y les había hecho un generoso regalo con el que los recién casados se pagaron la luna de miel en Estados Unidos, El papá de Mirta era ministro de Batista, y su hermano subsecretario de Gobernación.

«Pero otro de los comprometidos en el asalto al cuartel era amigo de Raúl y le había animado a unirse al grupo como quien te invita a un guateque»

Otro detalle «familiar» de la revolución que quería iniciar Fidel Castro era la presencia de su hermano Raúl, En realidad no lo había invitado porque Raúl militaba en el Partido Comunista de Cuba, y los comunistas condenaban el «aventurerismo», que era la etiqueta que mejor cuadraba a los planes políticos de Fidel. Pero otro de los comprometidos en el asalto al cuartel era amigo de Raúl y le había animado a unirse al grupo como quien te invita a un guateque

Una revolución armada necesita armas, y conseguirlas fue la primera preocupación de los conspiradores, pero tanto Fidel como sus compañeros eran unos señoritos y no se les ocurrió otra forma que comprarlas en las armerías. Para eso eran las colectas que hicieron entre familiares y amigos, y el resultado fue grotesco, porque en las armerías solamente consiguieron rifles de tiro deportivo del 22, un pequeño calibre,   y escopetas de caza, pero ni una sola arma de guerra. El «entrenamiento militar» resultó igualmente pintoresco, pues para practicar el tiro iban al elitista Club de Cazadores del Cerro, en un barrio de mansiones de la aristocracia. Por cierto, Hemingway era socio del club.

Con ese pobre arsenal y 135 jóvenes voluntarios del Partido Ortodoxo, que no tenían idea de adonde iban, pretendía Fidel Castro tomar una base militar con una dotación de 400 soldados profesionales. El cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba, era la segunda guarnición militar de la isla, pero Fidel lo había elegido por razones románticas, ya que en Santiago se habían iniciado las tres guerras de independencia de Cuba. Además, Santiago estaba al otro extremo de la isla, rodeado de montañas y tenía mala comunicación con la Habana. Si los insurgentes se apoderaban del Cuartel de Moncada, Batista tardaría en hacer llegar sus tropas a Santiago, lo que les daría tiempo  para apoderarse de la ciudad con las armas de verdad que había en el cuartel. En la febril imaginación de Fidel, la población santiaguina se levantaría en su apoyo y ese sería el principio de una revolución que se extendería por el país.

«Como base logística para el golpe tenían una finca de recreo en las afueras de Santiago, Villa Blanca, que se alquilaba para fiestas»

Como base logística para el golpe tenían una finca de recreo en las afueras de Santiago, Villa Blanca, que se alquilaba para fiestas. Allí guardaron los automóviles y las armas, traídas desde La Habana por dos mujeres, Melba Hernández y Hayde Santamaría, hermana de Abel Santamaría, el número dos de Fidel. Ambas era militantes muy activas del Partido Ortodoxo y participaron en el asalto como enfermeras. Sin embargo, en el juicio que siguió al fracaso del golpe, las dos fueron ninguneadas con sentencias ridículas, siete meses de cárcel, como si no tuviesen ninguna responsabilidad.

La fecha elegida para el asalto sería el 26 de julio porque era Domingo de Carnaval en Santiago. La noche del sábado al domingo era de juerga y borrachera, y se esperaba que muchos militares estuvieran ausentes o durmiendo la mona, como así fue. Pese a que solamente Fidel y tres hombres de su confianza conocían el plan de asalto, la policía de Batista había recibido una delación, Sabían que iban a asaltar Moncada,  aunque no la fecha, y avisaron al coronel Chaviano, jefe del cuartel, que pese a ello se fue al carnaval, como hizo la mitad de la guarnición.

Ese cálculo fue lo único que salió bien del plan de Fidel.

Operación suicida

A las 5 de la mañana del 26 de julio de 1953, una columna de 16 vehículos salió de Villa Blanca con unos 120 implicados en el asalto, pero desde el principio empezó a fallar el plan. Varios automóviles se averiaron, se perdieron o simplemente les dio miedo seguir a sus ocupantes, con lo que Fidel perdió entre 20 y 30 hombres. Según su plan táctico, dos pequeños grupos debían ocupar dos grandes edificios contiguos al cuartel, el Hospital Civil y el Palacio de Justicia, para apoyar desde estas posiciones el asalto. Pero resultó que los del Palacio de Justicia no tenían en realidad línea de tiro con el cuartel y no pudieron ayudar en nada.

El grupo principal, 60 o 70 hombres, capitaneado por Fidel, atacaría directamente la entrada del cuartel para abrirse paso al interior antes de que los soldados se diesen cuenta de lo que estaba pasando. Pero se encontraron con una patrulla de vigilancia exterior, que empezó a dispararles. Se perdió el factor sorpresa y solamente el primer coche con cinco asaltantes logró entrar en el cuartel, pero tan pequeño grupo fue acribillado a balazos. Tres murieron en el acto, y a los heridos los remataron.

«De 23 que eran solamente se salvaron las dos mujeres y uno que se hizo pasar por enfermo del Hospital»

Sin sorpresa no había nada que hacer, tras 20 minutos de tiroteo Fidel dio la orden de retirada y se fue. Sería uno de los pocos que lo lograron, porque como no tenían comunicaciones por radio, muchos no se enteraron. El grupo del Hospital, por ejemplo, se quedó peleando hasta que se vio superado y se rindió. Por orden del coronel Chaviano los prisioneros fueron inmediatamente ejecutados, de 23 que eran solamente se salvaron las dos mujeres y uno que se hizo pasar por enfermo del Hospital.

Esa fue la tónica de la represión del primer momento. 18 soldados y 9 asaltantes murieron en los combates, pero los 48 que cayeron prisioneros de Chaviano fueron asesinados. Esta brutalidad conmovió a toda Cuba, intervino el arzobispo de Santiago, incluso gente de la dictadura de Batista dimitió en protesta. Cuando capturaron a Fidel, el oficial que mandaba la patrulla tenía órdenes de Batista de que no le tocaran ni un pelo.

El estrepitoso fracaso militar del asalto al Moncada se convirtió así en un éxito político. De la noche a la mañana Fidel Castro se hizo famoso incluso en Estados Unidos, y con su reconocida capacidad oratorio convirtió su proceso en un juicio contra la dictadura. Su alegato «La Historia me absolverá» se convirtió en un evangelio para los que quería acabar con la dictadura, e incluso consiguió algo tan importante como una marca propia, un nombre de nuevo cuño para el indeterminado movimiento que le seguía: Movimiento 26 de Julio.

Cinco años y medio después de aquel 26 de julio de 1953, el 1 de enero de 1959, los guerrilleros del 26 de Julio entraron triunfantes en La Habana y Fidel Castro tomó un poder absoluto del que nadie sería capaz de echarlo.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D