Lamentaba Concha Velasco en una entrevista en ABC que el teatro ya no es como antes. “Mis hijos se han criado en los camerinos; han andado a gatas por aquí. Pasábamos la vida en el teatro. Ahora no”. Ahora, cuando termina la función, apagan las luces “y te tienes que ir corriendo”. Los actores ya no se reúnen en los bares como cuando no había teléfonos móviles: “Nos reuníamos en sitios como el Oliver, que era de Adolfo Marsillach… Aquel Oliver maravilloso, con el pianista, Paco Tecla, en el que se basó Adolfo para escribir ‘Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?’ Nos reuníamos también en el Café Gijón… Aunque era más de intelectuales. Pero ahora, no sé si por los móviles, o por qué razón, ya no nos reunimos”.