Alcaraz cae ante el ruso Medvedev, que se enfrentará a Djokovic en la final del US Open
El serbio tendrá la oportunidad de ganar su 24º título de Grand Slam si vence al moscovita
El tenista español Carlos Alcaraz quedó eliminado este sábado de madrugada en las semifinales del US Open, cuarto ‘Grand Slam’ del año y que se está disputando sobre pista dura en Nueva York (EE.UU.), después de perder por 7-6(3), 6-1, 3-6 y 6-3 contra el ruso Daniil Medvedev, quien ahora se citará por el título con el serbio Novak Djokovic.
Sobre la pista del Estadio Arthur Ashe, el español cayó después de tres horas y 20 minutos de un partido reñido y que hizo justicia al aura de las instalaciones de Flushing Meadows. Empezó el duelo más dubitativo Medvedev al saque, tardando en ganar su estreno (1-1) e incluso salvando un 15-40 en el cuarto juego (2-2). Muchas dobles faltas, demasiadas para una batalla de tanto calibre; hasta cinco acumuló el moscovita en sus tres primeros turnos, pero de momento sin pagar peaje en el marcador (3-3).
La igualdad estuvo cerca de fracturarse en el undécimo juego, cuando Medvedev se situó un 0-30 a raíz de un gran revés paralelo y luego por un revés de su adversario que se estrelló en la malla. Pero Alcaraz templó ánimos y volteó la situación, luciendo saque+red y asegurándose como mínimo la muerte súbita.
Ahí, el ruso tomó distancia con un 3-2 que se esfumó rápido con otra doble falta; la sexta en su cuenta de un set que, pese a todo, acabó llevándose por su mayor pericia (7-3). Al palmareño pareció afectarle ese contratiempo, sin toser el primer servicio de su rival al comienzo del siguiente set y encajando ‘break’ justo a continuación.
Otra vez en blanco puso Medvedev el 3-0, en un visto y no visto, y además gozó de un 15-40 en el cuarto juego. Alcaraz esquivó ambas amenazas, pero los golpes de tiralíneas que hacía su oponente ya presagiaban lo que acabó ocurriendo en el sexto capítulo. Con ahínco, el de Moscú hizo otra rotura vital y la consolidó con el 6-1.
La dinámica era bastante negativa para el tenista de El Palmar, así que decidió irse al vestuario en el pequeño descanso y recargar las ‘pilas’. La misión era inaudita para él, ya que en su trayectoria profesional en la ATP nunca había remontado dos sets para ganar un encuentro al mejor de cinco.
El paso inicial en esa empresa era recuperar solidez en lo que estaba a su alcance directo: el porcentaje de primeros saques. Y cristalizando esa leve mejoría se apuntó el 0-1 en blanco, cogió aire y apretó al ruso en cada resto. No en vano, merodeó pronto la bola de ‘break’ con un 30-30 en el segundo capítulo, augurando la pugna que vendría más adelante.
1-2 sin incordios y llegó entonces el cuarto juego, donde Alcaraz con dos pasantes deleitó al público. Merced al segundo de ellos, logró una opción de quiebre y mandó un señuelo a su rival; en esa ventaja, el moscovita subió a la red y cubrió huecos para un tercer ‘passing shot’ que jamás se produjo, pues el murciano realizó un globo excelente. Gracias a otro resolutivo turno de servicio, se corroboró esa rotura (1-4), si bien Medvedev no bajó la guardia y en el séptimo juego forzó dos ‘iguales’. Pero quedaron finalmente en nada (2-5) porque el español subió nuevamente su nivel con el ‘drive’ y contemporizó los ángulos que abría con los reveses, anotándose la manga (3-6) en 47 minutos.
Medvedev no bajó el pistón en sus servicios y arrancó mandando (1-0) en el siguiente set. Flojeó en el tercer juego (2-1), concediendo un 15-40 y más tarde otra pelota de ‘break’, peligros que neutralizó con voleas de ‘cirujano’ en la red y con un ‘ace’ de segundo saque. A esas alturas del partido, Alcaraz había perdido fogosidad, pero igualmente preservaba carácter risueño y calidad a raudales para seguir dando guerra.
Quedó patente en el sexto juego de esta cuarta manga, cuya duración de 13 minutos vivió intercambios de todo tipo de golpes. El murciano se agarró a la fórmula saque+red, al tiempo que los nervios sobre la pista crecían, crecían y crecían. Muchos quilates en cada ataque de Alcaraz y excelsas respuestas del ruso con cada ‘passing’ de resto.
Después de siete ‘deuces’, en la segunda oportunidad de quiebre al fin Medvedev sonrió. Le devolvió la pelota a los pies, en plena subida de su adversario a la red, y transformó el 4-2. En un santiamén, se situó 5-2 en blanco y exprimió al palmareño, que aguantó el envite con el 5-3. De cara al noveno episodio, era evidente el favorito del público neoyorquino.
Y eso fue un obstáculo para que el de Moscú afrontase el servicio que le podía dar la victoria. Lo inició con 15-40, instancia que arregló con varios ‘saquetazos’; pero su ímpetu por cerrar el encuentro y la algarabía en las gradas se conjugaron para que Medvedev, inquieto, cometiese una más que inoportuna doble falta.
De hecho, cometió otra de inmediato y se lo achacó a los aficionados que copaban el Estadio Arthur Ashe. No obstante, Alcaraz malgastó su tercera bola de rotura, estrellando en la red un tiro poco exigente, y dio alas a un rival que al cuarto intento ya sí abrochó el triunfo; y con ello, sacó billete hacia su tercera final de US Open (tras 2019 y 2021).