El reinado eterno de King Kong
Cuando se cumplen 90 años desde su estreno, este clásico del cine prevalece como un emblema de la cultura popular
En el año 2023 se celebran 90 años desde que King Kong, el primate gigante más célebre de la la historia del cine, apareció por primera vez en la gran pantalla, generando terror y fascinación entre los espectadores que asistieron a la premiere neoyorquina. Aunque haya pasado tanto tiempo desde que Kong sufriera una de las muertes cinematográficas más trágicas y memorables, hoy sigue vivo como nunca. Así lo demuestra la publicación en España de un par de interesantes libros sobre la película de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack.
Por un lado, Amarcord Ediciones edita en español todo un clásico entre los fans más veteranos del cine de monstruos: King Kong. El making of. El libro fue publicado por primera vez en 1975, teniendo como principal responsable al polifacético George E. Turner (ilustrador, historietista, técnico de efectos, paleontólogo aficionado…), un entusiasta del viejo cine de género, quien contó con la colaboración de Orville Goldner, uno de los brillantes técnicos que trabajaron en King Kong bajo la supervisión del mago de los efectos Willis O’Brien. Durante 14 capítulos, el libro detalla la concepción y gestación de la película, con testimonios del equipo técnico y artístico y un material gráfico agradable, aunque algo escaso teniendo en cuenta el contenido. La edición de Amarcrod también recoge una serie de apéndices sobre películas importantes en la filmografía de los principales creadores de King Kong: Willis O’Brien, Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack.
A su vez, la editorial Notorious presenta King Kong. El libro del 90 aniversario, escrito por el célebre crítico Jesús Palacios. Como es habitual en esta editorial, el libro destaca por su abundancia de fotografías y por su atractivo diseño, pero también por ofrecer algo más que datos sobre la creación del film. En este sentido, nos brinda una perspectiva crítica y, asimismo, un amplio contenido que no solo se refiere a la película, sino también a sus secuelas, remakes, parodias e impacto en la cultura popular.
King Kong funciona como perfecto ejemplo de la esencia de Hollywood, tanto para lo bueno como lo malo. Su guion es bastante simple, lleno de personajes unidimensionales (quizá con la excepción del turbio director de cine/showman Carl Denham, sosias del propio Merian C. Copper, interpretado por Robert Armstrong), con un subtexto obvio y machacón y cierto espíritu de espectáculo circense donde se busca el impacto sensorial de forma algo pueril.
Por otro lado, también derrocha maestría visual y transmite sentido de la maravilla en la creación de un mundo alternativo mucho más atractivo que el real. Lo que comienza en un siniestro Manhattan todavía afectado por la Gran Depresión va transportando al espectador a un escenario de pesadilla, tan horripilante como extrañamente bello: Skull Island (la Isla Calavera), variación de El mundo perdido de la novela de Arthur Conan Doyle, ya llevado a la pantalla por Willis O’Brien en una espectacular película a la que King Kong le debe mucho.
La isla en la que reina King Kong está repleta de agresivos dinosaurios, animados fotograma a fotograma, que interactúan con los actores mediante complejos e ingeniosos trucajes, pero Skull Island también exhibe un fascinante aspecto, con junglas, cuevas y montes volcánicos directamente inspirados en los grabados de Gustavo Doré. En su tramo final, así como en los propios títulos de crédito, el estilo art dèco también aporta una gran parte del peculiar estilo visual de King Kong. Sin ir más lejos, la bestia prehistórica pierde la vida en la cima del por entonces novísimo Empire Estate Building, un rascacielos para siempre asociado con el mito de Kong.
Todos estos elementos visuales se reúnen en una historia donde la Bella (Fay Wray) y la Bestia (Kong) son el leitmotiv verbalizado hasta la saciedad por Denham. Con todo, resulta más interesante el retrato cruel del mundo del espectáculo y la obsesión de un artista/farandulero por conseguir que se cumpla su visión. Denham utiliza a los demás sin problemas y deja por el camino un rastro de cadáveres y destrucción. Y todo ello en un exuberante envoltorio de aventura pulp, el tipo de ficción sensacionalista y fantasiosa que vivía su mejor momento editorial y cinematográfico en aquellos años.
La película contó con una secuela inmediata, muy inferior, El hijo de Kong, estrenada ese mismo año y dirigida por Schoedsack, ya sin la importante presencia de la actriz Fay Wray. Por su parte, King Kong regresaría en forma de actor disfrazado de gorila en las películas japonesas de la productora Toho King Kong contra Godzilla (1962) y King Kong se escapa (1962), así como en el irregular remake de 1976 producido por Dino de Laurentiis, dirigido por John Guillermin y protagonizado por unos jóvenes Jeff Bridges y Jessica Lange. Este remake contaría con una tardía secuela estrenada en 1986, King Kong 2, recordada como una de las peores películas de la década.
Excesiva en todos los sentidos, incluyendo su duración, King Kong (2005) supone la culminación de un proyecto soñado por Peter Jackson desde siempre, y que por fin pudo llevarse a cabo tras el éxito de la trilogía cinematográfica El Señor de los Anillos. Agotadora y gozosa a partes iguales, esta revisión no solo ofrece muchos más monstruos antediluvianos (el remake de 1976 no incluía más que una serpiente gigante) y secuencias de acción al estilo videojuego, sino que se recrea en la mezquindad de Denham (aquí interpretado por Jack Black), quien directamente lleva a su guionista (Adrien Brody) metido en una jaula de animales. En esta ocasión, la rubia Ann Darrow está encarnada por Naomi Watts, perfecto relevo de Fay Wray y Jessica Lange.
Actualmente, King Kong sobrevive en los libros y en las videotecas, y además, sigue imponiendo su reinado, ya transformado definitivamente en personaje heroico dentro del llamado MonsterVerse, el universo cinematográfico de Legendary Pictures y Warner, donde se reinventa el bestiario de Toho. El rey simio ha hecho aparición en la divertidísima Kong. La Isla Calavera (2017), en Godzilla vs. Kong (2021) y en la serie de animación de Netflix La Isla Calavera (2023). En la actualidad, se rueda Godzilla x Kong: The New Empire, con estreno previsto para 2024. Reforzando esta oferta, el MonsterVerse también se amplía con la serie de imagen real Monarch: El legado de los Monstruos, de Apple TV+, que contará con actores tan reconocidos como Kurt Russell, y donde muy posiblemente Kong tenga relevancia.
Poderoso, terrible y entrañable, King Kong no parece dispuesto a entregar su corona de «Rey de los Monstruos», aunque tenga que disputársela constantemente a Godzilla. No está de más regresar a sus raíces y conocer sus orígenes, una misión que facilitan los dos libros que motivan estas líneas, interesantes no solo para los fans del cine monstruoso, sino para cualquier cinéfilo.